LOVE CLUB | NORENMIN

05 ; sweet dolphin.

[ ♡ ]

¿Alguna vez se han enamorado? Si es así, seguramente habrá sido la cosa más fascinante que podrán haber sentido en toda su vida, ¿no? Quizás no. Para algunos puede que no haya sido algo muy bonito, ya sea porque se hayan llevado una desilusión o quién sabe. Pero todo es tan extraño, al principio ni te das cuenta, ¿cuándo una persona puede considerar que está enamorada?

"A lo mejor si tu corazón se acelera al ver a esa persona" escuché una vez eso, pero, mi corazón puede acelerarse por varias cosas, más eso no se considera estar enamorado. "Tal vez si te quedas mirando mucho a esa persona" por lo general soy muy observador, así que no lo sé.

Era difícil de entender lo que sentía, porque al estar junto a él todo se volvía más claro, ¿por qué las personas tienen que ser tan extrañas e inentendibles? Muchas veces me imaginé poder estar a su lado de otra forma, que él me viera pero no como su amigo, que me tomara de la mano y me besara. Las personas no tenían una manera de demostrar que estaban enamoradas, al parecer sólo a veces lo sabían. Quién sabe, posiblemente una persona nunca habría estado enamorada hasta pensar, "oh, puede que esté enamorado" y ya obligas a tu mente a atarte a alguien de una manera bella y un tanto dolorosa. En serio, ¿quién entiende a los humanos? Realmente nos gusta sufrir.

Porque yo más que nadie sé que jamás podré tener a Jisung de la manera que yo quisiera. Lo más probable era que él ni siquiera estuviera interesado en los chicos y menos en los chicos como él. Pero, ¿por qué siempre tenía que auto degradarse de esa manera? Porque era cierto, nunca estaría al nivel de Park Jisung, un chico increíble, de sonrisa encantadora, genial en el baile y en todo lo que hiciera. Era imposible llegar a tener algo con él. Debía sacarse a Jisung de la cabeza.

— ¿Chenle?— dijo Renjun, quien notó que su amigo se había quedado un tanto perdido viendo a la... nada.

— Ren, lo siento mucho pero, no voy a ingresar a ese club.— bajó la cabeza un tanto triste sabiendo que no podía estar en un club sobre amor cuando su corazón estaba medio roto.

— Ah, está bien, entiendo. Es que aún le falta gente y pues-

— Entiendo, pero yo no quiero ser parte. Es más, quiero olvidar que en algún momento me llegué a enamorar.— Chenle se levantó de la banca y se encaminó rumbo a su casa.

— ¡Hey, espera! Se supone que estamos esperando el bus, ¡no puedes irte así!— Renjun intentó seguirlo pero Chenle no se lo permitió.

— Necesito pensar, caminaré hasta mi casa solo. No te preocupes Ren. Nos vemos.— y se marchó.

Detrás suya, el rubio alcanzó a escuchar una voz que inmediatamente reconoció, era Jeno.

— ¿Muy solo? Jaemin me dejó y se fue primero, ¿te acompaño?

Y no dudó en asentir repetidas veces.

[ ♡ ]

Hacía un tanto de frío porque ya había anochecido, quizás no había sido muy buena idea suya irse caminando solo, pero ¿desde cuándo tuvo una buena idea él? Nunca.

Estaba confiado en que no demoraría mucho en llegar a su casa caminando pero jamás se dió cuenta que en realidad era mucho lo que tenía que caminar, ya se estaba cansando y le dolían los pies. El problema era que ya estaba lejos de la estación de buses y no tenía dinero para pagarse un taxi, hubiese deseado llevar unos cuantos billetes consigo pero fue tan idiota de dejar su billetera en su casa. Logró observar a lo lejos una pequeña banca, en lo cual no dudó en caminar hasta ella y sentarse un rato a descansar, no era tan tarde pero aún así en invierno las noches eran eternas y todo se oscurecía rápido.

— ¿Qué haces por acá tan solo?— Chenle se asustó por la voz que escuchó, además se negó a voltear quién era ya que este se había sentado junto a él. Lo que le impresionó fue que sintió cómo su cuerpo fue cubierto por una chaqueta un poco grande y cálida, agradeció mucho el acto, quiso soltar unas palabras de su boca pero al ver de quién se trataba se quedó paralizado.

— J-Jisung...

— No digas nada, te vi caminar temblando desde mi ventana, no dudé en salir a buscarte. ¿Por qué no tomaste un bus?— El peliverde quedó sin palabras, ¿qué debía decirle? ¿que intentaba caminar y pensar solo para buscar la manera de olvidarse de él?— Bueno... tus mejillas están muy rojas.— Jisung colocó su mano en una de las mejillas de Chenle, lo cual hizo que éste último estuviera más nervioso.— Quédate en mi casa mientras mi madre llega del trabajo y te llevamos a tu casa, infórmale a tus padres que estás bien. Lo más probable es que estén preocupados por ti.

Chenle asintió y ambos chicos se levantaron de la banca y caminaron hasta llegar a la casa de Jisung.

Era una casa cómoda, grande y bastante acogedora. Tenía un ambiente como de película donde una familia entera se reuniría a ver alguna película y reír en una noche muy fría de invierno, como justo en esos momentos, sólo que a diferencia de una gran familia solo se encontraba él en el sofá del de cabellos dorados tirando a anaranjados. Éste último se encontraba preparando un chocolate caliente para Chenle el cual aún se veía con un poco de frío.

Se acercó hasta la sala dándole el chocolate caliente al chico antes advirtiendo que no lo tomara tan rápido porque estaba muy caliente, así que el castaño sopló un poco la taza y tomó un sorbo del chocolate dejando la taza sobre la mesa para dejarla reposar un rato. Estaba delicioso, jamás había probado un chocolate tan delicioso como el que le acababa de preparar Jisung.

— Mi mamá me enseñó a hacerlo, espero te haya gustado.— sonrió un poco mientras se rascaba la nuca.

— Ah, sí, sí. Muchas, muchísimas gracias. Está riquísimo.— le correspondió la sonrisa un tanto, luego bajó la cabeza mordiendo su labio inferior pues se sentía un tanto avergonzado teniéndolo cerca.

¿Ahora qué se suponía que haría? Estaba perdido, su corazón latía a mil por hora. Todo le estaba saliendo al revés. No se suponía que debía de aceptar la ayuda de Jisung, no debería de estar en casa suya, en su sofá tomando un delicioso chocolate caliente. Debió haber tomado el bus para largarse a su casa junto con Renjun y pensar en su dulce cama.

¿Y si la madre de Jisung jamás llegaba a la casa? ¿O si llegaba muy cansada como para llevarlo a su casa? Buscó su teléfono desesperadamente para llamar a sus padres y contarles lo que había pasado, su madre le regañó un poco pero entendió que al menos estaba seguro y que no demoraría. Jisung lo estaba mirando atentamente y él se estaba poniendo nervioso. Sus latidos eran irregulares, ¿escuchará él su tonto corazón latiendo como loco?

Tomó su chocolate caliente y bebió rápido provocando que se quemara un poco la lengua soltando un pequeño grito del peliverde. Jisung tomó rápidamente la taza y la dejó en la mesa.

— Ah, tonto te dije que no lo tomaras muy rápido.— rió un tanto bajito.

Los ojos de Chenle tenían unas cuantas lagrimitas por el ardor que estaba experimentando su lengua, se veía como un tonto muy tonto seguramente, Jisung ya se lo había dicho. Qué estúpido se sentía por dejarse llevar de los nervios. Seguro y ahora el chico se burlaría toda la noche de él. Sintió como una lágrima cayó por su mejilla.

Jisung pasó su dedo pulgar por uno de los ojitos de Chenle, mantuvieron contacto visual y el menor le sonrío nuevamente. El mayor tenía seguro que su corazón estallaría en algún momento.

— Eres lindo.

Chenle entendió que estaba enamorado, no era normal sentirse así, era mágico y lo amaba. Por fin lo había comprendido, seguía siendo extraño pero hermoso a la vez. Jamás volvería a renunciar a su amor, posiblemente tenía una oportunidad y no la iba a desperdiciar.

— Tú más.

___________ ✦ ___________