Annika
No se cuanto tiempo paso, en el que me quede sentada en el sofá, con mi mente en blanco.
Salgo de mi estado, cuando veo la puerta abrirse y a Aaron entrar por esta.
- Aaron... - me sale decir en un susurro.
- Solo vengo por mis cosas, señorita Virago.
Me paro. - Quiero disculparme por lo que dije... - comienzo a decir. Me mira con sorpresa. - Josh... Josh me dijo lo... lo de tú esposa. - levanta sus cejas con sorpresa.
- No debió. - dice molesto.
- Lo siento, no lo sabia. Fue muy desubicado de mi parte lo que he dicho.
- No tenía porque saberlo...
- En cierta forma si...
- No. Si solo soy un empleado temporal más. Nunca le ha importado conocer a otras personas, ¿por qué sería diferente conmigo?
- No digas eso. - digo seria.
- Tiene razón. Cada cosa que ha dicho de mi, le ha acertado. Soy un fracasado. Basta con cinco minutos de ver como marcha mi vida.
- No es así... lo que dije...
- ¿Acaso no hay mayor prueba de eso, que el hecho de que me haya enamorado de ti?
- ¿Qué? - exclamo en un susurro, muy sorprendida.
- Si. - sus ojos están llorosos. - Me he enamorado de ti, Annika. - nos quedamos mirando en silencio, sin decir palabra. - Sin duda me merezco el premio al idiota del año. Sabía que no debía, que era imposible e improbable de que alguien como tú se figara en alguien como yo. Pero... pero es que no pude evitarlo. - su voz tiembla. - Creí que no volvería a sentirme de nuevo de esa forma, luego de la muerte de Gwen, pero lo hice. Y contigo. La ultima persona de la que debería enamorarme. Tenía todo en contra, pero aún así quise tirarme. Eso también prueba que tengo tendencia a la idiotez. - hace una pausa. - Y termine cayendo contra el asfalto... de nuevo. Empezó mal, debió haber sido un indicio. Por una vez que tendría que haber escuchado a mi cabeza, en lugar de mi corazón, y no haber tomado su oferta. Nunca pensé que sucedería, pero... me descuide un segundo y ya me había enamorado. De tú caracter fuerte, de tú independencia, de tú mal humor, tú sarcasmo, lo perfeccionista que eres, como hueles, de tú sonrisa oculta y tú bonita risa, del escalofrío que me recorre todo el cuerpo cuando me tocas, de ese cosquilleo que siento cada vez que te tengo al lado. Tengo mi corazón roto desde hace cuatro años ya, y me ha tomado y costado mucho para que vaya sanando. No quiero volver a sentirme así. No creo que pueda atravesar por eso otra vez.
Mis ojos también se ponen llorosos al oírlo decir todo eso. Jamás creí que alguien me diría todas esas cosas.
No tengo dudas de que no soy merecedora de esas palabras tan honestas y tan bonitas. Tampoco soy digna del hombre que dice esas palabras. Y no me gusta ese sentimiento. No cuando he trabajado duro para ganarme todo lo que poseo.
- Aaron... - comienzo a decir. - Te agradezco tus lindas palabras, pero soy alguien que nació para estar sola. No sirvo para las relaciones, no me interesan, la unica que si es la que mantengo conmigo misma. Me gusta ser yo, porque soy egoísta, siempre me voy a priorizar a mi primero. Somos muy diferentes, no solo en personalidad, sino también en aspiraciones. Nuestros mundos son diferentes, no nos manejamos en los mismos ámbitos. Te gusta el anonimato, lo tranquilo, lo familiar. A mi me gustan los reflectores, la fama, ver mi cara o mi nombre en todos lados, los lujos. Nunca podremos estar juntos. No existen los finales felices. Y aún menos, no existe un final feliz para nosotros. No soy esa mujer para ti. Pero velo de está forma.... si viste algo bueno en mi, lo suficiente como para enamórate, lo podrás ver en otras mujeres que en verdad lo van a valer. Así que solo sigue adelante y se feliz.
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Bajo Contrato
RomanceAaron cree que no puede haber caído más bajo luego de que quebrara su negocio... sin trabajo, sin dinero y próximo a ser desalojado. Pero por un golpe, literal, del destino, conoce a Annika. Ella es una exitosa empresaria, a quien no le falta nada...