ME VENDIÓ

Capítulo 26: Deja que ocurra.

Al medio día  habían parado para descansar un poco y comer algo. En toda la mañana Andrew y Kristal no se habían siquiera mirado, ambos se evitaban a toda costa.

Desde luego la tensión que había entre ambos la habían percibido todos los guerreros, pero no habían mencionado nada al respecto.

No se demoraron mucho en continuar con la marcha, según les había oído decir a Andrew y otro guerrero del cual desconocía el nombre, les tocaría acampar en algún sitio.

Estuvieron toda la tarde cabalgando en silencio, solo se oía algún que otro comentario que hacía Andrew a algún guerrero, Kristal no había abierto la boca en ningún momento, después de la discusión que habían tenido, ambos habían estado dándole vueltas a todo, y desde luego algo tenían claro, ninguno daría su brazo a torcer.

Ya estaba atardeciendo, pronto se haría de noche, así que Andrew decidió que ya era hora de parar y montar un pequeño campamento.

Mientras algunos guerreros llevaban a los caballos a un río que había cerca para que bebieran, otros fueron acompañados de Andrew a cazar algunas presas para la cena, y Kristal se quedó ayudando al resto a montar una fogata y el lugar para que pudieran pasar allí la noche.

Ya le habían repetido varias veces que no era necesario que les ayudase, pero ni loca se iba a quedar sentada sin hacer nada de provecho, ¿Que se creían? ¿Que era una inútil que no podía ni encender el fuego? Ni que fuera la lady moscarda esa.

Puso los ojos en blanco al recordar a la… Señorita esa, tampoco es que le hubiese hecho nada malo, pero la detestaba, debía reconocer que quizá sí se había pasado un poco tirándole el té y el cubo de agua, ¡Pero solo había intentado ayudarla! ¡Ella que iba a saber que la jarra esa en vez de tener agua tenía té ardiente!.

Pero de cualquier forma, el enfado de Andrew había sido irracional, no lo había hecho a propósito, bueno, lo había disfrutado, pero sin mala intención.

Quizá en la última discusión que habían tenido esa mañana, Andrew si tenía algo de razón, ¿Se había pasado demasiado?. Pensándolo ahora mucho más calmada, ya no estaba tan enfadada, solo algo molesta porque él si lo estuviera, y encima ella tenía la culpa, ¡Solo había sido una bromita inocente!.

Bueno… Es normal que Andrew se hubiese enfadado, es decir, a nadie le gusta que le dejen sin ropa, ¡Pero él también le había hablado muy mal la noche anterior!.

En fin, intentando alejar el bucle constante de Andrew de su cabeza, le informó a Bob, uno de los guerreros, que iría a buscar algo de leña.

-Déjeme acompañarla señorita Kristal, puede ser peligroso que vaya usted sola.- A pesar de la buena intención del hombre, no tenía ganas de estar con nadie, necesitaba estar un rato tranquila.

-No es necesario, no me alejaré mucho, gracias Bob.- Era evidente que a ninguno de los guerreros les hacía mucha gracia que estuviera ella sola por el bosque, así que se apresuró en marcharse para que no intentarán detenerla de nuevo.

Por si acaso llevaba como siempre su navaja encima, aunque dudaba que fuese necesario ya que habían muchos hombres de Andrew por la zona.

Ahora que lo pensaba, no tenía la más remota idea de dónde se encontraban, ni de cuánto tardarían en llegar al clan de su hermano Andy, pensó en preguntarle a Andrew, pero no tenía ganas de volver a discutir con él, y era lo que acabaría pasando, siempre acababan discutiendo por cualquier cosa, ya empezaba a ser hasta cómico.

Habían cazado unas cuantas presas para la cena, se dirigeron de nuevo al pequeño campamento que habían montado, al llegar lo primero que hizo es buscarla a ella con la mirada, no se habían hablado en todo el día, aún seguía bastante enfadado por la broma de Kristal, aunque debía reconocer que evitarla durante todo el día y no hablarle se le estaba haciendo una autentica tortura, solo la observaba inconscientemente cuando ella no lo veía, cuando se daba cuenta de lo que hacía se regañaba a sí mismo y seguia con su pose sería y distante.