3- Miami

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Tenía miedo de esa conversación, pensé que me prohibirían ir a Miami.

-Hija, estuvimos hablando sobre lo
de ayer, y cambiamos de parecer- dijo mi padre.

-Creemos, que tienes razón, eres mayor ya no eres una niña...-dijo mi madre, viendo como se plantaba una sonrisa en mi cara.

-Si quieres de verdad ir... Tienes nuestro apoyo, te ayudaremos en todo- Dijo mi padre con una sonrisa.

-En serio!!-Dije muy sonriente- Gracias!! Gracias!!.

Los abrace agradeciendo mil veces, la verdad creí que tendría que irme sin su apoyo.

-Bueno, deberías hacer tus maletas, no? Mañana es tu vuelo- dijo mi madre acariciando mi cabeza.

-Si!Si lo voy a hacer!-digo subiendo las escaleras.

Llego a mi habitación y saco mis maletas, empiezo a llenarlas, estaba muy emocionada y decido llamar a Penelope:

-Holaa- salude
-Hola Rebe, que contas?-
-No me lo vas a creer!!-
-Que pasa? Me matas de la ansiedad-
-Mis padres, me dieron su consentimiento!-
-Amiga! Que bien...-
-Ah, y también debes de comenzar a arreglar tus cosas, el vuelo es mañana a las ocho treinta A.M. ok?-
-Ok, ahora comienzo a arreglarlo todo-
-vas tu al aeropuerto, o vienes a casa a que nos vayamos juntas?-
-Voy al aeropuerto directamente-
-ok-
-Adiós!-
-Adiós!-colgué.

* ♥ *

A la mañana siguiente me desperté a las seis treinta A.M. y llamé a Penelope.

Ella no me contestó y eso me preocupó un poco pero no hice caso.

Entro al baño para realizar mi higiene matutina.

Contemplo mi imagen en el espejo. Tengo mis cabellos castaños caídos por los hombros, súper despeinados y en mis ojos verdes se reflejan mi emoción.

Me meto debajo de la ducha. Debajo de esas calidas gotas de agua, que caen a un ritmo placentero, que me purifica y me relaja. Me ausenta de la realidad por unos minutos en los que imagino como sería vivir en Miami.

Unos golpes me sobresaltan.

-Por qué sigues allí dentro?.- Me regaña mi madre-. Imaginas que eres Beyoncé, o que? Te informo, cariño, que eres la Katy Perry de esta casa y no hay Grammys para ti. Así que a prepararse.-

Pongo los ojos en blanco.

-Ya, voy mamá!.- me quejé.

Cerré el grifo, me envuelvo en la toalla y me dirijo a mi habitación.

Me vestí, fui a desayunar y luego subí a buscar mis cosas, ya que casi era hora de mi vuelo.
Mis maletas estaban demasiado pesadas y apenas podía alzar las, tuve que pedirle ayuda a mi padre para bajarlas por la escalera.
Llamaba a Penelope y mi padre me pregunta:

-A quién llamas??-

-A Penelope, no me contesta-

-Tranquila, debe de estar en el aeropuerto, sin señal-

-Si, tienes razón-

-Vamos?-

-Vamos!-

Fuimos mi padre, mi madre y yo al aeropuerto sólo me bajaron y se despidieron, pues, deberían de ir al trabajo.
Estaba dentro del aeropuerto buscando a Penelope y no la encuentro, decido llamarla otra vez:

-Hola- me contesta nerviosa.
-Hola, donde estas??-
-Perdón Amiga, mi celular se apago, no sonó mi despertador
-ahh-
-No te preocupes voy en el próximo vuelo-
-Es que este es el único vuelo de hoy, solo habrá mañana-
-Lo tomo mañana entonces, no importa, me voy contigo-
-Pero quisiera pasar el viaje juntas-
-Yo tambien-

*Pasageros del vuelo 208 a Miami Florida, por favor, aguarden en fila de embarque*

-Oye, mi vuelo, ya llego, Adiós-
-Adiós- Colgó.

Subo en el avión y me ubico en mi asiento.

Luego de que se anuncie la partida del avión y empezamos a ascender, hasta alcanzar los siete kilometros de altura, comienzo mi ejercicio para calmarme.

Inhala, exhala...

¿Se supone que esto deberia funcionar?

Creo que comienzo a sudar frio, me aferro a mi sillón con todas mis fuerzas.

-¿Deseas comer o tomar algo señorita?.-Dice una azafata pasando por mi lado con su carrito.

¡Oh por Dios! La tomo por el cuello de su blusa.

-Estoy a punto de morir. ¿Y tu te preguntas si quiero comer?.-Pregunto entre dirntes con su cara a centimetros de la mia.

La muchacha abre los ojos aterrorizada y asiente freneticamente. Toma mi mano, tira de ella y la suelto. Ella corre apavorada junto con su carrito.

¡¡Ayuda!!

Por suerte fue un vuelo muy tranquilo y luego de una hora volando, al fin llegamos, la verdad ya quería llegar, no aguantaba ver a la ventanilla, que no podía cerrar porque había un señor mayor al lado de la ventanilla y lo único que quería hacer era mirarla, y dormirse. Así que me pase el viaje de ojos cerrados.

Tomé un taxi, el taxista era tan caballeroso que en ningún momento se bajo para ayudarme a meter mis maletas en valijero, y dos horas después, logré hacerlo, me subi al taxi, le di la dirección y al fin arrancamos.
Por el camino solo estaba pensando que ese no era mi día, todo conspiraba contra mi.
De pronto nos detuvimos, llegamos al hotel.
Le pagué al taxista, y de nuevo no fue lo suficiente hombre para ayudarme, pujé una de mis maletas para tratar de sacarla y no hubo resultado.
Traté nuevamente, no pude, de pronto una mano se posa en mi maleta, alzo la mirada para saber quien es, y BAM! Era un muchacho rubio de ojos celestes.

-Ayudo?- Me preguntó abriendo un hermosa sonrisa.

-Por, por favor-tartamudee embobada.

Tenia tres maletas, el tomó dos de ellas, las mas pesadas y se metió al hotel.

-Wow! Creo que mi día no fue tan malo después de todo- dije tomando la ultima maleta.

_____________
Hola chicos! Como estan??
Este fue el capitulo 3, espero que les haya gustado.
No se pierdan el próximo capítulo, para saber quien es el muchacho misterioso que ayudó a Rebecca, y como afectará su vida...
Chaito!!

¿Just Friends?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora