Annika
Entramos a un amplio salón que hay dentro del yate. Donde en el centro hay una enorme mesa circular que ya se encuentra tendida con un hermoso centro de mesa de flores, además de velas. Alrededor de está hay ocho sillas. Y al otro lado del salón hay una banda tocando música tranquila.
Greg y Cameron, al igual que Josh y Aaron, llevan puesto sus trajes negros con moño. Greg suele ser bastante desaliñado en estas ocasiones formales, pero supongo que sabe su limite y es que con mi hermana no se jode cuando da una orden, sobre todo si refiere a como vestirse en algo que ella organiza. Hasta su larga melena rubia se la peino hacía atrás.
Harper tiene un vestido sencillo negro de mandas largas. Paige, por otro lado tiene un vestido rosado con un pronunciado escote. Y mi hermana está muy elegante con un vestido plateado y su larga melena lacia hacía atrás.
- Ya que estamos todos, vamos a sentarnos. - dice nuestra anfitriona. - Y que empiece está hermosa velada. - agrega con una sonrisa.
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Estoy afuera, sola, apoyada en la baranda del barco, mientras observo el cielo estrellado.
Nunca me pare a pensar en las estrellas del cielo y que en la ciudad no se las llega a ver. Creo que la ultima vez que aprecie algo tan sencillo debió haber sido cuando era niña. Ahora de grande las cosas que llaman mi atención van más por otro lado... unos zapatos, un bolso, alguna joyería, ver las prendas que diseñe convertirse en realidad, o ver las publicidades de mi marca en los mejores centros comerciales o en las calles más concurridas de las mejores ciudades.
Siento que se pone a mi lado, también apoyándose en la baranda. Ambos nos quedamos así en silencio, tan solo mirando el cielo.
De alguna extraña forma, siento que no podría pedir más.
Siempre me sentí que no me falta nada, pero aún así me siento vacía. Aaron, por otro lado, parece faltarle todo, pero vive como si no le faltara nada. Desde que lo conocí que me dio esa impresión y me hizo sentir de esa forma por primera vez. Vacía.
Ahora. En este mismo instante. Es como si me llenara.
Deja un sentido beso en mi hombro descubierto y regresa a su posición de hace un segundo.
Quedo bastante sorprendida, pero no se lo demuestro.
- Necesitaba hacerlo... - dice por lo bajo, en un hilo de voz. Quedamos en silencio. Yo sigo bastante petrificada. - ¿Nunca... ? - comienza a decir. - ¿Nunca has sentido que necesitas hacer algo con mucha urgencia o... o podrías... explotar?
- Oh si... - es lo unico que me sale decir apenas.
Tengo la urgencia de estar encima tuyo.
Ahora me sorprendo más por ese pensamiento que se me escapa.
Bueno, pero, ¿Qué problema hay si le digo de tener sexo? Dudo que me diga que no. Además, es solo sexo, como nuestra relación que es solo negocios. Soy una mujer que disfruta de hacerlo, ¿por que con alguien guapo y encantador como Aaron?
Tan solo me voy a girar y decirle, ¿vamos a la habitación?
Me giro para observarlo mejor, cuando abro mi boca para decirle, él también me mira.
- ¿Quieres bailar? - me pregunta, extendiéndome su mano.
Ay dios, no termino de creérmelo con este hombre. Quiere bailar.
Tomo su mano. - Claro. - digo seria, tomando su mano. Sonríe algo triunfante. - Oye, quita esa sonrisita, que accedí a bailar contigo, no a casarme.
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Bajo Contrato
RomanceAaron cree que no puede haber caído más bajo luego de que quebrara su negocio... sin trabajo, sin dinero y próximo a ser desalojado. Pero por un golpe, literal, del destino, conoce a Annika. Ella es una exitosa empresaria, a quien no le falta nada...