HIJOS DE LO PROHIBIDO

CAPITULO 9

-Nos vemos- dijo el rubio- gracias por recibirnos.

Eran ya las doce de la tarde y ellos comenzaban a partir, hoy se habían levantado y ayudado a los aldeanos a levantar sus carpas, querían mostrarles su agradecimiento y que mejor manera que esa.

-Espero que nos volvamos a ver, muchacho- dijo el anciano y puso una mano sobre el cabello del rubio- cuando vuelvan a casa díganle al hokage que la aldea nómada está orgullosa de sus ninjas.

El rubio sonrió y asintió.

-¿Se van?- Preguntó el castaño.

-Tenemos que seguir con la investigación- dijo el pelician.

-Ya veo- dijo algo desanimado.

-Lian- habló el rubio- deberías visitar la aldea, sé que a alguien le gustaría volverte a ver- dijo y miró a su hermana.

El castaño rió, definitivamente lo haría, aunque eso signifique ser asesinado por los padres de la azabache.

-Lo haré, Gracias- dijo y ambos se dieron la mano.

La azabache se acercó y Boruto solo le alzó las cejas repetidas veces antes de dejarlos solos.

-Gracias... Por lo de ayer- dijo la ojinoche.

-No tienes por qué agradecer, no permitiría que una bella Kunoichi fuera lastimada por un idiota- dijo y se rascó la nuca- a demás, sé que a tu hermano no le gustaría volver a perderte, ya estuvieron mucho tiempo lejos.

La azabache sonrió y se acercó a él para depositar un beso en su mejilla.

-Nos volveremos a ver- dijo y caminó hasta sus acompañantes.

El castaño sonrió mientras los veía partir.

-¿Cómo osas besarlo en mi presencia?- Preguntó el rubio indignado.

-Ya príncipe del drama, solo fue un beso, a demás fue en la mejilla.

-Le diré a papá cuando volvamos.

-Yo le diré que estás saliendo con Mitsuki- contraatacó- y que eres el Uke.

-¡Nisiquiera eh estado con él de esa manera para que digas que soy el Uke!- le reclamó.

-Pero pareces.

Mitsuki solo sonreía, no sabía que era un Uke, quizás esa era la razón de su normal comportamiento.
A lo lejos Kiba se reía de sus sobrinos, esos niños eran una joyita en cuanto discusiones, le recordaban a Sasuke y Naruto en su época de Academia.

-¡Sasuke Uchiha!- gritó furioso el rubio en la puerta de la casa.

El nombrado y su hija menor se miraron con horror, habían olvidado hacer los deberes mientras el rubio trabajaba en la torre. Inmediatamente trataron de salir por la ventana pero la casa estaba rodeada por clones.

-¡Sasuke!- exclamó está vez en la puerta de la sala.

Ambos azabaches temblaron, era su fin, quizás el de la niña no, después de todo siempre convencía a su madre con una mirada, pero él, definitivamente ese era su último día.

-¿Si cariño?.

El azabache se giró sobre sus talones decidiendo afrontar a su esposo.

-Puedes explicarme ¿Por qué los quehaceres no se han hecho?- preguntó mirando los peluches desordenados, los cuadernos para colorear, y los crayones de la sala.

-Porque...- miró a la azabache a su lado- ¿Por qué?.

-No sé tu eres el papá- susurró- Inventa algo.