Aaron
Me despierta el sonido de alguien golpeando la puerta de la habitación con insistencia. A lo que Annika no tarda en aparecer en la sala.
- ¡Lleva la cosas a la habitación! - me susurra irritada y se dirige a abrir.
Rápidamente junto la sabana con la almohada y el acolchado, y marcho al otro lado de la habitación.
- Kim, ¿Qué haces aquí? - la oigo decir con fastidio. Regreso a la sala.
- Lamento haberlos despertado tortolitos... o en todo caso, haberlos interrumpido. - dice eso ultimo picara, mirándome. Ríe. - Te has puesto rojo, Aaron.
- Pues haznos un favor y déjanos volver con lo nuestro, ¿a que venías? - sigue Annika.
- ¡Ah, si! - exclama emocionada. - Venía a decirle a Aaron que dentro de 30 minutos baje, que un auto nos llevara al puerto para subirnos al yate.
- Anni viene con nosotros. - me apresuro a decir.
Su hermana menor la mira con una sonrisa. - ¡Eso es estupendo, Kika! Creí que serías una perra amargada como eres siempre y que te quedarías a trabajar. - vuelve a observarme. - Gracias por convencerla, ¿Qué parte de ti tuviste que ofrecerle al diablo? - pregunta divertida.
- Solo unos cuantos besos. - digo con una sonrisa y dejo uno en su mejilla. Espero que Annika no me mate después de esto. Pero, es que es un poco molesto que todos le hagan esa fama del diablo. Yo creo que no está tan mal. - Que igual disfruto hacerlo.
Nos sonríe. - En 30 minutos nos vemos abajo. - dice y se gira para salir de la habitación.
Me sorprendo al ver cierta satisfacción en el rostro de Annika. Ella cierra la puerta y volemos a quedar solos nosotros.
- Lo siento, no... - comienzo a decir.
- No. - me interrumpe. - Está bien, no te preocupes. Tú... tú síguelo haciendo. Ya sabes, para mantener la fachada.
Vaya.
- Claro, claro, para mantener la fachada.
- Ahora a meterle prisa, que 30 minutos para mi son 5.
Asiento.
Una vez que terminamos de alistarnos, le tocamos la puerta a Josh y bajamos a la recepción, donde ya se encuentran los demás. Kim con Cameron, Greg y otras dos muchachas jóvenes. Una de cabello castaño oscuro y la otra con una larga melena dorada.
- ¡Kika! - exclama la rubia con ese mismo tono eufórico con el que habla Kim, a que deben ser sus dos amigas, las que serán las damas de honor. Se acerca a Annika y la abraza. No puedo evitar sonreír al ver la cara de fastidio de Annika cuando está la abrazo. - Tanto tiempo sin verte. - se separa y la observa. - Luces estupenda muy real, te veo en las revistas y siempre he creído que te Photoshop te favorecía. Te iba a preguntar si te habías hecho algún retoque.
- No, es solo la cara con la que nací.
- Y muchas cremas, claro. - agrega Kim, parándose al lado de la muchacha rubia, quien se gira hacia su amiga y apoya su mano en su brazo, mientras la observa abriendo sus ojos ampliamente.
- ¡No sabes quién se ha achicado la nariz y se aumento el busto! - exclama.
- ¡Heather! ¡Lo sé, la vi! - le responde Kim.
- Le pedí que me pasara el número de su cirujano, evidentemente para no ir. Parece Frankenstein. - sigue diciendo.
- ¿Acaso que no recuerdas que parecías tú cuando te agrandaste los labios? - le pregunta la otra chica de cabello oscuro y de grandes ojos celestes.
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Bajo Contrato
RomanceAaron cree que no puede haber caído más bajo luego de que quebrara su negocio... sin trabajo, sin dinero y próximo a ser desalojado. Pero por un golpe, literal, del destino, conoce a Annika. Ella es una exitosa empresaria, a quien no le falta nada...