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— ¿Qué?
Los ojos de Jeno parpadeaban a cada rato, a cada segundo, esas palabras que habían llegado directamente a sus oídos no se las podía creer, de ninguna manera ¿era siquiera posible eso? Bueno, ahora entendía que sí, pues aquel chico frente suya se lo había dicho, pero, quizás estaba confundido.
— Debes estar confundido, definitivamente—Dijo Jeno moviendo su cabeza en forma de negación una y otra vez, dándole la espalda para ir hacia el baño, pero deteniéndose en medio camino.
— No, no lo estoy... estoy totalmente seguro de lo que digo y, claramente, de lo que siento—Dijo Renjun tomando con fuerza las ropas que estaban sostenidas con sus manos sobre su pecho.
El corazón del rubio latía con irregularidad y con fuerza, sentía sus piernas temblar un poco. Sabía que lo que sentía estaba mal y que una vez lo dijera en voz alta lo recriminarían por eso, por primera vez en su vida había tomado al valor para decir algo tan importante para él y pensar que Jeno, justo de pie frente suya, lo estuviera viendo como la cosa más abominable del planeta solo rompía su corazón en pequeños trozos.
— Pero... comprendo perfectamente que no te lo tomes bien—Jeno seguía de espaldas, su cabeza se movió un poco para escuchar al más bajo con claridad.— Sabes, ¿qué más quisiera yo que dejar de ser un tipo raro? para todos soy un raro y mira, me gustan dos personas, ¡y son chicos! ¿qué más puede ser peor?
Y estalló en llanto, soltó las ropas sentándose en el sillón tapando su rostro con sus manos, lloraba lo que no había llorado en días porque se estaba sintiendo bien junto a esos dos, lloraba porque las cosas ahora no iban a ser iguales y lo sabía, lo comprendía más que nada. Su llanto cesó por segundos cuando sintió a Jeno a su lado, éste ahora lo abrazaba, sin ningún aviso. Había silencio y nada más que eso, Renjun estaba perplejo en su sitio correspondiendo al final al abrazo, dejó su cabeza caer en el hombro del contrario y llorando nuevamente.
— No eres raro por eso... solo, me tomó por sorpresa—Dijo Jeno acariciando los cabellos del mayor.— Aún así, puedo asegurarte que Jaemin se lo tomará bien, no te preocupes.
— ¿E-estás seguro de eso...? porque, ya no sé si quiera que se entere—Jeno se quedó mirando un punto fijo y luego suspiró, se separó de aquel abrazo y observó a Renjun, pasó su pulgar por los ojitos del chico secando sus lágrimas y le brindó una sonrisa que hizo a sus ojos esconderse un poco.
Jeno se levantó de su lugar dejando un poco desconcertado al mayor, el primero se dirigió a su destino, el baño, para por fin darse la ducha que necesitaba. Mientras tanto el mayor inconscientemente hizo una mueca con sus labios, se sentía como un idiota.
Minutos después se escucharon golpes en la puerta, luego el timbre, después patadas o algo por el estilo, pues eran ruidos muy fuertes y luego quejidos. Todos provenientes de la puerta, se acercó para abrir y allí estaban Jaemin y el otro chico moreno Donghyuck.
— No tuve otra opción que venir porque estaba preocupado por ustedes—Dijo el pelirosa al notar que Renjun había abierto un poco la boca para hablar, adelantándose, como siempre.— Más por ti que por Jeno, él se comporta extraño en algunas ocasiones y no iba a permitir que te hiciera algo.
— Creo fervientemente que quien te llegaría a hacer algo es otra persona...—Habló Donghyuck con una sonrisa a medio lado mirando disimuladamente a Jaemin.
— Bueno... pasen ¿si?—Renjun movió su cuerpo para que ambos chicos pasaran sin problemas, estaba demasiado nervioso y rogaba porque no hayan notado su asquerosa cara toda roja.
Donghyuck se dirigió directamente hasta el sofá sentándose como si fuera su casa, mientras que el pelirosa inquietamente fue hasta el baño donde se escuchaba perfectamente el agua caer lo cual daba a entender que Jeno estaba tomando una ducha, pero parece que a éste le importó menos.
Tocó desesperado gritando cosas sin sentido que quizás solo entendían esos dos chicos, el moreno desinteresadamente se alzó de hombros cuando notó la mirada de Renjun hacia la situación.
— ¡AH! ¿Por qué tienes que ser tan imbécil? ¡Esta es mi casa, respétala!—Ese era Jeno gritando porque la puerta del baño fue abierta y Jaemin ahora se encontraba dentro, molestando.
De tanto que estuvo absorto en su lugar, caminó para tomar su teléfono. Tenía cinco llamadas perdidas de Chenle, su amigo de siempre, aquello le había preocupado demasiado, ¿le había pasado algo? pero agh, ¿cómo podía pensar de esa forma si su amigo ha estado desaparecido todo este tiempo?
Intentó llamarlo, pero su teléfono no tenía más saldo, le daba miedo pedirle al de mechas de colores su teléfono para hacer esa llamada, Jaemin quizás le decía que sí pero ahora estaba en el baño con Jeno... Ahora que lo pensaba, ¿por qué ahora esos dos se encontraban allí, con la puerta cerrada? ¿por qué hablaban en el jodido baño? Optó por sentarse en el sillón junto al moreno, un poco más alejado de él y observando su celular como un obseso, no recibía más llamadas y el miedo lo estaba matando.
¿Y si Jeno le estaba contando a Jaemin sobre su extraño enamoramiento por ellos dos? ¿Qué mierda estaba pasando en su vida de repente?
Y como las cosas no podían ponerse más raras, Jisung era quien lo llamaba ahora.
— ¿Hola?
— ¿Renjun? Ah, qué alivio, necesitamos tu ayuda...
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LOVE CLUB | NORENMIN
Fanfiction❝ Donde Jeno y Jaemin inicialmente crean un pequeño club para ayudar y dar consejos a aquellas personas que tengan problemas con el amor. Un día reciben una carta de un tal Renjun, que al parecer quiere unirse al club. ❞ ✦ historia origina...