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Palacios había tenido una larga, una muy larga plática con su padre después de que se dispuso a decirle que un pibe era su pareja. Porque Mateo después de lo que había pasado en su habitación, no iba a volver a decirle que no eran nada Manu y él.

Después de su charla, Pedro estaba algo confundido por la noticia sin quitar que le agrado mucho el chico.
Y eso ya no le preocupaba a Mateo, él estaba muy preocupado por Manuel, que no le respondía los mensajes ahora. Había pasado el fin de semana con Camilo y con algunos mensajes que Daniel le mandaba.

Ya empezaron a volverse a hablar, pero aún a Mateo se le hacia extraño aquello. Aún así, Camilo le había llevado a su casa con la esperanza de que el rizado olvidará un poco al "imbécil" de Manuel, así lo hacia llamar últimamente Moretti.
Hoy que era martes, Mateo estaba lavándose las manos después de salir de clases.

Miraba su reflejo en el gran espejo del baño escolar, estaba convencido de que Manuel tarde o temprano de algún modo tenía que hablarle, estaba seguro de que ambos la habían pasado bien y que incluso Manuel había estado sonriendo con él. Aún que quizás se precipitó un poco al hacer aquello en su habitación, quizás y Manuel mal pensaba las cosas, sus intenciones o algo.

Pero tampoco olvida quién empezó aquello.

—Que extraño que no estes golpeando a un pobre pibe, bolu—Mateo dejo de mirar su reflejo mirando hacia Daniel. Éste estaba de brazos cruzados con una sonrisa traviesa.

Palacios quitó el exceso de agua de sus manos y sonrió acercándose para abrazar a Daniel por el cuello.
—Sos un malvado, me la re aplicaste—dijo Mateo apretando su espalda, Ribba rió separándose.

—Bueno, ya ¿Querés ir a platicar un poco? no quiero que sea en estos baños de porquería—decía Daniel saliendo con él, Mateo asintió miró a todos lados esperando ver a Manuel entre los alumnos.

El receso recién inicio así que posiblemente esté aún en su aula todavía.

•••


Posiblemente, Manuel no estaba cómodo, no, no lo estaba en lo absoluto. Estaba contra la puerta del aula, la rubia estaba tomándole del cuello colgándose de él, parecía que le iba a comer enteró.

Había sido una mala idea, Manuel había hablado con Valentín sin decirle nada sobre Palacios y él.

Pero Oliva al verlo estresado decidió hablar con una de las minas más linda de su clase, y coincidía que la mina estaba "enamorada platonicamente" de él. Si bien es una linda chica, su cabello era más largo que el de Alise y estaba atado en una coleta, su sonrisa era linda y sus labios siempre eran pintados por un labial rosado luciendo su piel clara.

Pero...
No podía seguirle el paso, sus labios parecían que estaban entumecidos y no podía concordar con los de la chica. Así que con demasiada timidez decidió quitarla lo más amable que pudo, rechazando todas las posibilidades de una buena vez. Haciendo que ella le maldiciera y se fuera enfurecida por su rechazo.

Ahora estaba solo en el aula sentado en su banca, estaba pensando muy bien lo que estaba haciendo, olvidar a Mateo, era su pensamiento desde lo que pasó; podía olvidar eso de acostarse con él que sonaba absurdo, podía solo decirle que todo terminaba y quedaba para un recuerdo de colegio.

—No, no puedo—se susurro, se tomó los pómulos bajando su mirada a la mesa. Mordió sus labios recordando lo que pasó en la pieza de Matu...

Matu.
Nunca había sido de ponerle apodos a alguien y menos apodos cariñoso o tiernos, Mateo no era una persona tierna, era un pibe con el ego por lo alto; esa risa suya que muchas veces odió por escucharla tan descarada y en otro termino desagradable.

ƇƠƝƬƦƛƦƖƠƧ·TruepliK·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora