Salió de la bañera, las gotas de agua recorrían su musculoso cuerpo, envolvió la toalla en su cintura y con la otra empezó a secar su cuerpo, se puso los pantalones, la camisa, y las botas negras, salió de sus aposentos y se dirigió a su despacho, para antes de salir de caza dejarlo todo en orden.
Se sentó en el asiento y comenzó a organizar el papeleo. Entonces se abrió la puerta y apareció allí Nathan, su segundo al mando.
- Laird, ya está todo listo para salir.- Lo observó detenidamente y suspiró.
- ¿Cómo debo decirte que me llames por mi nombre Nathan?. - Resopló. - ¿Ya lo han organizado todo?. - Se levantó de su asiento y se encaminó hacia la puerta, donde seguía el hombre de pie.
-Si laird, ya está todo organizado fuera. - Miró a Nathan fijamente y rodó los ojos.
- Está bien, pues saldremos en unos minutos. - Camino hacia fuera del despacho pero se volvió a girar mirando al hombre. - ¿Dónde están las gemelas?. - Lo miró esperando la respuesta.
-Sus hermanas están haciendo carreras con los caballos.- Vió como su laird tenía la mirada perdida, en su rostro se mostraba la preocupación. - Estarán bien, no creo que nos vuelvan a atacar. Esos malnacidos no volverán a atacarnos después de lo que ocurrió la última vez.
-Eso espero. - Suspiró, se volvió a girar y siguió el camino, pero en vez de ir al patio principal, fué a la cocina y la atravesó saludando a las sirvientas y a la cocinera, salió por la puerta trasera de la cocina y en el patio trasero las encontró.
Sus dos hermanas pequeñas, de dieciséis años, Lesly y Lilit, aún recordaba cuando él tenía ocho años, como ellas llegaron ese día, todos creíamos que era un bebé, y vinieron dos, sus hermanitas, las locas de la casa.
-Lesly, Lilit, ¿Qué hacéis?. - Vió como ambas le miraron al escuchar sus nombres.
-¡Nosotras también queremos ir de caza!. - Lilit bajó de su caballo y se quedó de pie, de brazos cruzados mirando a su hermano.
-Ya os he dicho.- No pudo acabar la frase, ya que se vió interrumpido por Lesly.
-¡No nos volverán a atacar, y si nos atacan, lucharemos y punto!. - Y Lesly bajó también de su caballo y puso la misma pose de defensa que su gemela, madre mía, parecían dos copias.
-Pero es peligroso que vengáis, os pueden herir, capturar... Y yo tendría que estar en vez de cazando vigilandoos para que no os metáis en problemas. - Habló ya cansado, sus hermanas eran más cabezotas.
-¡¡¡Sabemos defendernos perfectamente!!!. - Ambas gritaron al mismo tiempo, se miraron fijamente, y asintiendo, volvieron a mirarlo a él.
-Tenéis que quedaros aquí, la última vez que vinisteis sufrimos un ataque de esos desertores. Será mejor que esta vez os quedéis, ¿de acuerdo?. - Vió cómo sus hermanas lo miraban entrecerrando los ojos, suspiró. - Venga, no os enfadeis, vendréis la próxima vez. - Se acercó a ellas y ambas quitaron su pose de defensa y asintiendo lo abrazaron.
- Pero como la próxima vez no vayamos, te mataremos. - Hablaron las dos al mismo tiempo en su oído, y él sintió un escalofrío recorrerle, se apartaron de él y al ver como Andrew estaba blanco, empezaron a reír a carcajadas y él suspiró.
-Bueno, me voy, luego nos vemos. - Dió un beso a cada una en la frente y se fué por el mismo sitio que había venido, llegó a la puerta del castillo, que estaba medio abierta, y abriéndola por completo encontró en el patio a unos cuantos guerreros ya subidos en sus caballos, y Nathan sujetando las riendas de su caballo, Furia, era todo de color negro, muy rebelde e inquieto, odiaba estar sin cabalgar.
ESTÁS LEYENDO
ME VENDIÓ
RandomKristal MacKam, hija de un horrible laird al que no le importa nada su bienestar. Una luchadora, rebelde e inconformista con las normas de su época, intentará por todos los medios luchar para poder vivir la vida que merece. Él, un guerrero con fuert...