capítulo 23.- Bardo Mata-Dragones

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Lya sonrió al ver a legolas. Sus ojos estaban enrrojecidos debido al lloro, y se le notaba hechouna pena. Lya le abrazó sin más, haciendo que su hermano se sintiese bien.

-Lo siento, no pude salvarte...-Le dijo en un susurro.

-No pasa nada. Gracias a que no me salvaste aprendí y conocí muchas cosas...

Legolas sonrió mientras acariciaba delicadamente el pelo de la pequeña elfa.

-Tengo una sorpresa para ti pequeña.-Dijo mientras llevaba la vista hacia un árbo., allí estaba Jon, el muchacho que le había entrenado bastantes veces, con el cual se llevaba perfectamente.

-¡¡Jon!!.-Gritó ella mientras le miraba.-¿Que haces aquí?

-Ayudarte.-Le dijo con una sonrisa.

Tres corceles llegaron a la vera de Lya, haciendole sonreir mientras los miraba.

-¿Estas preparada para la batalla?.-Le preguntó Legolas mientras montaba en su corcel blanco.

Mientras Lya se montaba en su corcel junto a Jon, una catástrofe estaba ocurriendo en Ciudad del Lago.

Smaug se dirigía con unos ojos inyectados en furia, capaz de derribar cualquier edificio que se mostrase ante él. Además, el vuelo era largo, y cada vez que el se acercaba, más gritos se escuchaban en ciudad del lago. Esos gritos aumentaban su ansia de matar y acabar con vidas, estaba euforico, histerioco, habían desatado su ira.

Lya y sus compañeros llegaron a la vera del lago de la ciudad, donde podían observar la sombra del dragón.

-¡¡Hemos de llegar!!.-Gritó Lya mientras miraba la ciudad. Estaba atemorizada de lo que le podía pasar a Daga.

Legolas arrimó una barca a ellos, y se montó mandándoles a dejar los caballos libres. Una vez todos estaban dentro de la barca, agarraron dos remos y se dirigieron hacia ciudad del Lago, para ayudar a todo aquel que estuviese bajo las llamas del dragón.

Lya bajó del barco, sabía a donde dirigirse, ya que Daga le había contado muchas historias de un hombre que le había ayudado siempre, ese hombre era Bardo.

-¡Bardo!.-Dijo aporreando su puerta.-¡Soy Lya Hojaverde! ¡Amiga de Daga!.

De repente la puerta se abrió, y el joven Bardo la miró.

-¿Que haces aquí? Estais todos en peligro.

-Sabemos que tu tienes una flecha negra, tenemos que matar al Dragón antes de que acabe con todos Bardo.

Bardo miró a los demás y luego miró al interior mientras pensaba, no sabía que jacer, pero debía proteger a sus hijos.

-Con una condición.-Dijo él mientras les dejaba entrar.-Debeís llevaros a mis hijos lejos de aquí.

-Eso esta echo señor.-Dijo Legolas.

Jon supo que hacer y agarró a todos los niños bajo sus brazos, incluido Lya y los llevo afuera para salvarlos del fuego subiéndoles a una barca.

-¿A donde vamos Jon?.-Preguntó Lya temerosa.

-Si tus amigos están vivos iremos allí.

Lya asintió y ayudó a Jon a mover la barca lentamente. Mientras tanto, Bardo y Legolas ya tenían la flecha negra en su poder, y se dirigían al punto más alto de la ciudad, el campanario. Bardo subió arriba con ayuda de Legolas. Una vez arriba, el dragón ya había llegado a la ciudad y incendiaba todo.

Bardo se dispuso a lanzar la flecha negra hacia el pecho del dragón cuando este pasó por el lado creando un fuerte viento que derribó a Bardo, haciendo que la flecha cayese al agua.

-¡No!.-Gritó él mientras podía observar la flecha undirse.

Legolas se lanzó al agua desde esa terrible altura en busca de la flecha, mientras Bardo intentaba derribar a Smaug con flechas normales y corrientes. Cuando Bardo le artó, Smaug se posó delante de él, destruyendo varias casas de al rededor.

-¿Quien se atreve a atacarme?.

-Bardo, Bardo el arquero.-Dijo con una voz seria.

Smaug se echó a re´ri mientras le miraba, estaba totalmente divertido con Bardo, ya que no podría derrotarlo sin la flecha.

-¿Pretendes atravesarme con una fina flecha de caña? ¡Menudo insensato!.-Rió de nuevo y alzó el vuelo, preparando su pecho para hacer arder a Bardo.-¿Ahora como vas a detenerme escoria?

Un ruido estruendoso cortó el aire detrás de Bardo. La flecha Negra se había clavado en uno de los postes del campanario. Bardo sonrió arrancando la flecha y cargándola en su arco.

-¡Con esto!.-Gritó soltando la flecha negra, que salió disparada a la velocidad de la luz, acertando en el corazon de la criatura, que salíó volando mientras lanzaba fuego por la boca, rabioso de dolor.

-¡No! ¡No!.-Gritó mientras el color anaranjado desaparecía de su cuerpo, y las llamas se disipaban en ceniza. Su cuerpo se volvió negro, y sus ojos se apagaron para no volverse a encender jamás, perdiendo así la vida y hundiéndose en el agua por siempre.

La ciudad entera gritó aliviada, gracias a uno de sus ciudadanos, Smaug había caído por siempre.

-¡¡Lo habéis visto!!.-Gritó Daga mientras se asomaba a uno de los balcones de la puerta principal.-¡¡Ha caído!! ¡¡Smaug ha caído!!

Todos se asomaron al pequeño balcón intentando no tirar a Daga, que estaba apunto de caer.

-¿Como es posible?.-Preguntaron algunos.-¿Esta muerto?.-Preguntaron otros.

Daga sonrió al saber que alguien había vengado la muerte de sus seres más queridos que le habían dejado en Erebor, ahora podría estar tranquila.

La Princesa Bajo La montaña~DᴀɢᴀʀʏᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora