Ahora que estaba más tranquilo en casa, Manuel pensaba en los momentos que había pasado con Mateo. Desde aquel beso hasta la fecha y lo que ocurrió esa tarde en su habitación.
No había podido dejar de pensarlo desde entonces, se imaginaba a ambos besándose y tocandose una vez más. Mateo era quién lo manejaba perfectamente, sus manos se deslizaban hasta tocarlo, acariciando su cuerpo y eso solo hacia que perdiera el control.
Suspiraba cuando pensaba en él, y no era muy buena idea hacerlo en la hora de la comida, ya que su madre se daba cuenta de su sonrisa boba o le preguntaba porque se la pasaba suspirando. Llegando a preguntarle sobre alguna nueva novia o del tema.
Sí, ya estaban enterados que Alise y él habían terminado definitivamente.
Estaba a nada de salir por su auto para irse a casa del rizado, muy bien no sabía que era lo que planeaba pero conociéndolo podía esperar cualquier cosa.
Ahora mismo no sabía porque se había dejado besar en todas las ocasiones, es más, él mismo lo había besado y acariciado.
Mateo era tan adictivo que ahora mismo se mordía el labio al recordar sus labios, sus manos y su sonrisa iluminandole el rostro.
Manuel se había de pie a lado de su auto metido en sus pensamientos, solo miró a su madre llegar y se adentro al auto; se despidió diciendo que llegaría tarde de con Valen y que quizás cenaría haya.
Después de eso, Manuel frunció sus labios de camino a casa de Mateo, sus manos empezaban a sudar y esas sensaciones en su vientre le indicaban cosas que no le gustaban. Tal vez Mateo por fin había causado eso en él, estaba cumpliendo con su acuerdo.
•••
Por otro lado, Mateo estaba en la cocina haciendo lo que estaba dispuesto a prepararle a Manuel. Si bien consiguió chocolate líquido dándose cuenta que tenía la mini fuente de chocolate en casa y que no necesitaría ayuda de su padre.Sirvió y dejo que la máquina funcione por si sola, las fresas con chocolate eran exquisitas y eran una buena forma de demostrarle a Manuel el camino que quería tomar con él.
Además de que más tarde quizás prepare para cenar, solo habían pasado dos horas desde que terminó de comer para irse a bañar y arreglar un poco su habitación al igual que la casa, aunque no estaba tan desordenado.
Mateo sonrió cuando en la pantalla de su celular vió el nombre de Manuel llamándole, se vió una última vez en el espejo y fue a su portón para abrirle.
Vainstein venía con una campera negra con colores azules y verdes. Sus pantalones deportivos negros y esa combinación de zapatillas, Mateo juro quedarse como un tonto al verlo.
—Si querés tómame una foto para que sigas mirándome—la voz de Manuel lo trajo de vuelta, se hizo a un lado para dejarlo pasar cerrando la puerta, caminando hasta la entrada de la casa sin decirse nada.
Manuel al entrar, notó el ambiente bastante fresco, un aroma a vainilla con chocolate y muy ligeramente a lavanda. Palacios cerraba la puerta de la casa mientras Manuel lo miraba más detenidamente.
Mateo vestía con joggings holgados en color negro, con una ramera blanca igualmente holgada y su visera en color negro hacia atrás cubríendo esos rizos que le encantaban. Además de que estaba usando el mismo par de zapatillas que solía usar.
—Sos vos quién necesita una foto mía—enuncio el rizado, dejó las llaves en la mesa de centro en la sala y se fué hasta Manuel con una sonrisa—. Dejá te saludo bien. Hola, baby.
Saludo dulcemente besando la comisura de sus labios, un roce demasiado inocente para lo que esperaba Manuel, Palacios se separó yéndose hacia la cocina.
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ƇƠƝƬƦƛƦƖƠƧ·TruepliK·
Fanfiction»ƇƠƝƬƦƛƦƖƠƧ« [Trueplik] |»Manuel y Mateo son estudiantes del Colegio y no se soportan el uno al otro, sin embargo esto no durará para siempre. Conforme el tiempo se darán cuenta cuanto pertenecen el uno por el otro, con ello demuestran solo peleas...