Capítulo 15

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Aaron

Los seis nos sentamos en la mesa. 

- Aaron, Annika nos comento que eres chef. - comienza a decir su madre. 

- Si, tengo mi propio restaurante en Manhattan. - respondo. 

- ¿Cómo se llama? - me sigue preguntando. 

- Mamá. - dice Annika molesta. 

- Empire. - respondo. 

- Tendremos que ir a almorzar cuando volvamos. - me dice con una sonrisa. - ¿Qué edad tienes?

- 35 años, señora Hamilton. 

- ¿Y tus padres que hacen? - me sigue preguntando. 

- Mamá, por favor. - vuelve a decir Annika. 

- ¿Qué? Solo quiero conocerlo, no nos has dicho nada de él. 

- Pero no necesitas interrogarlo, apenas llevas 10 minutos de conocerlo. Además, Kim ya lo hizo. 

- ¿Ah si? - pregunta su madre, mirando a la menor de sus hijas. 

- Si, ya Aaron me estuvo contando algunas cosas. - responde está. - De como se conocieron con Kika. 

- Quiero oír esa historia. - dice su madre emocionada. 

- Luego te la cuento. - le dice Kim con ese mismo tono de emoción. - Encima Aaron prometió mostrarnos fotografías de los dos. 

- Necesito ver esas fotos. - dice mirándome. - Es más elegiré una y la enmarcare para ponerla en el muro familiar. 

- Ay, por dios... - se queja Annika con fastidio. 

- No nos has respondido ¿Qué hacen tus padres? - me pregunta el patriarca de la familia. 

- Mi madre tiene un restaurante... - comienzo a decir. 

- ¿También en Nueva York? - pregunta la Sra Hamilton. 

- No, en Argentina, donde nací. 

- Vaya, eres argentino... - sigue diciendo ella con una sonrisa. Veo que hay algo de sorpresa en la mirada de Annika, pero que sabe disimular bien. 

- Si, con mucha honra. 

- ¿Y tú padre? - me pregunta el Sr Hamilton. 

- Fui criado solo por mi madre y mi abuelo. - digo. - Mi padre biológico no se quiso hacer cargo. 

- Vaya, tiene que haber sido duro para tú madre. 

- Así es Sra Hamilton, pero ella lo logro. Estoy muy orgulloso de ser su hijo. En mi opinión, no hay ser humano como las mujeres cuando se trata de conseguir algo, de emplear todas sus fuerzas por llegar a una meta. Para mi madre nada era demasiado. Igual es Annika. - me observa con esa sorpresa en su mirada. - Creo que ambas son unas mujeres extraordinarias.  

- Si que es admirable. Nosotras ayudamos a muchas madres solteras con el comité. - dice la Sra Hamilton. - Y ustedes, ¿tiene planes de formar una familia? 

- Mamá, apenas nos comprometimos. - dice Annika irritada. 

- ¿Y eso qué? Lo llevan bastante rápido a su relación. 

- Supongo que llegado el momento, surgirá. - digo. - Yo soy de los que creen que esas cosas no se planean, tan solo pasan. 

- Ambos ya son algo grandes. - sigue diciendo su madre. 

- Aún hay tiempo para todo. - me apresuro a decir, antes de que Annika le lance un cuchillo a su madre. 

- Hola, buenas noches. - se oye una voz masculina decir al pararse junto a nuestra mesa. 

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