Sam (George Weasley) (+18)

•de compras•

A la mañana siguiente Sam se levantó, se lavó los dientes, tomó una rápida ducha y se vistió.

Escogió una corta falda tejana, blanca con flores acompañada de un jersey de manga larga y unos calcetines altos junto con unas jordan. Ya que hoy tenía pensado ir de compras con Ginny y Blaise.

- Buenos días! - Saludó con su radiante sonrisa contegiandosela a toda la familia.

- Tu siempre alegrando las mañanas querida - Respondió Molly con una sonrisa de oreja a oreja.

Se despidieron de todos cuando Ginny bajo las escaleras desprendiendo alegría como siempre. Por estas cosas era que ella y Sam eran mejores amigas.

Las dos eran como un rayo de luz que alegraba a todo el mundo.

Ginny desapareció en la chimenea y cuando Sam fue a hacerlo de igual forma...

- No

Se giró y miró confundida al pelirrojo que la miraba de pies a cabeza sin disimular ni un poco.

- No te vas a ir

- Haré lo que me dé la gana, querido.

Volvió a agarrar los polvos flu, pero estos cayeron cuando George le agarró el brazo y la giró fundiendo sus labios en un apasionado beso.

- No vas a irte así, no después de lo que pasó anoche.

- Follamos, nada más.

- Que?

- Mira, casi te acuestas con otra porque no fuiste capaz de hablar conmigo. - respiró hondo - Sigo enamorada de ti, pero no vas a recuperarme tan fácilmente, no después de lo que me hiciste.

El pelirrojo cayó

- Era lo que querías oír?

- Sinceramente no, pero haré lo que sea por volver a tenerte entre mis brazos. Haré que me perdones pase lo que pase.

La castaña se dio la vuelta sonriendo sin que el chico se diera cuenta y desapareció a través de la chimenea apareciendo en su apartamento donde estaban Lee y Blaise junto a Ginny.

Mientras, George ideaba algún plan para demostrar lo enamorado que estaba de aquella preciosa chica.

《No iba a dejarla escapar》

...

- Nos vemos de aquí 2 horas entonces - Dijo Lee

Sam y Blaise se fueron a comprar a unas tiendas, mientras Lee y Ginny se iban a otras.

- Te vas a comprar un vestido tan sexy que va a dar paso a la imaginación de cualquiera que te mire.

- Blaise... ya sabes la respuesta...

- Y es un...

- Obviamente que si! - Gritó la castaña.

- Esa es mi puta - Los dos rieron chocando los cinco y se adentraron a la tienda que más les gustaba.

Estaba llena de vestido de todo tipo, habían largos, acampanados cortos, más veraniegos, ajustados, con escote, sin mangas o con. Habia un sin fin de ellos junto con faldas, tops, pantalones. Habia de todo y cada uno de ellos era precioso.

Aquello era el paraíso.

Blaise empezó a agarrar cosas para que Sam se las probara mientras ella hacia lo mismo.

- Venga miamorrr! Llevo esperando aquí 3 días! - Chilló Blaise desesperado porque la morocha saliera de una vez.

Esta rodó los ojos y sopló mientras una sonrisa se escapaba de sus labios al ver su reflejo.