𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟏

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ᴅʀᴀɢᴏɴᴇs
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De inmediato.

—¡MAAAAAL! —fue todo lo que escuché mientras caía a metros y hacia el agua.

Pero de pronto todo cambió, sentí algo dentro de mí que se fortaleció y mientras apretaba los ojos dejé de escuchar y de saber qué sucedía. Y cuando los volví a abrir, me di cuenta que ahora en lugar de caer, flotaba cerca de las nubes: estaba volando.

Un par de alas inmensas me habían salido y miles de escamas cubrían de mi cuerpo, ahora tenía una COLOTA; ahora era un verdadero dragón. Me sentí libre, puedo decir que incluso liberé fuego de mi boca.

—¡Ahora voy a acabar contigo, Uma! —fue todo lo que dije.

—No si antes yo acabo contigo.

Los mares comenzaron a levantarse en un tsunami que rebasaba por mucho la altura del barco, mientras todo mundo corría al otro lado del barandal y contrario a Uma para intentar sujetarse. En cualquier momento el barco podría voltearse, pero no lo iba a permitir.

Una cantidad inmensa de fuego salió de mi boca, justo en el momento en que Uma subió por el barandal del barco para tirarse al mar, pero de pronto hubo algo que calmó absolutamente todo.

—¡Altooooo!

¿Audrey?

—¡Deténganse!

—Audrey, sé que me amas, pero.

—No.

Uma se bajó del barandal y se acercó a Audrey.

—Aud.

—¿Estás bien?

Y vi cómo se abrazaban y Uma la sujetaba del rostro viéndola a los ojos.

—Pensé que te había pasado algo.

—No. Estoy bien.

¿Audrey y Uma?

—¿U-ustedes dos? —Comencé a descender hasta convertirme en humano (quién sabe cómo).

—Sí —dijo Audrey y me miró mientras sujetaba la mano de Uma—. Al ir a la Isla me di cuenta de que Uma era una como tú, Mal.

—¿Una como ella? — preguntó la hermosa Evie mientras se acercaba hasta mí.

—Sí. —Audrey la vio y le besó la mejilla—. Es decir, solo eras un pobre calamar con un corazón encogido y que necesitaba de amor. Así que regresé por Uma.

—¿O sea que no fue, Ben?

—Ya no entendí... —Ben se rascó la cabeza—. ¿No me dijiste que me amabas a mí?

Ay, Ben. Creo que en esta historia no te toca tampoco.

—No.

Evie y yo enlazamos nuestras manos y yo vi a Bella y a Adam quienes me miraban sorprendidos.

—Pero ¿entonces por qué engañar al pobre chico?

—Porque no es justo que ustedes cuatro vivan una vida privilegiada mientras Dizzy —Uma miró a Evie—. Y otros niños de Isla no tienen ni algo decente qué comer.

—Ahora mismo te regresamos a la Isla —dijo Adam haciéndole señas a los guardias.

—Papá, alto.

Ben se acercó hasta Audrey y la vio.

—¿De verdad quieres darle una oportunidad, Audrey?

—Sí. —Audrey sonrió y Uma la vio.

¿En qué momento la historia dio un giro inesperado? Estas son Las fantasías de Evie Grimhilde. Bueno, esto nos conviene a todos.

—Entonces, Uma, tendrás tu oportunidad, pero no habrá más oportunidades para ti si haces algo.

—Ben... —Evie se acercó hasta él—. De hecho... desearía que pudieras darles la oportunidad a otros y no solo a Uma.

Ben me miró y yo solo asentí.

—Lo haré —dijo y todos comenzaron a aplaudir y a gritar.

Pero voy a ser muy sincera y directa con ustedes: Evie ya me estaba arrastrando de la colota hasta la cabina del barco mientras todos se acercaban para abrazar a Ben.

—E-E.

—Cállate, quiero al dragón.

—E-Evie, pero... —No dije nada más cuando se lanzó a mi boca y comenzó a devorarme a besos, pegándose después a mi cuerpo.

—Quiero follar.

Ya saben cómo es esto, yo estaba para cumplir las fantasías de Evie, así que sin más la cargué en la cintura y la puse sobre el volante.

—Te quiero dentro, ya.

Le separé las piernas poniéndome entre estas y sentí cómo jadeamos en adrenalina pura.

—E...

—Dime.

—Ya sé qué quiero ser—dije mientras me la comía a besos y le levantaba el vestido.

—¿Qué quieres ser?

—Tu novia.

Evie separó más las piernas y yo la sujeté de la cintura con fuerza.

—Acepto.

—¿Sí?

—Sí, quiero ser tu novia.

Y así fue cómo la historia de amor que jamás pensé llegar a tener, terminó en el más perfecto y armonioso, lleno de colores... Ya, ya, solo quería exagerar.

Y así fue cómo le bajé el vestido a Evie y me lancé sobre uno de sus pezones para lamérselo y luego tirar de él con mis dientes a mi antojo, placer y deseo.

—Evie.

—¿Sí?

—Pero ¿qué pasó con el dragón sumiso?

—¿Qué dices?

—Na-nada.

Le levanté el vestido tratando de localizar sus bragas y una vez que lo hice tiré de ellas hasta bajárselas, Evie jadeó y metí dos de mis dedos comenzando a penetrarle duro y rápido.

—¡No pares! —gimió y yo atrapé de nuevo uno de sus pezones en mi boca, mientras la cargaba y la hacía recostarse luego encima de unos botones y me pegaba más a su cuerpo para comérmelo completito.

—¡Por Dios, vámonos de aquí, M!

—¿Po-por qué?

—Te tengo una sorpresita en el castillo.

¿En qué mo... ? No voy a decir nada.

—Pero antes acabo contigo.

Le levanté una pierna y comencé a darle más duro y sin misericordia. Y no la dejé contestar nada más cuando bajé entre sus piernas y comencé a comerle todo el clítoris, extrayéndolo con mi boca como si no hubiera fin. Sintiendo cómo ella gemía y temblaba con cada roce y penetrada y hasta que no aguantó y se corrió, lanzando un fuerte jadeo al aire que, si no fuera porque callé con mi mano, se hubiera escuchado hasta la Isla.

Y así fue, como las fantasías de Evie acabaron el día de hoy, pero no desesperen que todavía continúa.


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ᴍᴇᴠɪᴇ

Nota de autora (recuerdo)
Hola, quería agradecer de nuevo por los 10K de vistas (casi ya 11).

Muchas gracias ♥️

Jazmin Grey

The fantasies | Mevie +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora