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Mateo lo miró aún más extrañado, cielos, se había olvidado de que solo estába en boxers y mirando a Vainstein. Manuel miraba a los ojos a Palacios, comenzó a caminar a su dirección. Mateo se quedó inmóvil.

Los ojos de Manuel reflejaban algo que Mateo no podía comprender.

—¿Por que me estuviste ignorando? hnm, después vienes interrumpes mi asunto y me llamas patético...gil de mierda.— soltó Palacios, no quería caer en la vergüenza y humillación.

Manuel se detuvo ya estaba lo suficientemente cerca de Mateo, su mirada era firme y desafiante.

—Hnm, ¿Ya cambiaste tu aspecto? Hace rato eras un chico muy ingenuo y ahora eres un pequeño diablillo, no sabes nada Palacios, no tengo nada que ver contigo— seguía mirando sus ojos, Mateo hizo una sonrisa de lado.

—Manu, no me ignores sabes que me tenés...—  ahora con el del seño fruncido era Vainstein, ese "Manu" viniendo de el era...sonaba muy...extraño.

Mateo comenzó a acercarse más a Manuel, entrando en su espacio personal, a paso lento mirando solo a los ojos de Manuel, vio como Vainstein tenía regida su espalda,  Mateo pasó su vista en su pecho como bajaba y subía.

Mierda, no deberá perder la postura...se veía ya más caliente de lo normal.

—Te confiaste...no quedamos en nada sobre lo de tu hermanita Manu...— Mateo mordió su labio inferior mirando ya a los ojos de Manuel.

Vainstein frunció el entrecejo, una oleada de escalofríos recorrió su cuerpo en cuanto vió la acción de Palacios; mierda no debe de perder ante los ojos convincentes de Mateo.

—No me vengas con tus estupideces Palacios, te dije que no quería que le sigas hablando a mi herman...— Mateo puso su dedo índice en sus labios, interrumpiendo, Manuel no hizo nada solo miraba los ojos de Mateo.

—¿A cambio de qué?— miraba los labios de Manuel con una sonrisa traviesa.

Manuel, cerro por un momento sus ojos sintiendo el calor del cuerpo de Palacios, no duró mucho ya que se alejó bruscamente de él mirándolo en forma de advertencia.

Mateo río travieso y se volvio a mordió el labio inferior.

—Mateo...– pudo decir Manuel con su voz ronca, a Palacios le encantaba cuando Vainstein sonaba de esa forma.

Sin nombrar nada, un silencio se mantuvo entre los dos, Manuel no apartaba la vista de Mateo, y Mateo no apartaba la vista de Manuel todo de él, le parecía muy caliente, ganas no le faltaban para tomarlo de la nuca y sentir esos labios carnosos, sentirlos en él, descender hasta su vientre, hasta...

Joder dejate de tanta boludes.

—Entonces...lo que se dice de nosotros...un momento...¿por eso me ignoraste todo este rato? Por un rumor de mierda...– escupió Mateo mirando aún divertido.

Manuel no se movió ni un poco su respiración era entrecortada, su vista le estaba traicionando, quería, quería ver más haya que solo el abdomen de Mateo, mierda no, no...

—Cruzaste la línea Palacios, no me está gustando el hecho de que hablen que tú y yo...—

Mateo soltó una carcajada.

—Mírate, eres un desastre te confiaste y se dió...— no termino de decir ya que Manuel se le acercó, tomándolo del cuello.

—Tu fuiste el que dijo esa mierda ¿cierto? por tu culpa, ¿sabés el problema que causo con mi novia? y te atreves a decirlo, idiota— en si no era del todo cierto, ya que anteriormente su novia le confío, pero aún así le había cargado el momento con ella.

ƇƠƝƬƦƛƦƖƠƧ·TruepliK·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora