Capítulo 2

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Maeve

Una vez que llegamos a nuestras casas, Luke y yo nos miramos por unos segundos en silencio, para luego devolver la vista hacia nuestras casas.

—Si tenemos suerte, quizás ya estén dormidos. -comento esperanzado.

—Tal vez. —dije no muy convencida.

En el fondo sabía que esté no era nuestro caso.

Lo más probable era que mi padre me este esperando, sentado en la sala junto con mí madre, con el ceño fruncido.

Probablemente discutamos.

Probablemente mí madre trataría de interceder para que no pase a mayores.

Probablemente termine llorando.

Si, probablemente todo eso vaya a suceder, pero en mí cabeza era mejor pensar que estarían durmiendo.

—Nos vemos mañana. —me despedí de Luke con un beso en la mejilla.

Y cada uno se dirigió a su casa.

Respiré profundo y abrí la puerta despacio rogando que mis padres no estén esperándome.

Las luces estaban apagadas, por lo que sentí que la vida volvia a mi cuerpo.

Camine lentamente hacia las escaleras para ir a mí cuarto. En el momento en el que pise el primer escalón, las luces se encendieron y a mí casi me agarran cinco infartos del susto.

—Esto de llegar tarde se te está haciendo costumbre, Maeve. —gire mi cabeza rápidamente en dirección hacía la sala de estar, y efectivamente se trataba de mí padre.—¿Realmente creías que no nos íbamos a dar cuenta que llegaste? —Expreso con tal dureza que sentí como se me estremecía la columna vertebral.

—L-lo siento. —musite apenada.—Me quedé ensayando con los chicos y...

—Tu y tu estúpida banda—grito.— Me importa un comino, Maeve!!

—No se trata de una estúpida banda papá! —eleve la voz.

Ante tal acto de imprudencia mío al contradecir a mí padre, este se acercó a mí y me agarró violentamente la muñeca.

—¿Josh, que sucede ahora? —la voz de mí madre se hizo presente en la sala y papá soltó mí muñeca con frustración.

Mis padres nunca me golpearon, ya que a mamá no le gustaba la violencia para criar, pero a papá ganas no le faltaron y estoy segura que ahora era cuando más ganas tenía de abofetearme.

—¿Que sucede? ¿Quieres saber que sucede? ¡Tu hija sucede! —dijo haciendo énfasis en la palabra.— Cree que puede venir cuando se le da la gana y que no va a recibir ningún tipo de castigo al respecto solo porque se trata de su banda.

La manera en la que se refería a mí con mí madre me generaba impotencia.

Mire a mamá de reojo, y notaba lo tensa que la ponía está situación. Aún asi no dijo nada al respecto, y se limito a asentir con temor ante las palabras de mí padre. Ella no tenía ganas de verse involucrada en esto, mucho menos pelear.

—En cuánto a ti, Maeve. -se acercó nuevamente a mi— Olvídate de una buena vez de esa estúpida banda. Tienes que cumplir con tus responsabilidades, mantenerte enfocada en la escuela. No puedo permitir que me hagas pasar este tipo de vergüenza.

—No. —fue lo único que salió de mí boca.

—¿No? —su mandíbula se tenso.—Mientras estés en esta casa vas a hacer lo que yo diga.

Siempre a tu lado || Luke PattersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora