ᴅᴇsᴇᴏs
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•Pues sí, era Evie.
Y por una extrañísima razón, el chico estaba sin una sola prenda puesta, mientras que Evie tenía el vestido azul levantado delicadamente y las bragas por las rodillas. En ese momento apretaba el trasero ahora rojo de Chad con ambas manos, marcando sus uñas sobre este. Y cuando me giré para irme de allí y no joderle a Evie el momentito, pisé una rama.
Joder.
—¡¿Q-que fue eso?! —escuché a Chad.
—¿Qué?
Y lo voy a decir, aunque Evie me mate, pero Chad gemía más que Evie, Evie apenas se alcanzaba a escuchar. No vayas a quemarte la garganta Evie. Pobre peliazul.
—Creo que hay alguien —dijo el rubio y parecía detenerse porque no escuchaba más movimientos.
Mal Igna iba a morir hoy.
—Yo me largo. —Evie se subió las bragas y Chad puso ambas manos sobre su entrepierna.
—Pero no he acabado.
—Pero yo sí.
Él se giró intentando detener a Evie, cuando resbaló cayendo al suelo de puras nalgas y sobre unas ramas.
—Alguien se acaba de trozar el culo —dijo Evie y miré cómo había una sonrisa malvada en su rostro.
—Ayúdame a levantarme, creo que me lastimé.
Al menos no se habían enterado de que había sido yo la que los vio. Jodida Evie, follando y uno aquí frustrado.
Caminé hacia mi habitación y después de que cerré la puerta mis ojos brillaron en un verde fosforescente. Me acosté en la cama tratando de "sanarme" de aquellas imágenes, pues parecía que sí me había afectado lo suficiente. Después de unos segundos cerré los ojos tratando de relajarme y luego de que los abrí observé hacia la puerta, podía echarme una paja antes de que Evie llegara.
Desabroché mi pantalón, bajé el zíper y metí mi mano por debajo de mis bragas. Mi estomago se sumió al primer tacto, separé ambas piernas y un gemido escapó de mis labios. Cerré los ojos de nuevo, sentía cómo mis dedos se humedecían cada vez más al rozarme y comencé en un movimiento lento sobre mi clítoris, pronto lubriqué todo con mi propia humedad. Me mordí los labios tratando de aguantar no gemir y sentí mi pecho levantarse en una clase de fatiga, fue cuando comencé a aumentar el ritmo y la sensibilidad me comenzaba a matar.
—Mal cre-
Joder, joder, joder y más joder.
Evie acababa de entrar a la habitación y yo solo saqué rápido la mano y me cobijé con una manta azul. Sentía cómo mi corazón estaba acelerado y pegando duro contra mi pecho, mientras mis mejillas se sentían muy calientes y mi entrepierna palpitaba.
—¿Qué hacías? —me preguntó viéndome sospechosamente y cerró la puerta.
—Do-dormir. Y, ¿tú?
—Vengo del bosque... —dijo y se sentó en su cama mientras se notaba distraída.
—¿Sucede algo? —titubeé, me acababa de acordar de lo que había visto. Y luego de que me estaba masturbando con... aquellas imágenes.
No me juzguen.
—Estaba en el bosque haciendo unas cosas "indecentes" —dijo haciendo comillas en la última palabra—. Y de pronto alguien llegó y... ¿nos vio?
Yo solo abría los ojos fingiendo sorpresa y solo asentía.
—Mal, debo confesarte algo... —Suspiró y se acercó acostándose a lado de mí.
Yo la miraba y sentía mis labios arder, en ese momento la tenía tan cerca que no pude evitar sentir cómo mis fosas nasales se extendían e inhalaban el rico aroma a manzana dulce de Evie. También noté que ella no tenía ni una sola imperfección, sus labios eran muy grandes y carnosos, eran rojos y estaba segura que luego de esos besos que le dio al rubio oxigenado le habían quedado naturalmente así.
Basta Mal.
—Estoy "saliendo" con Chad...
—¿Estabas follando con él? —dije tratando de lucir sorprendida nuevamente y ella gruñó viendo al techo.
—Eso intentaba —me miraba a los ojos y yo tragué seco, me sentía tan caliente y la tenía tan cerca que mi mente comenzaba a engañarse de alguna forma—. Pero luego un depravado nos vio.
—¿Q-quién?
—No lo sé. Pero estoy preocupada, espero que nadie importante. No quiero que Doug se entere aún.
—Ca-calma E, seguro no fue él.
—Es que también Chad no quiere que Cenicienta se entere de que ya no es virgen.
Yo reí mentalmente de recordar al pobre chico asfixiado y tratando de encestar en el tablero a su amigo el "dardo".
Evie se acostó encima de mi pecho y alcancé a distinguir que frunció el ceño y puso un mano sobre este.
—¿Por qué estás tan acelerada? —Vi cómo su cabeza se ladeó y puso una mano sobre mi frente—. Luces roja, parece que tienes fiebre. ¿Te sientes enferma?
—Yo e-estaba teniendo una pesadilla. Pero gracias a ti y que llegaste lograste salvarme.
Evie asintió fingiendo que me creía y luego se acercó más quedando cerca de mi cara. En ese momento yo misma combatía con mi propio cuerpo y reacciones para que no fuera a exponerme más. De pronto los marrones me miraban y sin poderlo evitar mis labios se separaron, sentía tanto deseo y excitación.
—¿No tenías una cita con Ben?
Joder, Benjamín.
Di un salto de la cama sin que Evie notara que tenía el pantalón desabrochado, y caminé hasta el baño.
—Me daré un baño. —Sonreí nerviosa y le puse seguro. Estaba ardiendo.
•
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ᴍᴇᴠɪᴇ
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The fantasies | Mevie +18
FanficUn dragón y una princesa. «Mal y Evie son las mejores amigas, hasta que Mal descubre la lista de sus fantasías más oscuras». Precauciones antes de leer: - Fanfiction. - Los personajes y la historia original no son míos. - Contenido para mayores de 1...