Siempre a tu lado || Luke Patterson

Capítulo 23

Luke

Me sentía como un completo idiota, y era algo que reafirmaba con mucha más fuerza al escuchar a todo lo que nos decía Kyle.

¿Cómo era que no lo podía ver?

¿Cómo no pude darme cuenta que Caleb no era confiable?

Si no fuera por Mae, sin darnos cuenta en ese instante, probablemente sunset curve iba a estar mucho más alejado que nunca de lograr tocar en el Orpheum.

Confíe demasiado en que Caleb iba a ser el empujón que necesitábamos para alcanzar nuestro punto más alto como banda, pero era algo demasiado bueno como para ser verdad. Lo era demasiado.

Y ahora no solo me sentía estupido, sino que también egoísta, porque en ningún momento pensé realmente en lo que podrían haber querido alguno de los chicos.

Cuando Maeve interrumpió bruscamente a Caleb en el momento en el que nos ofreció que firmaramos ese estupido contrato, no lo podía entender.

Había creído que Maeve había arruinado lo que sería "lo mejor para nosotros como banda" y creí que ella era la que se estaba comportando de manera egoísta, cuando yo ni siquiera había hecho el intento, en principio, de entender que detrás de la historia de Kyle, tampoco era algo racional de nuestra parte simplemente firmar con la primera persona "importante" que se nos cruce en el camino.

Y está bien, por suerte no hicimos nada de lo que pudiéramos habernos arrepentido. Maeve impidió a tiempo que firmaramos aquel contrato, y Kyle por lo menos pudo brindarnos la información suficiente como para desconfiar de Caleb.

Supongo que estaremos bien, pero yo...no puedo.

¿Que hubiera sucedido si nosotros hubiéramos aceptado trabajar para Caleb?

¿Que tanto las cosas se hubieran ido a la mierda?

Si ahora estábamos bien, ¿por qué la culpa no disminuía?

Muchas preguntas iban y venían como flashes en mí cabeza, y comenzaba a sentirme algo ansioso.

Mierda, mierda, mierda.

Necesitaba aire, y la voz de Kyle tan solo lograba alterarme más de lo que creía.

—Ya no quiero seguir con esta conversación.—lo callé, sintiéndome bastante aturdido y salí lo más rápido que pude del lugar dejando a todos atrás.

El primer contacto con la brisa golpeando a mí rostro logro aliviarme de manera considerable, pero esa especia de malestar aún seguía presente.

Tan solo me límite a caminar hacia el parque que estaba tan solo a unas pocas calles de distancia del bar del señor Harrison, y me senté en uno de los bancos desocupados.

Observaba aburrido todo lo que me rodeaba, había una cantidad considerable de personas teniendo en cuenta, aunque para mí suerte, en este instante, no eran demasiadas para mí gusto.

Miraba sin un punto fijo en dirección hacía el cielo, pensando en que debería de haber traído mí libreta para escribir algunas ideas para una canción.

E irónicamente cuando más la necesitaba, no la tenía a mano.

Hoy no podría escribir las ideas que tenía para mí nueva canción "estupido Luke", y vaya que creo que hasta estaba inspirado.

Que desgracia.

Absorto en mis pensamientos, apenas me había dado cuenta que alguien se sentó a mí lado, pero ni siquiera me moleste en mirarla.

—Sabia que no ibas a irte demasiado lejos.—hablo una voz femenina, que logro estremecerme.

Supongo que esté es el efecto Fitzpatrick.

—¿Y eso es bueno o malo?—pregunte por inercia.

—Es bueno, porque ahora que te encontré ya podremos hacer las cosas que nos quedan pendientes el día de hoy.—me explico, conteniendo cierta emoción.

—¿De que hablas? creo que hoy no teníamos nada que hacer...¿o si?—me gire a observarla, esperando una respuesta.

—Antes no teníamos, pero ahora quiero enseñarte algo. Creo que te gustará.—me sonrió tímida.

Y por muy extraño que suene...sentí una pequeña necesidad de sonreír también, aunque sea solo un poco.

—Esta bien.—acepte.— Pero yo no...

—No vamos a hablar de nada que tu no quieras, ¿de acuerdo? —me acortó, sabiendo lo que iba a decir.— Solo quiero que pasemos algo de tiempo juntos, ya sabes...como los viejos tiempos.

—De acuerdo, Mae.

Antes de que pudiera decir algo más,  un suave beso se plantó en mí mejilla derecha, como consecuencia, me fue imposible poder reprimir una sonrisa al sentir el dulce tacto de sus labios.

Y no fue hasta ese momento en el que me di cuenta que aquel malestar, se había esfumado.

***

No estaba seguro de cuánto tiempo habíamos estado caminando, y ni siquiera sabía a dónde se supone que estamos yendo. Jamás había pasado por esta zona antes, pero confiaba en que Maeve sabía por dónde ir, así que contuve mis ganas de preguntarle  si estaba planeando mí secuestro o algo por el estilo. Y le seguía el paso mientras nuestras manos aún seguían entrelazadas.

—Luke.

—Mande.

—Cierra los ojos.—me pidió.

—¿Que?

—¡Cierralos!—expreso con impaciencia.

Suspiré resignado, y cerré los ojos sabiendo que sea a donde sea que me vaya a guiar la castaña, supe que las probabilidades de que terminara en el piso eran muy altas, porque si no lo saben.

Maeve Fitzpatrick era la peor para guiar a alguien a ciegas.

Sobre todo teniendo en cuenta que mí sentido de la torpeza no ayudaba para nada a la situación.

Y esto es algo que volví a reafirmar, en cuanto me di un par de tropezones mientras Maeve me guiaba intentado ser lo más cuidadosa posible.

Sabía que estábamos muy cerca de aquel lugar cuando comenzé a escuchar el ruido de varias personas yendo y viniendo de un lugar a otro, siendo que esto no era lo que más destacaba.

La música de repente se hizo muy presente en el lugar, y yo ya sentía la necesidad de abrir los ojos.

—¿Maeve?—la llame ansioso.

Escuché como soltó una pequeña carcajada a mí lado.

—Ya puedes abrirlos Luke.

Cuando abrí mis ojos y pude observar con mayor detenimiento el lugar, no encontré ninguna forma de ocultar en lo más mínimo la emoción que sentía en este instante.

Mire a Maeve y no dude ni un segundo en juntar nuestros labios en un cálido beso, el cual claramente la tomo por sorpresa, pero que fue correspondido de igual manera.

Una vez que nos separamos, note el color sonrojado de sus mejillas, y me mordí el labio enternecido.

—Gracias, Mae.—musite.

***
Ya era momento de darles más momentos entre Luke y Maeve, aunque les prometo que en el próximo capítulo intentaré que sea un poco más "romántico".

Además en este acercamiento entre ellos, van a conocer más a fondo a nuestro querida Maeve y quizás se explique un poco mejor de dónde viene su miedo a la muerte.