Capitulo 15: Desertores

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Despues de cenar sin siquiera haber mirado a Andrew, se fue a su habitación, estaba muy cabreada, y su enfado era algo evidente en su rostro, ese idiota creia que la intimidaba o algo, estúpido, quien se cree, a ella nadie la intimidaba, pero no sabia si la cabreaba más su estupida sonrisa de suficiencia, la conversacion que habian tenido, o lo que no era capaz de reconocer... Que a ella si le había importado que durmieran juntos.

Cabreada consigo misma y con el mundo en general, opto por ir a cabalgar un rato con Gitana para desfogarse, le importo muy poco que ya hubiera oscurecido, salió de su habitación y se dirigió hacia las caballerizas.

Andrew se encontraba en el salón, solo y pensativo, y como no, con esa mujer rondando su mente, recordó sus palabras, "no significó absolutamente nada", pero para él si significaba mucho todo lo ocurrido, cuando estuvo bailando con ella, cuando estuvieron en la cocina apunto de besarse, cuando durmieron juntos, pero, ¿debía reconocerlo?.

Entonces la vio, pasar a paso firme por la entrada, él se asomó a la puerta y la vio salir por la entrada principal del castillo, se giró sobre sus talones caminando tranquilamente por el salón, como si no se muriera por seguirla, volvió a mirar hacia la puerta, y dudando unos segundos, salió corriendo del castillo en su busca.

La vio dirigirse a las caballerizas, y supuso que iría a cabalgar, pensó en volver a dentro del castillo, pero la curiosidad le mataba por saber a dónde iba, la vio salir ya subida en su yegua, y se quedó boquiabierto cuando vio que no llevaba la silla de montar, solo ella, y la yegua, ¡¿Pero esque esta mujer se había vuelto loca?! La vio alejarse de allí velozmente y no pudo evitar correr hacia las caballerizas, ensillar a su caballo, y salir en su busca.

Cuando se vio persiguiendola pensó en lo acosador que estaba siendo, pero bueno... Tenía que asegurarse de que estaba bien.

La vio llegar al lago en el cual sus hermanas se bañaban casi todas las mañanas, se bajó de su caballo y se sentó en un tronco que había cerca de la orilla, el bajo de Furia y lo ató a un árbol, y sigilosamente camino hacia donde se encontraba, se escondió tras un árbol cuando la vio moverse, volvió a asomar la cabeza, y vio como ella lanzaba una piedra al agua.

Se volvió a ocultar tras el árbol, apoyando la cabeza en este y mirando el cielo, entonces noto la daga que estaba sujeta firmemente en su cuello y contuvo la respiración.

-¿Puedo saber, por que me habéis seguido, Laird?. - Dijo Kristal sin apartar su daga del cuello de un Andrew al que le estaba faltando la respiración.

-Yo no os he segui...- No pudo acabar la frase, ella apretó aun mas la daga en su cuello.- ¿Vais a cortarme el cuello?.- Pregunto algo chistoso.

-Hoy no. - Dijo Kristal apartando la daga de su cuello y caminando al lugar donde se encontraba Gitana.

-¿Hoy no?, ¿Mañana si?.- Dijo siguiéndola, se detuvo cuando la vio voltearse hacia él alzando una ceja.

-No me tenteis Laird, hoy, no estoy de humor.- Dijo entrecerrando los ojos y haciendo el amago de subir en su yegua, pero él le agarró del brazo girándola e impidiendoselo.

-¿Y por qué no estáis de humor?, si se puede saber.- Dijo él alzando una ceja, no entendía por qué, cabrear a esa mujer, le encantaba, aunque su cuello corriera un peligro considerable de ser cortado. Le encantaba ver cómo su rostro enrojecia de rabia.

Al instante en que Kristal iba a responderle, una flecha pasó entre el medio de ambos, enseguida, Andrew desenvainó sus espada poniendo a Kristal tras él, y viendo hacia el lugar donde provenía.

Aparecieron dos hombres, altos y fuertes de los árboles, con sus espadas en mano, y en cuestión de segundos, Andrew estaba luchando contra ambos, Kristal, al ver que uno de los hombres le iba a clavar un puñal en el costado, agarro una roca del suelo, y con todas sus fuerzas, la estampo en la cabeza de este, el hombre se giró hacia ella, con la sangre bajando por su nuca, y cayó desplomado al suelo.

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