ƇƠƝƬƦƛƦƖƠƧ·TruepliK·

23

Después de que Mateo se haya matado los días estudiando pudo salir antes de que la clase terminará sorprendiendo hasta al mismo profesor por haber terminado y no quedarse hasta el final.

Palacios salió del aula sacando su celular para mandarle un mensaje a Manuel de que ya estaba afuera de clase y todo había salido bien. La situación y la presión le detuvieron el hambre, sin embargo ahora estaba en la cafetería pidiendo para comer.

Tomo el lugar en una de las silla en la mesa de en medio, había cuatro personas en el lugar incluyendolo a él, ya que todos seguian en clase. Mateo miraba su celular esperando una respuesta de Manuel.

Palacios agradecía que hoy tuviera partido ya que se vería más tiempo con el mayor. En cuanto más aproveche mejor.

Durante un rato Mateo saboreaba la comida bajo la atenta mirada de una castaña justo en la entrada del lugar.

No fué que Mateo se dió cuenta hasta que la vió acercarse a él parándose enfrente con un porte retador junto con sus brazos cruzados. Palacios se limpio sus labios mirando la pantalla de su celular.

Ya voy, jefe. Había respondido Manuel, ahora lo único que quería era que ellos dos no se encontrarán. Un ruido se escuchó en el vacío lugar cuando Alise golpeó la mesa donde Mateo estaba, llamando su atención enseguida.

—¿Qué te pasa linda?—pregunto, la castaña entrecerro los ojos inclinandose sobre la mesa.

—No te saldra bien Palacios, se te olvida quién es el segundo en ¿esto?—le dijo, Mateo le miraba firme pero a la vez serio y sin ningún tipo de enfado—. Quiero que me digas si es cierto que vos y Manu...

—Eso es algo que a vos no te importa, no sos más su novia—contesto sin dejarla terminar, Mateo se inclinó a ella con una sonrisa torcida—. Ay Ali, la gran oportunidad que tenías al tener a alguien como él...

Dijo Mateo casi suspirando.
Alise endureció su mirada, Mateo la examinó alejándose mientras se tomaba la barbilla.

—Apuesto que Manuel hace todo ésto para darme celos, pero que sepa que yo también estoy con alguien—Mateo se encogió de hombros mirando su celular de nuevo.

Miró la mesa bajó la mirada de ella, por suerte ya había terminado su comida.
—Que a comparación de ustedes dos, nosotros no lo hacemos por algo tan tonto como para llamar la atención.

Y eso le hizo mirarla, arqueó una ceja, no estaba con Manuel para llamar la atención, estaba por...

—Es que vos, sos tan...—dijo Mateo frunciendo el ceño cruzandose de brazos—. Uff se me fue la palabra.

Decía sarcástico, bajó la mirada simulando recordar y la subió volviendo a sonreír.
—A sí, sos una completa zo...

—Bastardo hijo de puta—interrumpió ella caminando a su lado incliladose a él-. No me intentes buscar Mateo, que vos sabés perfectamente que si yo ahora mismo voy y le hago un drama a Manu el volve conmigo enseguida...

La sonrisa de Mateo se amplió mirando al frente mientras Alise seguía murmurandole cercas del oído.
—...No me a dejado de querer y por muy mal que la hayamos pasado ¿Te pensas que alguien como vos va hacer que de un día a otro cambie lo que siente? Manuel, hablamos de Manuel Vainstein, Palacios.

Maldita, pensó Mateo empezando a endurecer su mandíbula.
—Quedate con eso por ahora Palacios, que este jueguito tuyo con él, no les durará mucho.

Y se alejó yéndose por dónde llego, Mateo bajó la mirá ignorando la punzada en su pecho, al parecer Alise tenía un punto, Manuel es diferente al resto y por eso le pareció interesante desde un principio; pero ahora que lo pensaba tendría que hacer algo para que el castaño deje de lado a esa mina.