Capítulo 10: Quédate

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Andrew, Andrew.- Lilit estaba ante su hermano, mirándolo con el ceño fruncido, meneaba su mano ante su cara, este se había quedado embobado.

-¿Eh?.- Él la miró y se quedó parado, vio a las dos mujeres que estaban al lado de Lilit, ¿Cuando habían terminado de bajar la escalera?.- Pasemos al salón.- Él se giró y comenzó a caminar hacía el salón, seguido de sus hermanas y Kristal.

Entraron al salón, sus hermanas y Andrew se sentaron en sus respectivos asientos, y al ver que Kristal dudaba le señalaron donde sentarse.

Andrew presidía la mesa, Lilit y Lesly estaban sentadas a su izquierda y Kristal se sentó donde le habían indicado, a la derecha de Andrew.

-Supongo que tendré que darte algunas respuestas, igual que tú ami.- Kristal sorprendió a todos al hablar dirigiéndose a Andrew, mirándolo fijamente, las dos hermanas se miraron haciendo una mueca.

-Si pero mejor que hablemos lo que tengamos que hablar después de comer, en mi despacho. - Él la miró y cuando vio que ella después de pensarlo asentía con la cabeza, él repitió el gesto y se dispusieron a comer todos en silencio. Hay se dio cuenta de que se tuteaban, ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento… Bueno, creo que ni siquiera se habían tratado en ningún momento con las debidas formas.

Estaba siendo una comida muy... extraña e incómoda, nadie había hablado, y la hermanas para relajar un poco el ambiente empezaron a hacerle preguntas a Kristal.

-Kristal, ¿tienes hermanos? .- Lesly miró a Kristal con curiosidad.

-Si, tengo un hermano mayor, pero no lo veo nunca.- Ella volvió a mirar su plato, en sus ojos se reflejaba la tristeza al responder.- Él es casado, y tiene un hijo y una hija, mis sobrinos.

-Y tu, ¿eres casada? ¿Tienes hijos? .- Lilit miró a su hermano de reojo, viendo cómo este se había tensado a la espera de la respuesta, y Kristal había fruncido el ceño.

-No creo, ¿no ves que es muy joven para casarse ya? .- Lesly respondió a su hermana, mirándola con obviedad.

-No, no estoy casada y muchos menos tengo hijos.- Ella sonrió respondiendo.

-Ah, qué raro que no te ronde ningún hombre, siendo tan hermosa.- Lilit removió la sopa de su plato.

-¡¿Queréis dejarla ya en paz?!.- Andrew miró a sus hermanas, pidiéndoles con la mirada que dejarán el interrogatorio a la invitada.- Comamos.- Todos siguieron comiendo en silencio y las hermanas se miraron con una sonrisa de complicidad.

Cuando acabaron de comer Andrew y Kristal se dirigieron al despacho, y Lilit y Lesly se quedaron tras la puerta escuchando la conversación.

-Bueno, toma asiento.- Andrew señaló la silla y Kristal se sentó, después él tomó asiento.- ¿Quién empieza?.- Andrew vio como ella alzaba una ceja.

-¿Por qué me trajiste aquí? ¿Dónde me encontraste?.- Kristal se acomodó en la silla.

-Ya te lo he dicho.- Suspiro.- Te encontramos en el bosque, estabas malherida y te trajimos para que te curarán las heridas.- Él se quedó callado unos segundos.- ¿Quien te hizo todo eso? ¿Qué hacías en el bosque?.- Él la miró fijamente.

-Es... largo de explicar.- Al ver que él esperaba que ella le contara, suspiro y comenzó a hablar.- Mi nombre es  Kristal MacKam, soy la hija de un Laird, un malvado Laird llamado Rodik MacKam, es un egocéntrico al que nunca le importé. Un día descubrió mi secreto, que yo me reunía con la hija del clan vecino, porque somos amigas desde niñas, aunque nuestros clanes son enemigos, por eso nadie debía saberlo. Desgraciadamente cuando él se enteró montó en cólera, y su castigo fue tremendamente cruel...  Me vendió.- Vio como Andrew la miraba, con algo de sorpresa, ella hizo una mueca, con ojos lastimeros.- Me vendió como si fuera un objeto, hizo un trato con otro ser repugnante como él llamado Chiamon, el Laird Chiamon Natrach. Naturalmente yo me resistí todo lo que pude, pero me ataron, y me llevaron a la fuerza, fue un día de viaje, y al llegar a su castillo me encerraron en una habitación, estaba muerta de hambre, de frío y agotada, esa noche Chiamon se metió en mi habitación totalmente borracho, e intentó abusar de mi.- Andrew se tensó.- Pero, no lo consiguió, le abrí la cabeza con un jarrón, después salí corriendo para intentar escapar, pero durante la huída sus hombres consiguieron atraparme, al herirme con una flecha que me atravesó el hombro.- Vio como Andrew miraba su hombro y ella asintió repetidas veces indicándole que sí que se trataba de esa herida.- Me llevaron de vuelta al castillo, y ese cerdo me castigó brutalmente, esa noche me llevó a las mazmorras…- Vio la mirada de Andrew, de comprensión y lastima.- El fue el que me dio los latigazos, pero ahí no acabó todo, me gritó en mi cara que iba a pagar muy caro mi desplante, y que si no había querido ser suya iba a serlo de cientos, organizaron todo para llevarme a un prostíbulo de un amigo suyo, por el camino hicimos una parada cerca de un arroyo para abrevar a los caballos y descansar un poco, cuando tres de los soldados empezaron a  meterse conmigo, diciendo que cómo iba a un prostíbulo ya podían empezar a... Usarme, me agarraron y me alejaron del grupo, con la intención de violarme, conseguí luchar contra ellos y logré escapar, gracias a Dios no se dieron cuenta que cogí a mi yegua y salí galopando durante horas, estaba débil, llevaba días sin comer y sin descanso, cuando ya no podía más pare para descansar un poco, ahí fue cuando me encontraste, y el resto de la historia ya la sabes.

-Lo siento, debe de haber sido duro vivir todo eso.- El meneo la mano por la mesa, como si fuera a coger la de ella, pero no lo hizo.- La verdad es que es una historia muy traumática.

Entonces la puerta se abrió de golpe y ambos miraron hacia allí, viendo cómo las dos hermanas caminaban hacía ellos enfurecidas.

-¡¡¡¿Como que traumático?!!!.- Lesly al haber llegado ya hasta ellos gritó poniendo las manos en sus caderas y su hermana hizo lo mismo gritando.

-¡¡¡¡Eres un bruto, tenemos que protegerla y ayudarla!!!!.- Lesly gritó a su hermano enfurecida.

-¡¡Os tengo dicho que no escuchéis conversaciones tras las puertas!!!.- Él se levantó de su asiento mirando de una a otra.

-¡¡¡Me importa un comino, que poco delicado eres, tenemos que ayudarla, que protegerla!!!.- Lilit gritó mirándolo molesta.

-¡Yo sé lo que tengo que hacer! ¡Iros a vuestra habitación, ya hablaré con vosotras más tarde!.- Él se volvió a sentar en su asiento. Y sus hermanas se sentaron cada una a ambos lados de Kristal.

-¡Que te lo has creído!.- Hablaron las dos a la vez acomodándose en sus sillas.

Andrew suspiró rendido ante sus hermanas, miró a Kristal y notó que ella estaba algo avergonzada debido a la situación.

-Kristal, todo lo que nos has contado es una historia horrible, aquí estarás a salvó, el tiempo que necesites, podrás recuperarte tranquilamente, y cuando tú dispongas, si gustas podemos llevarte a donde quieras, si quieres ir con algún familiar o, lo que tú quieras...- Andrew se encogió de hombros.- O puedes quedarte aquí, te aseguro que te ayudaremos en lo que necesites, eso no lo dudes.

-Muchas gracias por tu hospitalidad, me gustaría ir con mi hermano, es la única familia que me queda.- Vio como Andrew la miraba fijamente.

-Como gustes, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras.- Él le sonrió asintiendo, y para ninguno de los dos pasó desapercibido como las dos hermanas aplaudían y sonreían felices.

-Gracias Laird MacCarson.- Y Kristal por primera vez, desde que empezó su calvario sonrió sinceramente. Andrew sonrió y asintió.

-Pues supongo que mis hermanas estarán encantadas de mostrarte alguna de las habitaciones para que puedas acomodarte.- Él vio como sus hermanas se levantaron corriendo y agarraban a Kristal de ambos brazos y empezaban a caminar hacía afuera.

-Ya verás, aquí estarás estupendamente, podrás descansar y recuperarte.- Lesly sonrió agarrándole el brazo.

-Siii, nuestro hermano parece un ogro pero no muerde, es bastante bueno, pero muy gruñón.- Lilit río.

Kristal estaba aturdida de escuchar a las dos hermanas hablar al mismo tiempo pero a la vez estaba feliz de saberse salvó.

-Si, parece un buen hombre.- Cuando estaban a los pies de las escaleras giró la cabeza para ver a Andrew sentado en su despacho y viendo cómo la miraba a ella.

-Por supuesto, él nunca nos haría lo que te han hecho a tí.- Al ver que Kristal entristecía Lesly y Lilit la abrazaron enseguida.- Lo siento mucho, no estés triste, ya estás a salvo.

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