Sam (George Weasley) (+18)

•sí•

Le pelirrojo tan solo miraba a la chica que estaba de rodillas frente a él, con una caja de terciopelo abierta en las manos que contenía un precioso anillo.

- George, cariño... si no quieres que nos casemos dímelo, pero dime algo, por favor...

- Y-yo... e-es que no me...

La castaña dirigió su mirada a la arena mientras se levantaba del suelo.

- Esta bien, Georgie... podemos seguir con nuestra relación sin estar casados. Y-yo...

Podía decirle que estaba bien porque quería que no se sintiera mal. Pero la castaña estaba destrozada, se habia preparado para pedirle matrimonio hacia ya un mes, y yo tenía todo pensado. Quería pasar el resto de sus días con ese chico, y al ver que no respondía aquella respuesta que le chica tanto anhelaba, la destrozó.

- V-voy a recoger esto...

George seguía en el sitio mirando como su chica se agachaba para poner todo lo utilizado en el cesto.

En ese momento, al ver como la había cagado, pestañeó varias veces y volvió al mundo real.

- ¡May, espera! - le gritó cuando la chica ya estaba llevándolo todo a la cabaña, con la mirada clavada en el suelo.

- ¿S-si? - preguntó girandose hacia su novio.

Al pelirrojo le causó un pinchazo en el pecho al ver como las lágrimas caían por su rostro. Él la había hecho llorar, y verla así de destrozada, hizo que se sintiera la peor persona del mundo.

- Joder, May... lo siento... y-yo solo...

- No, esta bien. Ya e visto que no quieres casarte conmigo, y no importa... de verdad... p-podemos hacer como si nada hubiera pasado...

- No. - Sam lo miró confundida. - Yo... me e quedado paralizado, no me esperaba esto. Pero quiero casarme contigo, por merlín. ¿Que hombre en su sano juicio no querría casarse contigo?

- ¿Q-que?

- ¡Claro que quiero casarme contigo! - dijo riendo - Eres la mujer más increíble que e conocido. Te amo y estoy locamente enamorado de ti, May. Tan solo es que no me esperaba que fueras a pedirme matrimonio, me e quedado paralizado. Y lo siento, mucho-

Dejó de hablar cuando la castaña se lanzó a sus brazos y lo besó.

Cuando se separaron, George sonrió al ver como su chica sonreía de oreja a oreja y sus ojos le brillaban con entusiasmo junto a la luz de la luna.

- Eres preciosa.

Sam se sonrojó y bajó la cabeza con las mejillas rojas.

George empezó a reír y le agarró el mentón haciendo que sus miradas conectaran.

Sam puso el anillo en el dedo del pelirrojo y este sonrió.

- Te amo, May.

- Te amo, Georgie.

Sus labios se unieron en un beso necesitado. Las manos del pelirrojo bajaron hasta hasta trasero de la castaña y lo agarró con fuerza haciendo que soltara un gemidos en sus labios.

Bajó un poco sus manos y las colocó en los muslos para subirla, haciendo que sus piernas le rodearan la cintura.

Sus gemidos y gruñidos fue lo único que se escuchó aquella noche el la playa. Iluminados por la luz de la luna, sabiendo que no había nada igual que el amor que sentían el uno por el otro.

...

- Bueno, cariño. Después vuelvo. - dijo Sam dejando un pequeño beso en los labios del pelirrojo.