Annika
Estaciono al llegar al frente de donde él vive.
- Aaron. - lo llamo antes de que este por bajar. Él me mira. - ¿Estás libre por la noche?
- Eh... si. - me responde.
- Bien, ¿Qué dices si vengo por ti y salimos a cenar? - le pregunto.
- Eh... - dice temeroso.
- Tranquilo que no es una cita, ni nada de eso. - le digo. - Es solo para que... desaparezca está... incomodidad que hay entre nosotros. Pese a que somos unos desconocidos, tenemos que demostrar lo contario, ¿no te parece?
- Si, si, claro...
- Excelente. - digo. - Ponte uno de los trajes que te eligió Logan en caso de salidas. Tiene que ser oscuro, ¿si?
- Esta bien...
- Mándame una foto y yo te daré el ok. - digo. - Eso me lleva a lo otro. - abro la guantera que está de su lado y saco una pequeña caja. - Es un celular nuevo. No puedes seguir con ese que es más viejo que el edifico donde vives. Ya está agendado mi número y el de Patrick. ¿Si?
- Si. Gracias.
- No hay de que. A las nueve vendré por ti.
- Nos vemos a la nueve. - dice y se baja del auto.
Una vez que regreso a mi casa, comienzo a prepararme para cenar.
Tomo mi celular y le marco a Patrick, quien a los pocos segundos me atiende.
- ¿Llamas para decirme que cambiaste opinión? - me dice.
- No. - le digo. - Quiero que llames a Nathan para que me prepare una mesa para dos para hoy en la noche en el Empire.
- ¿Qué celebramos?
- Nada en particular. Iré con Aaron.
Oigo que suspira. - ¿Crees que es buena idea sacarlo a pasear?
- Necesito probarlo. Ver como se desenvuelve en un ambiente así, conocer como son sus modales en la mesa, su gusto para elegir comida y bebida. Si sabe usar los cubiertos, la servilleta. Si mastica con la boca cerrada y sin hacer ruido.
- Suena a mucho...
- Si, aún más cuando solo quedan cuatro días para corregirlo.
- No entiendo porque no te buscas uno ya adiestrado.
- Porque no se si confío en uno que entreno alguien más. Además, Aaron me trasmite como una especie de vibra buena. Como que es demasiado bueno, al punto de ser tonto. Necesito eso, alguien a quien pueda dominar.
- A mi no me parece tan tonto, es decir, logro convencerte con eso de dejarse esa barba de callejero.
- Porque no iba a ponerme a debatir...
- ¿Debatir?
- Por una tontería como esa. Le hice creer que gano, pero solo se lo permití. Digamos que lo deje ganar. De esa forma piensa que soy alguien afable.
- ¿En que dimensión tú eres afable? Digo, para pedir mi transferencia a esa sucursal.
- Él no me conoce, lo que facilita las cosas. Además, solo serán tres días. Es un suspiro. Así de rápido, así de sencillo.
- Recuerda hacer ese chiste cuando se casen.
- En está dimensión eso no sucede.
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Bajo Contrato
RomanceAaron cree que no puede haber caído más bajo luego de que quebrara su negocio... sin trabajo, sin dinero y próximo a ser desalojado. Pero por un golpe, literal, del destino, conoce a Annika. Ella es una exitosa empresaria, a quien no le falta nada...