Es un hermoso prado verde, muy extenso. La cálida brisa sopla, y se lleva a los pequeños Dientes de León, a un lugar bien alejado. Puedo admirar en el horizonte, al tímido nacimiento del sol, detrás de grandes y frondosos árboles y a un casi desaparecido arco iris. Lentamente, trato de acercarme. La yerba ya es bien alta, está sobre mis rodillas y algunas blancas flores, logran a duras penas sacar sus pétalos, a los escasos rayitos de sol. Cerca de los árboles, me apoyo en mis rodillas y comienzo a hiperventilarme, por alguna razón, me cansé demasiado. Cuando levanto la vista, tengo al regalo que toda niñita desea frente a mi. Un unicornio. Es grande, de cuerpo morado y melena rubia. Me acerco a el. No se movió. Alargo la mano, me pongo en la puntita de los pies, para tocarle el cuerno...Boom.
Despierto sobresaltada. Estoy a oscuras, sola, en mi habitación y acabo de escuchar un ruido. Cualquiera en su sano juicio de película, saldría de la comodidad de su mullida cama, se haría el valentón y preguntaría al aire: ¿hay alguien ahí? como si le fueran a contestar. Pero... yo no soy de esas, señores. Me cubrí la cara con una almohada, para contener mis ganas de gritar, pero, luego la quité porque eso le haría más fácil el trabajo al puto fantasma ese.
Boom.
Golpean mi ventana. Con tal fuerza, que me sorprende que no se a roto.
No te oigo. No te oigo.
Repite caprichosamente la voz de mi mente. Le saco la lengua a la ventana y cierro los ojos, para volver mi dulce sueño.
Boom.
-Okay, ya me colmaste.-susurré levantandome.
Abrí mi ventana y busqué con el ceño bastante fruncido al mata sueños. No está. No hay nadie. Y cuando estoy por rendirme, me dan en la mano.
-¡Auch!.-chillo.
Me chupo el dorso de mi mano, donde me acertaron una piedra triturada.
-Shh.-Susurra.-Aquí abajo.
Bajo la vista y lo veo.
Vestido casualmente con sus jeans y una camiseta blanca de manga corta que dejaba a lucir sus brazos trabajados, junto con sus ojos color miel que combinan con su cabellera me miraban expectantes.
Es Rafael, mi mejor amigo, lo conozco hace diez años. Era mi maestro de actuacion. Un dia me salvó de que me dieran una paliza las chicas del barrio. Ojalá me hubiera salvado de la paliza de mi madre... En fin, desde ese día, empezamos a hablar más y aquí estamos. Es como mi hermano, trece años mayor.
-Preciosa, aún a las once de la noche.-Murmuró sonriente.
Me sonrojo.
-Hola, bello no durmiente.
Al decir eso, me sentí rara. A él le encanta dormir. Suelto una carcajada.
-¿Que le resulta gracioso?.-pregunta arqueando cejas.
Niego con la cabeza. No voy a decirle que lo consideraba un koala.
-¿Tirando piedras en mi ventana a esta hora? ¿Para qué?.
-Creí que te interesaría una fiesta.-Respondió ladeando la cabeza.
Palabra clave: "fiesta".
-¡Espérame en el coche!
El sonrió y asintió.
Tomo un vestido de fulana, color negro y unas sandalias del mismo color. Me los pongo, me pongo perfume, acomodo ligeramente mi cabello y estoy.
ESTÁS LEYENDO
¿Just Friends?
RomanceElla sentía frío. Le temblaban los labios, a la vez, que se formaban grandes ojeras al rededor de sus ojos verdes, que, ahora se veían demasiado grandes para su cara. De pronto, tal vez, era el gélido invierno, que llegaba bajando la temperatura, o...