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— Jaemin, ¿qué mier-? —Jeno entró al gran salón, alcanzando y tomando la muñeca de su amigo, quien estaba removiendo la decoración del club.— ¿qué haces?
— Se acabó, así que estoy quitando todo para dejar el salón disponible —Carraspeó un poco y se volteó observando el agarre.— ¿Podrías por favor soltarme?
— Pero... ¿el dinero? aún sigues necesitando el dinero ¿por qué estás tirando todo? —Jeno lo soltó.— ¿Acaso es por Renjun?
Jaemin solo pudo reír suavemente. Continuó desalojando el lugar mientras que el otro chico seguía sin recibir respuesta, seguía con gran confusión dentro de él pero al contrario parecía no importarle nada. Decidió acercarse a él dejando de lado todo lo que llevaba en sus manos y así encarcelarlo contra la pared del salón.
Esto le tomó por sorpresa al menor, observando claramente la molestia en el rostro de Jeno lo cual extrañamente, le hacía sentir nervioso. Sintió una sensación cálida recorrer su pecho cuando sus cuerpos se encontraron más cerca y podían sentir la respiración de ambos. Múltiples pensamientos navegaban en la cabeza del menor, pensamientos que claramente no debían de estar surgiendo, recuerdos que se cruzaban y se activaban en su mente y que la mayoría no traían nada bueno. Sentimientos que pensó y creyó olvidados, y que debían mantenerse así, en el olvido.
Y cuando ya estaba pudiendo suprimir esos pensamientos y calmar un poco los latidos de su corazón, al querer suspirar para aliviar la calidez de su pecho, se le fue robado todo por los labios del contrario chocando contra los suyos. Quiso alejarlo, gritarle y golpearle por lo que estaba haciendo pero al mismo tiempo quería aferrarse, abrazarlo, unirse más a él e intensificar el beso y... lamentablemente, eso hizo.
Los brazos de Jaemin se enredaron en el cuello del contrario, Jeno mantenía un agarre en la cintura del pelirosa, acercándolo más a él. Algunos sonidos un tanto obscenos salían de ambos, más por parte de Jaemin, que sentía que se derretiría en cualquier momento en aquellos brazos que lo sostenían y daban tranquilidad. Cuando ambos separaron el beso en busca de aire, Jaemin pudo detener aquello cuando el castaño tuvo la iniciativa de seguir una vez más con el beso.
Ahora con sus manos descansando sobre el pecho del mayor, suspiró y negó con su cabeza cuatro veces, bajándola y sintiéndose apenado por lo que acababa de suceder. Asomó su cabeza hacia la puerta que yacía abierta con el miedo de encontrar a alguien de chismoso observando, afortunadamente no vió a ninguno.
— ¿Te molesta que nos vean? Pensé que era diferente —Jeno reforzó el agarre que aún ejercía sobre la cintura de Jaemin, procurando que el chico no se escapara.
— Sabes, sí, me molesta muchísimo que alguien entre y nos encuentre así ¡más porque tú y yo no somos nada! —Sus manos se volvieron puños.— Y-y si fuera Renjun quien nos viera entonces... sería desastroso
— Sí, lo entiendo... ¿pero por qué estás tan nervioso ahora? Somos amigos después de todo, hemos hecho estas cosas un montón de veces y hasta ma-
El sonido de un golpe en seco, producto de una cachetada que le proporcionó el menor hacia Jeno, fue escuchado de repente cortando las palabras de este último. No le dolió mucho, pues Jaemin no golpeaba tan fuerte—a menos que estuviese muy enojado o algo así—pero de todas formas le tomó mucho por sorpresa.
— No digas tonterías, nunca llegamos a tanto y creo que jamás llegaremos a eso
Las palabras del chico fueron como un cuchillo de gran filo para Jeno, sonaron hermosamente dolorosas viniendo de él con ese tono y esa mirada que parecía decirle claramente, que lo odiaba, aunque en su cabeza había algo que le decía que no era así y que mejor dejara de hacerse ideas, en Na Jaemin no cabía el odio.
