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El director tenía algo en mente, para los dos enemigos, hace ya tiempo y llevaban en lo mismo.

Mateo miraba de reojo a Manuel,  el castaño solo miraba al director esperando a que hablara de nuevo, el rizado lo miraba con enojo, con desesperación aún acordándose de lo dicho por la anterior pelea que tuvieron, hace cuanto quería romperle la cara.

—Estaba pensando que hace poco se formó el nuevo deporte en el colegio, he estado pensando en inscribirlos al nuevo equipo de lacrosse—soltó el director viendo a Palacios y a Vainstein.

Mateo volteó a ver a Manuel, un tanto disgustado ¿Estar compartiendo con él? Sería bastante desagradable y extraño. Trueno miraba el rostro de RepliK que por alguna razón se quedó así, mirándolo, Manuel por otro lado empezó a fruncir el ceño, viendo hacia el director.

—Señor Palacios, ¿tiene algún problema?—dijo el director con algo de molestia.

—Amm, bueno sería una tontería jamás acept...

—Por mí bien—dijo Manuel tranquilo y fuera de preocupación, mirando directamente al director ignorando el hecho de que Mateo estuviera hablando.

Palacios se sorprendió por un momento, quería salirse con la suya el pelotudo ese, no lo dejaría.

—Bueno mañana te daré el horario Vainstein, le darás una copia a Palacios, espero y con esto poder mejorar su situación, ya no quiero más quejas por ustedes dos, es todo pueden irse—. Mateo estaba caminando a paso rápido, después de estar en la oficina del director, volteó y viendo hacia un lado Vainstein ya estaba más alejado...
Con su novia.

—Ags, no te saldrás con la tuya Manu...—susurro para después irse a la clase que le tocaba.


***

Manuel estaba caminando a su casa, no le queda muy cerca pero tampoco lejos, ya estaba acostumbrado. Caminaba mientras escuchaba música, cuando llego a casa vió a su hermana sonreí a su celular en mano, demasiado sonriente diría Manuel.

—¿Y esa sonrisa porque?

—Hay hermano, es que...por fin estoy hablando con Palacios, el pibe más irresistible...—dijo acercándose a su hermano.

Pero que mier...
Como puede ser posible ¿Después de todo Mateo se digno a hablar con su hermana? El sabía perfectamente que Ania gusta de él y ahora se digna a hablar con ella.

Así nadamás, se está saliendo con la suya y encima con mi propia hermana.

—No quiero que hables con ese pibe—dijo serio y con un tono firme.

Su hermana pasó de tener su mirada en su celular a su hermano extrañándose por el comportamiento del mayor, pero luego la cambio a una burlona.

—Pero que decís, ¿acaso a vos te interesa Mateo Palacios?..
¿Acaso estás celoso?

Manuel frunció el entrecejo.

—Pero que mier...solo...no me jodas, no le hables que te lo digo—acoto, subiendo las escaleras directo a su habitación. Manuel sabía perfectamente que su hermana lo estaba molestando, pero que sea con ese tipo de comentario...si es un disgusto total.

—¡Que te gusta el pibe! hay Manuel...—susurró lo último para después iré al sillón y tomar su celular con una sonrisa.


-Chat-


·Te hablo mañana Teo.·

·-Si bella, ten linda tarde-·


***

Era de esperarse, Mateo había tomado una ducha rápida antes  de que llegara Mauro, uno de sus amigos al que le contaba sobre el colegio y demás cosas, Mateo estaba ahora sobre su cama. Acaso, sería bueno seguir con eso.

—No se que pensar ante eso, la mina está muy buena, pero...no lo sé, lo quiero joder a él, a estas alturas ya a de saber que me mensajeo con su hermana.

—Supongo, ¿que te la querés tirar Mateo, Siendo la hermana de tu enemigo, es en serio?

—No sé, no te estoy diciendo pelotudo, me quiero tirar a los dos...—lo último lo soltó, así sin más, solo que al final en un susurró.

—Emtonces te la quieres tirar, eh—al parecer no había escuchado, o eso es lo que parece.


—Bueno eh, creo que ya es tarde, te veo mañana Mauro, me saludas a Ignacio, con los demás gil, hace rato no lo veo che, es re vago.

—Jaa, sí lo sé—le giño un ojo Monzon para después salir de la habitación.

Mateo se tiró de nuevo a su cama, está pensando en lo idiota que era, como dijo aquellas palabras estaba hecho un desastre.

Entonces fué cuando pensó en esos ojos color almendra...esos ojos.

¿¡Pero porque!?

—La reconcha suya. Necesito un polvo ya—dijo enojado, pero manteniendo su volumen casi audible.
—¿Porque no dejo de pensar en esos ojos? que me hiciste gacho de porquería. A lo mejor solo querés que te rompa la cara, tranquilo.

—¡¡Hey Teo, que ya está la cena ya bajá!!—su padre le hablaba, haciendo que saliera de sus pensamientos.

























•••

ƇƠƝƬƦƛƦƖƠƧ·TruepliK·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora