36- Calma, Rebecca

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-¿Que ha pasado aquí?¿Drogaron a la anciana hasta morir? ¡Expliquen!

-Calma, Rebecca.-Murmura Luis.

-¿Calma? ¡Un carajo! Vamos a ir a prisión.-Grito.

-Bueno, mejor cálmense todos.-Anuncia Penélope.-Gritar no ayudará en nada.

-Pobre señora...-Susurra Dulce, arrodillada junto a la anciana.

-Al menos se fué con coolidad, de eso no se puede quejar.-Afirma Bianca junto a ellas.

-¡Si! No tiene porque perseguirnos de por vida.-Concede Carlos, al parecer, muy asustado.-¿Oyó, querida señora bella?

-¿Que mierda paso aquí?.-Pregunto entre dientes.

-¡Pues explicanos tú, Penélope! ¿Que pasó allí arriba junto a Carlos?.-Le pregunta Luis.

-Ehh...-Tartamudea y se sonroja.-¡cuéntanos tú, Rebecca!

Suelto un gruñido exasperado.

-Te digo lo que pasó.-Responde Rafael y enseguida cierra los ojos y comienza a roncar.

-¡Mentiroso! ¡Cara de oso!.-Grita Carlos.

Y todos comienzan a hablar juntos y es un caos total, sin entenderse nada de nada.

-Oigan...-Digo y nadie me escucha, Bianca y Dulce se nos acercan hablando.-¡Oigan!.

Nadie me escucha nuevamente. Iba a dar el último grito cuando el corazón se me dispara.

-¿Que no oyeron que la señorita quiere hablar?.

Todos volteamos.

-¡AAAAHH!

-¡Pero que buenas gargantas tienen!.-Se queja la ancianita con las manos en sus oidos.-Me explotarán el timpano.

Estamos en shock, es un silencio interminable.

-¡The Walking Dead!.-Dispara Carlos.

Entonces, Penelope voltea y la da un golpe en la cabeza.

-Auch.-Se queja este.

-No seas imbécil.-Le recrimina Penelope.-Es que aqui tenemos una pésima enfermera, nada más.-Mira a Dulce.

-Jamás dije tener un titulo.-Se defiende Dulce.

Pongo los ojos en blanco.

-¿Como se llama, señora?.-Le pregunta Luis.

-¿Y a ti qué?.-Le responde la anciana.

-Wow.

-¿Solo porque tienes una carita bonita, crees que te seguiré la corriente?.-Cuestiona la anciana.- Pues enterate, que así no me vas a ganar.

-¿Que?.-Replica él estupefacto.

-¡Bueno, ya!.-Interviene Rafael.-Solo debemos salir de aqui y ya nada importa. Tengo cosas que hacer.-Me mira.

¿Indirecta?¿Debo tomar esa mirada como algo? Ni idea. No quiero malpensar las cosas, así que nada más volteo y voy hacia la puerta.

-Está cerrada.-Murmuro.

-Tengo la llave de la puerta trasera.-Dice Carlos.

Todos lo seguimos hasta la parte de atrás, el abre la puerta y nos da paso para que salgamos.

-¡Libertad al fin!.-Murmura Bianca.

-Vamos a dar la vuelta al lugar y buscar un taxi.-Sugiere Rafael. 

Vamos al frente y vemos que no hay nadie por las calles y aún esta oscuro.

-¿Que horas son?.-Pregunto.

-Las 3 AM.-Me responde Penelope.

-No hay taxis hasta la cinco.-Se queja Luis.

-Estoy muy cansada y no estoy dispuesta a esperar.-Murmuro.

-No vivimos tan lejos, tal vez, si caminamos llegamos en cuarenta minutos.-Dice Rafael.

-¿Que esperamos para irnos?.-Responde Penelope.

Nos despedimos de todos y tomamos rumbo. Charlamos y reímos, y no vimos pasar el tiempo, hasta que nada mas faltaban tres cuadras para llegar a mi hotel.

Entonces, Penelope parece incomodarse, se acerca más a nosotros y susurra:

-Miren disimuladamente hacia atrás.

-¿Donde?.-Cuestiono volteándome.

 -¡Estúpida! Podíamos pasar desapercibidos.-Chilla.

Un coche negro está siguiéndonos. Quedo más blanca que el papel, al ver quien lo conduce.

-Sube, Rebecca.-Ordena el conductor.

Estoy paralizada. No me muevo.

-Ven, quiero hablarte.-Insiste.

Mi corazón disparatado, el es que mueve mi pie derecho hacia adelante. Rafael me toma por la cintura, deteniéndome. Es ahí cuando despierto y me doy cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

-Rebecca no irá a ningún lado contigo.-Me defiende.

-Deja que ella hable, idiota.-Ruge el hombre.

Rafael me abraza por detrás y siento una energía. Me susurra en el oído:

-Corre.

Eso fue una orden que no dudé en obedecer, y salí sin esperar un segundo mas. No sé como estuve a punto de caer nuevamente, y si no fuera por Rafael, estaría cometiendo un suicidio. Miro hacia atrás  y veo como Rafael y Penelope, me siguen también corriendo. El coche no se mueve, pero, sé que esta no sera la ultima vez que lo veré. Llego finalmente al hotel y entro en el con la respiración agitada y el corazón casi saliendo de mi pecho. Rafael y Penelope llegan. Rafael se acerca a mi y toma mi rostro.

-Prométeme que no volverás a vacilar.-Me dice, solo puedo asentir pues aún no recupero todo el aire.- Si vuelves con Zack, ya no podré aguantar.-Finaliza.

Y me besa. Con una intensidad que arde en mis venas, como si fuera un deseo obscuro guardado hace ya tiempo, lleno de ganas de cumplirse. Estoy segura de que el lo cumplirá... 


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¡Oh, Dios! ¡Terremotooo!

¡PUBLIQUÉ OTRO CAP!

¡TODOS BUSQUEN ASILO!

¡Hola, hola! Tanto tiempo...

Bueno, mi excusa es la de siempre, y creo que están hartos de ella así que ya ni la menciono.

¡Ojala hayan disfrutado el cap! 

COMENTEN, para animarme. VOTEN, para que Sole pervertida se despierte.

Besos amores, bye♥        

  


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