— Sabes... hay algo que odio de ti, y algo que debo de confesar ahora para no callarlo más... —El tono de voz del pelirosa ahora era un poco más calmado, su respiración estaba algo errática y sus labios llenos de suspiros, por un momento, un extraño sentir cálido recorrió su pecho una vez más.
Jeno se notaba atento hacia lo que el menor quisiera comunicarle. Se masajeó un poco la mejilla pues ardía un poco aún, pero no le dió mucha importancia, muy en sus adentros cree que se lo merecía hace mucho.
— Te escuch-
— Ugh, aún me gustas... o —Hizo una pausa.— quizás solo estoy reviviendo los sentimientos que jamás pude soltar con libertad cuando estábamos juntos... porque, luego pienso en Renjun y... todo se vuelve muy diferente
Los ojos de Lee se abrieron en sorpresa al escuchar las palabras de su mejor amigo y, lo que alguna vez fue, amante. Todo esto era muy raro para él, más siendo que nunca pudo descifrar lo que su corazón sentía con plenitud tampoco, y que todo era un mix extraño dentro de él, lo único que sí tenía claro, es que el cariño que tenía por Jaemin no se podría igualar jamás al que le tenía o estaba creando, por Renjun. Si bien le gustaba el pequeño chico, no podía compararse con las mariposas que alguna vez Na le hizo sentir, pero todo estaba siendo muy extraño, ¿sería posible siquiera que ambos estuvieran experimentando un mismo enamoramiento? ¿por la misma persona?
Pensó que aquello sería muy cruel con el mayor, pues de alguna manera habían estado jugando con él y lo que sentía sin tenerlo tanto en cuenta, lo cual había sido terrible por parte de ambos. En su cabeza y su visión no estaba muy claro lo que tendrían que hacer después de todo esto, pero definitivamente tenían que arreglar las cosas con Huang.
— Verás, Jaem... no podré jamás negar lo que siento también por ti, no se compara con lo que siento ahora por Renjun, este chico... —Suspiró.— me cautivó al igual que a ti, sin embargo sé que tú y yo no podremos tener algo de nuevo y... sinceramente no sé cómo resolveremos esto con Junie, y no quiero seguir compitiendo contigo de esta manera tan absurda sabiendo aún que perderé haga lo que haga...
Jaemin chasqueó con los dientes, volteando su cabeza hacia un lado y sonriendo irónicamente. — ¿Eres tonto o escuchas lo que dices? No quieres competir pero aún así piensas que perderás —Rió en sarcasmo.— ¿qué perderás exactamente? Mejor dejemos de asumir lo que Renjun quiere y qué es mejor para él y hablémosle como personas decentes y no como hormonales
— Hm... bien, ¿pero podrías tratarme lindo al menos una vez? Siempre estás regañan- ¡auch!
Aquel quejido fue el indicador de que el menor había golpeado la cabeza del contrario para que no siquiera con sus tonterías. Después de todo, eso le gustaba de Jeno, siempre tan nervioso cuando de sus sentimientos y pensamientos más profundos se trataba y nunca tan valiente para afrontarlos, pero siempre tan dulce cuando los aceptaba. Solo había que darle tiempo y, hasta pensó que sería mejor dejar a su amigo ser e ir tras Renjun. Él por su lado, podría seguir solo mientras ellos, quienes más quería en todo este último tiempo, fueran felices.
— Jen... ¿te molestaría si por última vez... yo...?
Jaemin estuvo a punto de acercarse y besarlo otra vez cuando alguien desesperadamente entró al salón.
Era Chenle.
Agotado de tanto caminar y subir escaleras hasta encontrarlos, Chenle pronunció palabras en una respiración muy agitada. — Hah... Ustedes dos, están en graves problemas
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LOVE CLUB | NORENMIN
Fanfiction❝ Donde Jeno y Jaemin inicialmente crean un pequeño club para ayudar y dar consejos a aquellas personas que tengan problemas con el amor. Un día reciben una carta de un tal Renjun, que al parecer quiere unirse al club. ❞ ✦ historia origina...