-Hola.- Sobresaltado giró el rostro a su derecha dónde de la nada había aparecido una sonriente Kristal sobre su yegua. Observó hacia atrás con el ceño fruncido dónde minutos antes se encontraba ella entre los demás guerreros.
-Hola... ¿Qué ocurre?.- Preguntó observándola.
-Me aburro.- Y así era, apenas llevaban un rato de camino hacia el clan Cameron, no sabía muy bien porqué habían cambiado de rumbo. Y ya que los guerreros no es que le diesen mucha conversación (todos miraban al frente serios, podían dar incluso miedo cuando se lo proponían) había decidido acercarse a Andrew para hablar un poco y distraerse, o acabar discutiendo, quién sabe.- ¿Cuánto falta para llegar al clan Cameron?, ¿Por qué ahora nos dirigimos ahí?.- Necesitaba información.
-Haber... Para llegar falta un rato, hemos tenido que ir hacia allí ya que se acerca una tormenta bastante fuerte, con medida que nos vamos acercando más hacia al norte se va notando el cambio de clima.- Kristal asintió repetidas veces.- Así que les pediremos asilo para pasar esta noche y mañana ya veremos si podemos continuar... Todo depende del tiempo. ¿Conoces a los Cameron?, son buena gente así que no creo que haya ningún problema, pero estaría bien saber si te conocen y saben quién eres.- Andrew la observó de reojo.
-Que yo recuerde no los conozco, así que dudo que haya problema, si que me suena su nombre pero no sé de qué, quizá lo haya escuchado antes.- Se encogió de hombros pensativa.
-Es probable, es uno de los clanes más conocidos ya que poseen mucho territorio.- Concluyó pensativo.
-¿Más grande que tus tierras?.- Alzó las cejas curiosa.
-Los clanes del norte son bastante extensos, al igual que el de tu hermano…- Kristal frunció el ceño.
-¿Y cuánto falta para que lleguemos a las tierras de mi hermano?.- Recordaba que Andrew le había dicho que tardarían unos días, pero quería una cifra exacta, se moría de ganas por volver a ver a su hermano y por contarle todo lo ocurrido.
-Apenas llevamos dos días de camino…- Andrew la observó mientras se mordía el interior de su mejilla.- Ya queda poco, si mañana podemos continuar, como mucho en un día llegaremos, contando con que el tiempo no se complique.- Suspiró.
-Estoy nerviosa por verle… Hace ya tanto tiempo desde la última vez que lo vi.- Hacía más de un año desde la última vez que se habían visto, Andy cuando tenía que viajar siempre se acercaba a las tierras MacKam y casi siempre conseguían verse a escondidas, a veces Rodik en ese momento no se encontraba en el clan por cualquier motivo y podían aprovechar su ausencia.
-Estoy seguro de que él se sorprenderá al verte y se alegrará mucho.- Kristal lo observó con una pequeña sonrisa.
-Eso no lo dudó, me muero por ver su cara cuando me vea llegar contigo…- Sonrió pensativa pero pronto esta se borró a lo que Andrew frunció un poco el ceño.- Aunque tener que contarle todo lo sucedido en las últimas semanas… No creo que le sorprenda ya que él conoce a nuestro padre, pero… ¿Se imaginará siquiera sus alcances?.- Sin poder evitarlo se le humedecieron los ojos y miró para otro lado enfadada consigo misma, Andrew que se había dado cuenta del cambio de tono en su voz se maldijo interiormente por no saber cómo ayudarla, necesitaba verla bien.
-Aunque se que es difícil no pienses en él, tu padre no merece que estés triste por su culpa Kristal.- Al escuchar su nombre entre sus labios un escalofrío la recorrió, le gustaba como sonaba, suspiró volviendo a mirar al frente.
-Lo sé, pero es complicado… ¡Hasta en sueños me persigue!.- Andrew la miró con el ceño fruncido.- He soñado con él hoy… Bueno, más bien era un recuerdo de cuando era niña.- No sabía muy bien si contárselo era buena idea, odiaba ver la lástima con la que la miraban, aunque sabía que él la ayudaría.
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ME VENDIÓ
אקראיKristal MacKam, hija de un horrible laird al que no le importa nada su bienestar. Una luchadora, rebelde e inconformista con las normas de su época, intentará por todos los medios luchar para poder vivir la vida que merece. Él, un guerrero con fuert...