Siempre a tu lado || Luke Patterson

Capítulo 8

Maeve

Ya había pasado una semana desde el día de nuestra presentación, y aún asi mí cabeza seguía siendo un desastre, apenas podía concentrarme a la hora de componer y creo que Luke está sospechando que algo no está bien conmigo.

¿Porque le daba tantas vueltas al asunto de Virginia? Creía que tenía bien en claro que no iba a ir.

¿Entonces porque me sigo replanteando el hecho de aceptar ir?

«Serás tonta Maeve»

Aunque eso no es lo que más me perturba.

¿Será que una parte de mí si quiere ir?

¿O es que solo quiero tener algo seguro en mí vida antes de que alguno de mis sueños se destruya?

Es verdad que no me gustaba en absoluto la idea de estudiar derecho, y mucho menos estar lejos de los chicos, sobre todo de Luke. La idea de que me estaría alejando de todas las cosas que conozco me hace entrar en un cuadro ansioso, pero si no acepto ir...¿Que me asegurará que lograremos tocar en el Orpehum? ¿valdra la pena? ¿y si nunca ocurre, podré soportar el dolor de un sueño roto?

«Mierda»

La única diferencia es que si decido quedarme y las cosas salen mal, por lo menos no estaría sola, siempre los tendría a ellos a mí lado...

—¿Te ocurre algo, Maeve?—me pregunto Alex a mis espaldas.

Luke y Reggie se habían ido a comprar nuevas cuerdas para la guitarra, ya que en medio de uno de los ensayos una de las cuerdas de la guitarra de Luke no estaban muy bien ajustadas, por lo que una se terminó rompiendo. Lo cual es algo raro tratándose de Luke, él es muy meticuloso con esas cosas.

El hecho de que ahora Alex y yo nos encontremos solos en el garage no sabía si era algo bueno o malo. A diferencia de los chicos, él me vio hablando con mí madre y se que el también percibió la tensión que había en el ambiente.

—No, para nada. Estoy perfectamente bien. —hice un intento de sonrisa, el cual termino siendo un pequeña mueca.

Definitivamente Maeve Fitzpatrick no sabe disimular cuando una situación la está sobrepasando.

—¿Segura? Llevas caminando en círculos con cara de "no se que hacer con mí vida" hace más de 15 minutos. —ante la mención del rubio, inconscientemente deje de caminar. Ni siquiera me había dado cuenta que lo estaba haciendo.— Y creo que me estoy empezando a preocupar.

Me quedé unos segundos en silencio. No estaba segura si querer contarle lo que estaba sucediendo.

—Puedes confiar en mí, Maeve. —pronuncio  suave y lento.

Di un pequeño suspiro antes de sentarme junto a Alex. No tenía sentido pretender que no me sucedía nada.

—¿Recuerdas aquel día antes de nuestra presentación en el cual mí madre fue a verme? —ni siquiera espere una respuesta de Alex para continuar hablando.— Pues resulta que fui aceptada en la universidad de Virginia. —solté sin mirar a Alex a los ojos.

Inmediatamente volteé a mirarlo, para encontrarme al rubio en un estado de shock, logrando cuestionarme si realmente hice lo correcto al contarle.

—¿Alex?...—lo llame tratando de sacarlo de su trance.

—¿Y tu quieres ir?—dijo sin más, tomándome desprevenida.

—Y-yo...no sé.—balbuceé— No se que voy a hacer, Alex. El tiempo se está acabado y yo todavía no tengo una respuesta, al principio estaba segura de que no iba a ir pero mientras más lo pienso más lo dudo y en estos momentos mí cabeza es un desastre. Además ni siquiera me gusta derecho. ¿Entonces porque no puedo rechazar simplemente esa idea de ir? y...

—¡Por el amor de Dios, Maeve respira! —me tomo de ambos brazos haciéndome reaccionar. Luego di una gran bocanada de aire con tanta fuerza que comencé a toser.— Necesito que me lo expliques de a poco, ¿De acuerdo?—asenti lentamente.— ¿A qué te refieres con que "se te acaba el tiempo?

—Me dieron un mes para decidir si aceptar o no.

—¡¿Un mes?! —exclamo con sorpresa. Al notar mí cara de pánico, se recompuso y decidió continuar como si nada hubiera pasado— Eh...ehh de acuerdo, no nos desviemos del tema. ¿Que es lo que te hace dudar tanto? ¿La banda? Por qué si es por eso, créeme que sea cual sea tu decisión, vamos a apoyarte, Maeve.—me regalo una sonrisa reconfortante.

—Lo que sucede Alex es que...tengo miedo.—Alex me miró confundido, pero antes de decir algo al respecto, prefirió dejarme hablar.— Tengo miedo de que todo lo que he  hecho haya sido en vano, el perseguir un sueño y ver cómo es esfuma entre mis manos. Fui en contra de todo lo que me enseñaron mis padres porque nada de lo que me enseñaban o exijian se amoldaba a lo que yo quería seguir en la vida. Ahora en consecuencia de eso no solo logré el desprecio de mí padre y la indiferencia de mí madre, sino que ahora también estoy lejos de casa. —me abraze a mí misma, tratando de mantener la calma.

—Escucha Maeve, nadie sabe con certeza que es lo que va a suceder, no cuando hay miles de probabilidades. Y quizás sunset curve no tenga un gran atractivo como ir a Virginia—rei ante ese comentario.—, pero por lo menos estaremos los cuatro juntos pase lo que pase. Además no creas que nos rendiremos tan fácil, te recuerdo que todavía tenemos una interesante oportunidad con Caleb Covington.—me ánimo— Además ¿Que te asegura que las cosas en Virginia vayan a funcionar? Nada está escrito, Maeve. No importa cual sea tu decisión, vamos a apoyarte porque eres nuestra amiga, pero si decides ir a Virginia solo por el hecho de creer que es algo seguro, quizás ese sea uno de los mayores errores de tu vida.

En ese instante sentí como comenzaron a picarme los ojos.

—Mierda Alex, no quería llorar.—solte una risa, esto es vergonzoso.

—Ay no no no, mí intención no era hacerte llorar, porfavor no llores, si comienzas a llorar yo también voy a hacerlo. ¡Sabes que soy un hombre sensible, Maeve!. —se quejo.

—¡No es mí culpa, es que dijiste las palabras perfectas! —me defendí. Una pequeña lágrima hizo acto de presencia para agregarle más dramatismo al asunto.

—Ven aquí. —me rodeo entre sus brazos, profundizando en un cálido abrazo.

Realmente no duro demasiado porque en ese momento se escuchó como se habría la puerta del garage.

—Hey chicos adivinen que, el señor de la tienda nos dejó las cuerdas a mitad de precio porque Reggie hizo...—Luke se callo apenas nos vio.— ¿Se encuentran bien?

—¿Acaso... están llorando?—señalo el pelinegro confundido.

—Son tiempos sensibles Reg.—fue lo único que dijimos al respecto.

—Ahora dejen eso ahí y vengan a darnos un abrazo, lo necesitamos.—demande, mientras se limpiaba algunas lágrimas.

Los chicos dejaron la bolsa con las cuerdas a un lado y se acercaron a nosotros aún confundidos para nuestro abrazo grupal.

Fue en ese mismo instante en el que supe que es lo que iba a hacer con respecto a Virginia, ya no me quedaban dudas.

***
Hey! espero que les guste el capítulo nuevo! lamento la demora pero mí familia y yo fuimos diagnosticados con covid, pero ahora ya me encuentro mejor para volver a escribir.

En los próximos capítulos volverán los momentos entre Luke y Maeve 🥴