-Te he dicho que ahora las guardaré yo, Addison, no hagas fuerza.
La castaña rodó los ojos con molestia. A penas tenía cinco meses de embarazo y Brian ya la trataba como una niña pequeña incapaz de hacer algo útil.
Después de un mes de haber vuelto de Brasil, durmiendo en distintos hoteles a lo largo de países europeos, y con varias consultas médicas no muy legales, finalmente habían sentado cabeza.
Ahora, habían comprado una casa en una playa de Marruecos, África, y finalmente se estaban mudando.
El lugar era simplemente hermoso, una casa veraniega de paredes color salmón y techo tejado gris. Quizá con más espacio de lo que ellos necesitaban, pero contaba con un gran garage-bodega donde Addison y Brian podían guardar su gran fila de carros tuneados. Además, no solo quedaba en el medio de la nada, sino que también estaba rodeada por un gran bosque de abundantes árboles, que prácticamente volvía invisible el terreno a cualquier persona que fuese a través de tierra.
Era tranquilo y solitario, justamente lo que la pareja necesitaba luego de los muchos delitos que habían cometido en Brasil y Estados Unidos.
-Es muy silencioso- suspiró Addie con suavidad, dejándose llenar por la paz que el lugar le brindaba.
Unos constantes gritos la sacaron de su ensimismamiento, a la vez que el pequeño Jack de ya casi siete meses gateaba hasta ella. El pequeño había aprendido a hacerlo hace tan solo dos semanas y desde entonces se la pasaba en el piso.
Observó que ninguno de sus hermanos o Brian estuvieran cerca, y alzó el bebé en brazos para acurrucarlo en su pecho.
-Oh, Jackie, que poco durará esta tranquilidad cuando nazca el bebé. -comentó ella, besando varias veces las regordetas mejillas del ya no tan pelirrojo bebé.
Lo cierto es que mientras más pasaba el tiempo, el cabello del niño había oscurecido, quedando ahora en un extraño bordó café que era casi único.
Alzó al pequeño al aire en forma de juego, oyendo como sus carcajadas resonaban en eco a través de toda la casa.-Creí que Mia te había pedido que no hicieras eso.
Detrás de ellos, Dominic se acercó hasta donde su hermana estaba con el bebé, parándose detrás suyo para despeinar el cabello del niño.
-Es que míralo- respondió ella, formando un pequeño mohín con sus labios. -Es tan hermoso que podría comermelo.
Dom sonrió con ternura, pasándole un pequeño coche de juguete al niño que estaba tirado en el suelo.
-Y pronto tu tendrás uno igual -murmuró él pensativo, dejando que el pequeño pelirrojo jugara con su dedo.
Ella observó la expresión perdida de su hermano, y también sonrió con nostalgia. -¿Alguna vez imaginaste que terminaríamos así?
Este la miró durante unos segundos, luego pasando sus ojos por el bebé en sus brazos y todo el lugar.
-No. -respondió en un pequeño suspiro. -Siempre supe que Mia sería la primera en tener hijos, pero tú... Simplemente aún no lo creo. -comentó con suma sinceridad, y Addie no pudo estar más de acuerdo.
Jamás en su vida quiso tener niños, de hecho los detestaba con toda su alma. Ella quería ser un alma libre y viajera, estar soltera y vivir de fiestas y carreras. Disfrutar el tiempo con quien estuviera dispuesto a divertirse y meterse en problemas de vez en cuando. Ese había sido su plan de vida hacia ya varios años.
Ahora, estaba en una situación completamente opuesta a la imaginada.
-Pero me agrada. -finalizó Dominic, con una expresión orgullosa hacia su pequeña hermana. -Te has convertido en una gran mujer, inteligente, fiel y responsable. Papá estaría orgulloso de ti.
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AkcjaA Brian O'Conner Fanfic Inicio: 15/03/19 Publicada: 27/06/21 Finalizada: 02/10/21