53 | Belleza, arte y vida.

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──¡Javier Rojas, ven aquí ahora mismo! ──exclamó Luca con molestia en plena plaza.

──¡Me llamo Marco, dime así! ──rió el niño de nueve años mientras corría con una coronita de flores hecha por él mismo en su cabeza── ¡Atrápame, vamos, atrápame! ──pedía para jugar.

──¡No estoy joven, Javi, yo ya no sé correr sin morir!

──¡Entonces llama a tu amigo, él sí querrá jugar!

Luca negó con la cabeza mientras el chico castaño corría de lado a lado con su diadema, lleno de energía y felicidad. Estaba lleno de tierra y mugre, pero así le gustaba. El pelinegro se sentó en su banca, junto al otro hombre.

──Te anda costando, ¿eh? ──bromeó.

──No. Solo... Javi no es como yo, ¿sabes? ──afirmaba el padre── Creo que es por sus genes.

──Fue muy lindo de tu parte hacerte cargo cuando Jaco no podía. ──acomodando uno de sus mechones rizados detrás de su oreja, él pronunció── No debiste.

──Lo sé, pero no podía sólo ser el padrastro malo. Soy su padre.

──No, Lu. No lo eres.

──No, claro que no. Y tú eres su supuesto tío. ──burlaba al beber un poco de su botella de agua.

──Soy legalmente su tío.

──Nunca se casaron.

──¡Él me...! ──golpeó la mesa, llamando la atención. Al fijarse, reaccionó y se calmó── Marco Vitale es mi marido.

──Lo sé, Queenie. ──asentía── Pero no legalmente. Marco murió siendo menor de edad. ──argumentó para luego suspirar── Escucha, Sirius.

──Ya no me llamo así. Y lo sabes.

──Bien. Escucha, Queenie. ──corrigió── Entiendo cuánto se amaron, y me parece muy trágico lo que sucedió hace tanto tiempo, pero, por favor, deja de intentar. ──hizo una pausa── Javier es mi hijo. Yo soy su padre, no tu cuñado. El cual seguro debe estar mofándose en vaginas de prostituta. Yo estoy aquí, ejerciendo mi paternidad, no él.

──Si tan solo dejaras que nos conozca...

──Cuando crezca, él decidirá.

──Qué padre tan celoso eres.

──Obvio. ──sonrió── Pero, supongo que puedo hacer una excepción. ──ladeó la cabeza en consideración── Rihanna está con Jacobo, ¿cierto?

──¿Te molesta eso?

──Claro que no. Fue mi idea abrir la relación. Solo espero que no vuelva a embarazarse. Ya con seis hijos estoy bien. Gracias.

──¿No quieres ayuda?

──No creo necesitarla. Evan se cree el padre, así que casi siempre los cuida él. No me deja interferir mucho en sus crianzas. No debí irme por tanto tiempo y dejar a Rihanna a cargo.

──¿Y el resto? ──curioseaba el pelirrosa.

──Pues... Los trillizos son algo problemáticos, pero se les pasará pronto. ──supuso── y Bael, pues... Sí es más complicado. Pero al ser solo un bebé, no me molesta y lo entiendo. Él no parece extrañar mucho a Ri. Además, Hannah me ayuda con todo. La verdad, la hermana de Rihanna es más responsable que ella en todos sentidos. ──afirmó decepcionado.

──¿Cómo está ella?

──¿La conoces?

──Es... Una vieja amiga. ──soltó.

Bailando con una estrella (BL) | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora