The fantasies | Mevie +18

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗

ʜᴜɪᴅᴀs
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Mi pecho subía y bajaba de tanto deseo que seguía transitando por todo mi cuerpo. Evie estaba recostada encima de mí mientras la observé dormir y mis uñas rasguñaban sus glúteos ligeramente.

Era tarde, ella llevaba un par de horas durmiendo, y yo no podía dormir. Mucho menos deseaba soltar o dejar de estrujarle ese par de nalgas ahora rojas a causa mía.

El aroma de su cabello alcanzaba a cubrir mis fosas nasales y yo no dejé de inhalarlo, era como la mismísima dopamina. Evie Grimhilde era jodidamente hermosa incluso luego de venirse. Sus labios estaban tan deliciosamente hinchados y su piel tenía algunas ligeras marcas de mis colmillos también.

Realmente no podía pensar en ninguna otra cosa que no fuera ella. No quería moverme mucho, no me importaba dormir mal esa noche o terminar torcida. No me importaba nada. No iba a soltarla.

Su respiración era completamente tranquila a diferencia de la mía que sentía que si no me controlaba iba a quemarla. Sus cejas tupidas y alineadas se movían de vez en cuando cuando junto con su nariz en tiernos balbuceos mientras yo me excitaba de sentir su cuerpo desnudo.

Acaricié su mejilla con mis uñas (ahora eran incluso más grandes) y con cuidado de no arañarla más me incliné y le robé un pequeño beso. Y así nos mantuvimos de cerca hasta que la mañana llegó.

El calor de su cuerpo era fuego en mi alma.

Lástima que todo estaba por irse por la borda. Comenzaron tocar la puerta entre patadas y golpes. Evie y yo abrimos los ojos al mismo tiempo, y antes de poder decir algo ella me tapó la boca.

—No digas nada... —Pero fue demasiado tarde, el cerrojo se giró y la puerta se abrió.

—¡Pero ¿qué significa esto Evie?! —el enano acababa de cagar mi momento.

—Doug.

Solté un gruñido cuando Evie se enredó en la sábana y se sentó sobre la cama bajándose de encima de mí.

—¿Así que por eso no me has hablado hace días?

Evie asintió y me sujetó la mano.

—Sí, estoy follando con Mal hace un par de semanas —se escuchó decir y yo fruncí el ceño: ¿Por qué no solo le decía la verdad?

El enano azotó la puerta tipo drama queen y se fue. Ya nos había arruinado despertar con el cántico de las aves, pero ni modo. No todo puede ser tan perfecto.

—Lo siento —dije incómoda y mirando hacia el suelo—. No quise trae-

—Mal. —La vi a los ojos de nuevo—. Es mejor que no digas nada.

Yo asentí y Evie se levantó de la cama cubriéndose aún.

—E, espera.

Evie se giró y me miró.

—Escucha, es mejor que hagamos como que esto nunca pasó.

Y ouch, esto dolió más que la forma en la que Ben se había comportado un día antes. Evie entró en el baño y yo me llevé una mano a la frente maldiciéndome un millón de veces más.

Me acaba de follar a mi mejor amiga.

Y el resto de mi día fue un fiasco más, Evie fingía que no pasaba nada y con Ben ni quería cruzar palabra alguna. Y, además, luego de lo que había hecho con Evie no crean que me hacía sentir bien del todo. Además de que mi apetito sexual había incrementado y sentía que algo no andaba bien con mi cuerpo.

Así que no, no lo pensé mucho. Y sí, quizá era la más estúpida excusa para huir, pero no podía seguir fingiendo algo que no era.

Lean bien porque esto fue lo que realmente sucedió:

Tomé una hoja de papel, escribí un mensaje para Ben en el que me despedía y le agradecía por cada cosa.

Vamos a ser sinceros, yo no era la clase de chica que Ben merecía. Ni por más amor que hubiera, este no era el caso. Es decir, claro que lo quería y mucho. Pero Ben merecía otra clase de chica, una clase de princesa o algo parecido, yo era todo lo contrario.

Y en fin, tomé a mi madre, mi libro de hechizos, y finalmente la moto que Ben me había regalado un mes antes en mi cumpleaños. No me vean como una interesada, no quería aceptarla, pero insistió tanto.

Y así fue como decidí regresar a la Isla.

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ᴍᴇᴠɪᴇ