19-Los unicornios son malos

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Aquí estoy yo, Rebecca Kury, en una celda, sentada sobre un banco de cemento, junto a mi mejor amigo, Rafael Montoya.

No tengo ni la más minima idea de porqué estoy aquí, los recuerdos de la noche anterior, son nulos, lo único que sé es que tenia planeado, decir que jamás ocurrió, jamás le fui infiel a mi novio, no me acosté con mi mejor amigo, jamas hice el baile del caño con mi amiga, jamás hablé de unicornios morados en la plaza. Todo eso sería un secreto que nos lo llevaríamos a la tumba, pero, ensuciar mi nombre con un delito, producido por los efectos del alcohol y otras sustancias, que ingerí esa noche, no ayudaban.

-Ay que dolor!-chilló Rafael- este banco es muy duro! El trasero se me pone cuadrado!-

-Por el amor a todas las gomitas con forma de ositos, callate!-me exasperé.

No dejaba de quejarse, que le dolía su trasero, que le dolía su cabeza, que le dolían sus pies, e incluso afirmó estar a punto de parir!
Obviamente, yo no estaba mejor. Me dolía la cabeza, y me pesaba el cuerpo, sus quejidos me molestaban, pero los dejaría pasar, si no fuera por los anteriores síntomas. Ya me acostumbré a sus exageraciones, ojalá la mujer que decida pasar el resto de su vida con el, se empiece a entrenar, es una misión casi imposible.

Me levanto, acerco a las rejas y meto mi cabeza entre las barras de metal, como en las películas.

-Por qué estoy aquí?- grité.

Eso ya me cansaba, y cada vez me asustaba más al imaginar la reacción de mis padres y los de la cadena, con los que por cierto debía hablar, ya pasó la hora de la reunión.
Un policía se acercó y abrió la celda diciendo:

-El jefe civil quiere hablar con ustedes-

Rafael se levantó y cogeando, se dedicó a salir de allí. Aguanté las ganas de estallar a carcajadas, pero en mi cabeza, ya convulsionaba en el suelo de tanto reír.

Yo salí del camino y me apoyé a la pared, para observar el show. Después de algunos segundos, cruzó la puerta de la CELDA y creanme, lo hizo con mucha, mucha dificultad.

Yo y mi corazón de mantequilla...

Me acerqué a el, tomé uno de sus brazos y lo envolví en mi cuello, para ayudarlo un poco. Ya me reí lo suficiente, supongo. El me dedicó una sonrisa, en forma de agradecimiento.
Llegamos a la oficina y nos sentamos. Un hombre, con mala cara, se puso a reproducir un vídeo.

Es mucho peor de lo que creía. No, no maté a alguien. Pero tranquilos, la opción de la soga, sigue vigente.

-Que vergüenza!- exclamé ocultando mi rostro con mis manos.

-Tu tienes vergüenza?- preguntó incrédulo Rafael- yo estoy teniendo sexo con una desconocida en la plaza!-

-Pues yo incendié esa plaza!- le grité.

Rafael está detenido por tener relaciónes sexuales en un lugar publico y yo por daños a propiedades publicas.

El vídeo es básicamente, una continuación de lo que vimos en mi celular. Yo corriendo detrás de los "unicornios morados" y como no los atrapaba, decidí hacer una fogata para invocarlos. Una fogata que terminó en incendio.

-Abortar misión!- grité tirando de Dulce, quien bailaba el Peace Dance.

Rafael se encontraba en un banco, en plena acción, con una muchacha que solo se le apareció.
En ese momento no pensé en sutilezas, supongo que siquiera estaba pensando. Así que lo tomé por el pelo y lo arrastré haciendo que la muchacha cayera al piso. Salimos corriendo y Rafael estaba desnudo.

-Aquí está la cómplice- dijo un policía entrando con Dulce.

-Yo?- se señaló confundida- Yo no hice nada!- gritó.

-Entonces, que se supone que haces en el departamento de policía?- preguntó Rafael con un notable sarcasmo.

-Yo que sé- se encogió de hombros -un chico guapo vino a mí y dijo que le acompañara, quien diría no!- dijo como si nada, mientras el policía se ruborizaba.

Rafael y yo estallamos en carcajadas, seguro aún está bajo el efecto del alcohol. Nos detuvimos al sentir la mirada penetrante del jefe civil sobre nosotros.

-Toma asiento- le ordenó a Dulce. Una vez que ella lo hizo, prosiguió- sus nombres?-

-Rafael Montoya-

-Rebecca Kury-

-Dulce Smith-

El hombre tomó nota y comenzó a hablar.

No escucho lo que dice, solo estoy pensando en que los unicornios son malos, por su culpa estoy aquí.

Luego pretendí escuchar pero solo oí "bla bla bla bla fianza bla bla bla llamar a alguien"

A quién demonios llamo?

Padres, en otro país. Novio, trabajando. Penelope, en la universidad. Luis, seguro cubriendome en la reunión.

Alguna otra opción?

El hombre nos acerca el teléfono, como señal de que tenemos que usarlo.

-A quien llamamos?- preguntó Rafael.

-Ni puta idea- miré a Dulce -no puedes llamar a tus padres?- le pregunté.

-Que pueda es algo, pero que quiera, es otra muy distinta- contestó ella, tan relajada.

-Prefieres quedarte aquí, para no llamar a tus padres?- preguntó Rafael enfadado.

Ellos vuelven a discutir mientras, yo, que al parecer soy la única que valora su libertad, me pongo a pensar...

Ya sé!

Miro mi brazo, en ese momento, agradecí que el boligrafo era permanente.

Tomé el teléfono y marqué los números.

-Hola- contestó confundida.

-Hola, necesito tu ayuda-

-Sabia que me llamarías!- gritó -estás bien?? A la media noche me tuve que ir, tenía un asunto que arreglar, así que también llevé a tu amigo ese, ehm, Luis? Si, creo que si. no sabes lo que pasó! Me fui...- le interrupí, si no lo hacia, me iba a contar la historia de su vida.

-Necesito que vengas al departamento de policía y me saques de aquí, okay?-

-Okay, pero solo si pasas la tarde conmigo- propuso ella. Volqué los ojos.

-Bien- colgué.

-A quien llamaste?- preguntó Rafael.

-A nuestra salvación, obvio!- contestó Dulce golpeándose la cabeza con el dedo, al estilo: usa tu coco!

Dios! Que infantiles!

El hombre nos ordenó que nos retiráramos de su oficina. No esperamos a que lo repita. Decir que salimos lentamente, sería mentir, incluso Rafael, al que le dolía los pies, se puso a correr. Ese hombre daba escalofríos.

Entramos en la celda y allí esperamos la "salvación"

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Ho-hola chicos! Que tal?
Buenooo! Ya saben, la soga está lista? xD
Gracias a los que apoyan esta historia, de verdad.
Votenme! Le dan a esa estrella arriba, okay?
Sole, por qué me dices como votar?
Bueno se me ocurrió que no sabían como hacerlo, por eso no votan.
Eres una ingenua
Lo :'(
Pues nada... Chau!

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