CAPITULO 18

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-¿No han despertado?- Preguntó el rubio.

Habían pasado dos días desde el incidente, habían levantado el campamento y seguido su camino hasta Uzushiokagure, dónde volvieron a alzar el campamento mientras reconstruían el lugar. Sakura, que se había encargado de los mellizos desde el primer momento, acaba de salir de la campaña de los menores quienes aún no despertaban.

-Agotaron su chakra, Naruto, es normal que duerman tanto- dijo la pelichicle.

-Pero me preocupan- dijo mirando la carpa.

-Lo sé, pero debes dejarlos descansar.

Un azabache llegó a ellos y se sentó junto a su esposo, quien lo abrazó en busca de calor.

-¿No han despertado?- Preguntó el azabache.

El rubio negó y el ojinoche suspiró.

-Deberías ir a dormir, Naruto, el bebé lo necesita y tú también- sugirió y besó el cabello del nombrado.

-No, no puedo dormir, no hasta saber que mis bebés están bien.

-Ellos están bien, Naruto- dijo y miró a la pelichicle- sólo están cansados, ¿No recuerdas que tú también dormías por días cuando gastabas parte de tu chakra de manera torpe?.

-Pero... Con ellos es diferente, Sarada pudo salir lastimada por el chakra de Kurama y Boruto despertó el Mangekyo, me preocupa que Boruto tenga problemas en la vista o algo por el estilo, a Sarada tendríamos que sellarle el chakra de Kurama o enseñarla a usarlo para que su propio odio la haga salirse de control de esa manera.

Sasuke lo comprendía, el también tenía los nervios de punta, lo menos que quería era que sus hijos sufrieran lo que él y su esposo cuando niños, pero no podían hacer nada hasta que despertarán y descansarán lo necesario.

-Nos ocuparemos de eso cuando los niños estén en condiciones, cariño- dijo y cargó al rubio- ahora, vamos a descansar, tengo mucho sueño y supongo que tú también.

-Sasuke, bájame- pidió con un sonrojo- soy el Ho... Uzukage- corrigió- me perderán respeto.

-Naruto- habló la pelichicle- nadie te va a ver, tu carpa está a dos metros de la de tus hijos.

Naruto volteó y la vió, tenía razón.

-Bueno, pero puedo caminar solo.

Sasuke lo ignoró y comenzó a caminar con él aun en sus brazos.

-No dejes que salga de esa carpa, tiene que descansar- ordenó la pelichicle- Hinata está ayudando a Kakashi-sensei con la comida, les traeré cuando esté lista.

-Gracias, Sakura- dijo el rubio y le sonrió.

Sasuke lo bajó y abrió la carpa.

-Vamos a dormir ¿Quieres?.

-Bien, pero sólo por el bebé- dijo y entró.

Sasuke se quitó su capa y se recostó junto a su esposo, quien a pesar de haber dicho que no dormiría hasta que sus hijos despertaran, cayó dormido en cuanto tocó la almohada.

-Boruto... Boruto...

El rubio abría poco a poco los ojos, se encontraban en Konoha.

-Boruto...

Se levantó de golpe y miró a la azabache a su lado. La abrazó y comenzó a llorar en su hombro.

-Boruto, ¿Estás bien?- Preguntó su sensei.

-Creí que habías muerto- dijo entre lágrimas- pero ¿Estás bien?.

Comenzó a revisarla pero su hermana lo miraba como si estuviera loco.

HIJOS DE LO PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora