Capítulo 10

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Maeve

Me detuve en el último local de mí lista, me había pasado casi toda la tarde tratando de conseguir algún trabajo pero no hubo caso, la mayoría de ellos me pedían experiencia lo cual me parece algo estupido si tienen en cuenta de que apenas tengo 18 años y hasta hace poco termine la secundaria.

¿cómo se supone que tenga experiencia si no me permiten tenerla?

Aún sin perder las esperanzas, me decidí a entrar al local. Para mí suerte no habían muchas personas todavía, lo cual eso facilitaría mí paso por allí. Busque con la mirada al dueño del lugar, pero no lo veía por ninguna parte, salvo a una chica que estaba atendiendo en la barra sola.

—Emm disculpa, —me le acerque en cuanto termino de atender a un señor.— ¿Sabe dónde me puedo contactar con el dueño?

La chica morena me miró algo desconcertada, pero rápidamente la reemplazo por una simple sonrisa.

«Porfavor dime qué está aquí, porfavor dime qué está aquí.»

Antes de que pudiera responderme, alguien hablo a mis espaldas.

—¿Maeve?

En cuanto me di media vuelta, hice mí mayor esfuerzo de contener mí sonrisa. Supongo que ya no es necesario que pregunte por el dueño.

—Señor Harrison.

—¡Maeve, ¿como has estado?! —exclamo sonriendo mientras me daba unas palmaditas en el hombro.— ¿Cuando volveran a tocar aqui tú y tu banda? muchas personas me preguntaron por ti, incluso me atrevería a decir que nuestras ventas subieron.

Comenze a reír por la exageración de esto útlimo.

Desde nuestra última presentación, logré congeniar muy bien con aquel señor, pues si, vine a buscar trabajo en el bar en el cual se originaron mis crisis existenciales.

«Maravilloso, nótese el sarcasmo.»

No sé si es por la edad o por mí carencia de cariño, probablemente sea la última, pero el señor Harrison es la imagen más cercana a la imagen de un abuelo, ya saben, de esos que son amorosos.

Lo único que podía decir al respecto del señor Harrison es que es una de las personas más amables que he conocido hasta ahora. El día de nuestra presentación, una vez que me desaparecí del escenario al terminar, me tope con el señor Harrison, fue algo vergonzoso ya que podría decirse que estaba en medio de una crisis, prácticamente me estaba ahogando, y él fue muy amable conmigo y nos quedamos hablando hasta que terminara de calmarme, luego de eso volví con los chicos, para terminar enterandome de una invitación de Caleb Covington.

Una interesante noche.

—Muy bien señor. —conteste amablemente.— De hecho...me gustaría hablarle de algo importante.

—¿Que sucede joven?

—Usted cree que —comenze a jugar con mis dedos nerviosamente.— ¿Podría trabajar aquí? —pude notar como sus ojos me miraron con una leve sorpresa. Y antes de que pudiera decirme algo me le adelante.— Me conformo con cualquier cosa, y además aprendo rápido, no se preocupe con eso.

—Uhmm déjame pensar, pues...el personal ya está completo. Lo siento. —me miró apenado.

Adiós esperanzas.

—Oh...no se preocupe señor. Lo entiendo.—sonrei.

Antes de que me fuera del lugar, el señor Harrison le dio una rápida mirada al escenario y luego su vista volvió hacía mí.

Siempre a tu lado || Luke PattersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora