The fantasies | Mevie +18

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟔

sᴀᴛɪsғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs
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Estaba acostada en el sofá de Grimhilde, sin pantalón y con Evie encima. No sé en qué momento pasó todo, pero ahora nos estábamos comiendo a besos apasionados. Mis mejillas estaban calientes y Evie comenzaba a manosearme sobre los muslos.

—Va-vamos arriba —le dije con pesadez.

—No hay tiempo... —masculló en mis sensibles y delicados labios, los cuales ya palpitaban y se sentían hinchados de los besos que me estaba dando. De pronto mi cuerpo se estremeció ella comenzaba a tocarme la entrepierna—. Vamos a hacerlo aquí y ahora.

—Pero nos pueden ver.

—¡Shhh! —Comenzó a tirar de mis bragas hasta quitármelas y dejarme totalmente expuesta a ella.

—Hoy no te me escapas dragoncillo goloso.

—E, espera, nos pueden ver —dije ronca cuando sentí que Evie separó mis piernas y comenzó a jugar en mis muslos arañando lentamente sobre ellos.

—Tengo unas ganas...

Una de sus manos atrapó de mi clítoris entre dos de sus dedos y en cuanto apretó vino el primer jadeo.

—¡E!

Cuando menos pensé Evie deslizó sus dedos suavemente hasta mi abertura más íntima, sintiendo cómo recorría de mis labios menores lentamente separándolos. Me arqueé a nada de gemir, comenzaba a humedecerme: tenía tanto que no sentía a alguien.

Luego de calentarnos a besos y a manoseadas, comencé a gemir de la sensación que sentía, Evie sabía jugar perfectamente en mi cuerpo.

—E.

Ella me cubrió la boca con una mano para hacerme callar, y cuando menos pensé comenzó a meter sus dedos dentro de mí. Mis manos se aferraron de los costados del sofá, mientras trataba de gemir. Ella se inclinó para besarme de nuevo y yo me deleité de sus besos una vez más. Pronto comencé a temblar del placer y se los mordí fuerte.

—Mal... —jadeaba en mi boca y yo apretaba más fuerte del sofá. Hasta que Evie aceleró desenfrenadamente el ritmo, y yo no aguanté más, comencé a venirme mientras echaba la cabeza hacia atrás de la potencia del orgasmo que me había azotado.

—Ev-Evie... —balbuceé, cuando ella ya estaba encima de mí besándome con más ganas.

—Quiero más —dijo.

Yo no pude decir algo, cuando ya me había cargado para subir escaleras arriba. Me acomodó sobre su cama, mi cuerpo seguía temblando, y de pronto vi cómo se quitó la falda y luego la blusa. Ella se subió a la cama y comenzó a gatear hacía mí, se miraba tan sexy que deseaba tocarla ya. Se sentó encima de mis caderas y yo me levanté de lo sensible que me sentía aún. Ella movió sus caderas encima de mí y eso me comenzó a matar de placer.

—Evie no...

—Cállate —dijo antes de sujetarse de mis hombros y movió sus caderas sobre mi entrepierna. Yo no aguanté y la tomé de las caderas para restregarme en ella duro, entonces vi su mirada mate de desaprobación—. Te portaste mal... y ahora voy a castigarte —y vi cómo se quitó el sujetador, dejando casi completamente desnudo su cuerpo. Tenía una piel tan hermosa, que deseaba besarla toda la noche. Pero ella lo tenía todo planeado, me sujetó las manos con este y luego me amarró directo a la cabecera de la cama.

—Evie, por favor... —Vi cómo levantó mi blusa y se inclinó llevándose uno de mis senos a su boca.

—No eres la única que desea practicar esa lista Malsy... —dijo antes de tirar de uno de mis pezones con su boca y yo me arqueé. Ella se levantó un poco sacando sus bragas y se sentó encima de mí completamente desnuda.

—E... —Su lívida piel chocó con la mía incontrolables veces, provocando que esta vez gimiera a todo volumen. Ella me arañó los hombros mientras se movía sin compasión sobre mi hinchado clítoris.

Y cuando ya no pude más, me arqueé maldiciendo de miles formas posibles, desatando un lento y alargado orgasmo, que segundos pues, me dejaría muerta sobre esa cama.

Poco después Evie me desató ambas manos y se echó a lado de mí abrazándome entre sus brazos. Yo me acurruqué, y poco después me quedé dormida mientras ella me acariciaba sobre el tatuaje y me dejaba besitos en las mejillas.

Evie Grimhilde me estaba matando con sus encantos.

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ᴍᴇᴠɪᴇ