Allí en el cielo se podían observar unos grandes pájaros de brillantes plumas, agarrando a los orcos y precipitándolos contra los acantilados. Además, uno a uno los enanos iban siendo salvados por las majestuosas águilas. Mientras Bilbo las observaba, el gran lobo de pelaje negro atacaba al huargo intentando no herir más al líder de la compañía, una tarea difícil ya que era usado de escudo.
Una vez apenas quedaban orcos, los que quedaron se fueron quedando como cobardes, y las águilas empezaron a agarrar cada de los enanos llevándolos a un lugar más seguro, alejados de las llamas que envolvían los arboles donde estaban todos antes. El oso observó al lobo y se puso a su lado y entablaron una conversación en un lenguaje extraño aunque al final los dos asintieron y cada uno se fue en direcciones diferentes con una sonrisa a cada lado.
El joven lobo llegó donde los enanos y todos le miraron con lágrimas en los ojos, haciendo un corro ante Thorin, que yacía en el suelo herido, y inconsciente, entonces el lobo se preocupó y todos pudieron observar de nuevo su nueva forma, ya que el sol estaba apareciendo por el horizonte.
-¡¡Daga!!-Gritaron todos a la vez mientras le miraban asombrados al verle con una sonrisa en su rostro, tapando la preocupación por Thorin.
-Quien diría que ibas a ser tu, eras diferente allí abajo.-Comentó uno de los enanos.-Eras realmente una bestia.-Comentó otro. Había miles de comentarios sobre su grandeza, pero ella no pudo aguantar.
-Realmente era una bestia, la Daga que yo solía ser desapareció con la luz de la Luna, convirtiéndome en una verdadera asesina.. Pero sin embargo...-Una sonrisa inundó mi rostro.-Encontré a un viejo amigo, y este me hizo recapacitar en mi, haciéndome ver, que era la única solución para salvaros vuestras vidas, y llamamos a algunos amigos más.-Sonreí, pero su cara cambió por las expresiones de los enanos.
-¿¡Asesina?! Por eso estabas tan extraña... Ahora lo entiendo, ¡Pretendias asesinarnos! ¡¡¿Guardas algún secreto más?!!
-¡¡Os equivocáis señor enano!! Yo no lo pretendía ¡¡La luna me controlaba!! Yo no era consciente.-Su voz sonaba dolida por la desconfianza de los enanos hacia ella.-Si no llega a ser por mi ¡Estariais ardiendo!
De repente, una voz un poco más aguda salió entre los murmullos de los enanos, Bilbo empezaba a tomar parte de aquella discursión en un bando neutro junto a el mago, Gandalf.
-Algo que no nos has contado, es que supieras hablar con las águilas ancestrales, su idioma es unico.-Comentó Bilbo mientras le miraba con una ceja alzada.-Y la única manera de aprenderlo es estando con ellas ¿Que nos ocultas?
La cara de Daga cambió de un color carne a un color como la nieve en cuestión de segundos, no se esperaba esa deducción, y claramente, había acertado, ella pasó unos meses resguardada en el gran nido de las águilas cuando Azog le perseguía por los secos caminos de las Tierras Salvajes cuando apenas tenía unos 6 años humanos.
-Deberias saber, que una de las habilidades de los cambia pieles es dominar cada uno de los lenguajes de las criaturas de la tierra media, aunque tan solo animales, ya que yo no puedo transformare en elfos o en hobbits.-Mintió rápidamente mientras se rascaba la nuca para tranquilizarse. Por suerte, Gandalf cambió de tema.
-Dejad la chachará para la hora del té, ahora debemos de ocuparnos del herido.-Dijo agachandose al lado de Thorin mientras miraba sus heridas.
Mientras, Lya yacía en la herrería, la tarea de hoy era construir su propia maya para el combate, ya que empezaría las prácticas con los elfos más jóvenes, era hora de ir al campo de batalla y demostrar sus habilidades en combate.
-Perfecto.-Comentó el herrero revisando la maya que había acabado Lya.-Pronto podrás ayudar a tu amiga, esa de la que tantas historias me cuentas, tu solo sigue así, y el momento llegará pronto pequeña.-Dijo devolviéndole la maya mientras el avivaba las brasas que estaba usando para crear una nueva espada.
-Gracias.-Dijo Lya con una sonrisa, y decidió preguntar, debido a la confianza que tenía con el.-¿Es cierto que no sois Elfo?
-No, no soy elfo, soy más bien humano, y para que no preguntes, tampoco soy herrero.-Dijo divertido mientras golpeaba la espada. confundiendo a Lya.
-¿Entonces...?
-Elrond me ha encargado que te enseñe con el arte de la espada y el arco, deberías empezar a mejorar mucho más conmigo.
-¿Y cual es tu nombre?
-Me llamo Jon, Jon Nieve
-Encantada de conocerte Jon.
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La Princesa Bajo La montaña~Dᴀɢᴀʀʏᴛᴇ
FantasyDaga recorre la Tierra Media en busca de respuestas, sin embargo, ella recuerda haber vivido en el mismisimo infierno. Acompañala en sus aventuras en busca de su padre y en la salvación de su reino.