Sam (George Weasley) (+18)

•Bien•

Pasaron dos días desde que Sam llegó a la madriguera con Ginny y Ron. Molly la recibió con los brazos abiertos y definitivamente le dijo que George no era su hijo, ya que Ginny se lo contó todo.

Al parecer Harry y Hermione también estaban y todos la ayudaron mucho para hacerla sentir mejor. Aunque a decir verdad el primer día no se movió de la cama, decía que estaba muy ocupada con sus lágrimas y comida.

En estos momentos Molly y Hermione estaban en la cocina acabando de preparar el desayuno, mientras Harry y Ginny estaban en el sofá junto a Ron el cual estaba medio dormido, y Sam preparaba la mesa.

A la castaña se le olvidó traer su pijama, así que Ginny le tuvo que dejar algo para dormir, cosa que no era de su talla a decir verdad. Llevaba unos pantalones de deporte pegado al cuerpo junto con una camiseta blanca también pegada a su pecho.

- Ya casi está listo! - gritó Her desde la cocina.

Cuando Sam estaba acabado de colocar los últimos vasos, miro si cuerpo en un pequeño espejo que había en el pasillo. A decir verdad, su cuerpo había crecido, sus caderas estaban más anchas al igual que su trasero y tenía más pecho de lo normal.

Durante una época en su adolescencia, ella no estaba delgada como sus compañeras y todos la insultaban, hasta que su cuerpo se desarrolló por completo, en ese momento todos querían estar con ella, pero Sam es demasiado orgullosa y no le gustaba la gente interesada, así que simplemente se cambió de instituto, claro después de dejarles a todos las cosas claras.

- Aquí tienen las tosta- La frase de Molly fue cortada cuando tres chicos salieron de la chimenea.

Lee, Fred y George

Sam quedó paralizada por unos instantes hasta que Ginny le pisó un poco el pie y esta reaccionó, hizo como si nada y fue a abrazar a sus amigos.

- Te echaba de menos Trésor. - Habló el gemelo mayor.

- Y yo a ti Mon Cheri - Los dos se sonrieron y luego fue a abrazar a Lee.

- Como has estado preciosa? - Susurró en el oído de la castaña mientras se abrazaban. Esta le respondió con una sonrisa triste y un asentimiento con la cabeza.

George abrió sus brazos para abrazar a Sam pero solo se ganó una mala mirada y esta se dio la vuelta para ir a sentarse al lado de su mejor amiga.

Los tres chicos se quedaron mirando el cuerpo de la chica. Con esa ropa se habían dado cuenta de que su cuerpo había cambiado significativamente.

- De lo que te has perdido hermano - Le dijo Fred a su gemelo para empezar a dirigirse hacia la mesa.

- No! - Gritó Molly antes de que alguno de los tres chicos pudiera sentarse. - Antes de que se sientes, expliquen que hacen aquí. - Los gemelos se prepararon para hablar pero esta volvió a hablar - Y denme una razón para no sacar a George a patadas de aquí!

El gemelo menor abrió los ojos como platos y los demás rieron.

- Estábamos probando un nuevo invento y puede que hayamos inundado los dos apartamentos - Dijo Fred con una sonrisa inocente mientras se rascaba la nuca.

- QUE?! - Chilló Sam levantándose de la silla y caminando hacia ellos. - Mi apartamento?! Habéis. Inundado. MI. Apartamento, trio de idiotas?!

- Bueno... s-si pero, nosotros... emm - El gemelo mayor empezó a balbucear, a los tres chicos les recordaba a Molly cuando se enfadaba, y nunca debían llevarle la contraria a Molly.

- No nos golpees - Dijo Lee rápidamente.

- No os voy a golpear. Solo díganme que no lo han dejado todo inundado. - Dijo intentando mantener la calma.

- Hemos llamado a esos magos que arreglan todas estas cosas, ya que nosotros no podíamos hacerlo. Pero tardarán unos dos días, así que debemos quedarnos aquí. - Dijo George esperando que Sam le dijera algo, cualquier cosa.

- Bien - Fue lo único que dijo antes de volver a sentarse.

Molly la miro orgullosa y su mirada volvió a los tres chicos.

- Oh si... no tenemos ninguna razón para que no eches a George a patadas de aquí. - Dijo el gemelo mayor.

- Pueden quedarse, pero George Weasley, quiero que respetes a Sam, si haces algo que le incomode te irás de aquí inmediatamente - Señaló con el dedo a su hijo y este asintió rápidamente.

Todos se sentaron y desayunaron. Por parte de George hubo un silencio total mientras solo dirijia miradas a Sam, no dejó de mirarla en ningún momento. Mientras, los demás charlaban y reían alegremente, incluida Sam, la cual intentaba no pensar en el pelirrojo.

El desayuno terminó y cada uno se fue a un lugar distinto. Fred y George se instalaban en su habitación, la que estaba al lado del cuarto de Sam y Lee dormiría con la castaña.

- Mira Fredie! - Dijo esta entrando por la puerta del baño que separaba las dos habitaciones.

- Que pasa Ewok?

-He encontrado dos medallas en uno de los bolsillos de mi maleta cuando estaba guardando unas últimas cosas, y te las voy que dar.

- Y porque me vas a dar las dos?

- Una por idiota - apunta a una de ellas - y la otra por si pierdes la anterior. - Dijo con una sonrisa.

Lee, el cual estaba detrás de ella empezó a reír y el pelirrojo miró a la chica.

- Ah si? - Sam asintió con una sonrisa - Pues ven aquí - Dijo mientras agarraba a la castaña por la piernas, la puso en su hombro y la lanzó contra la cama para empezar a hacerle cosquillas.

- P-para F-Fred- Dijo este risas.

Cuando al puerta de la habitación se abrió, este paró y miró hacia la puerta. Era George, el cual tenía la mandíbula apretada.

- Cuidado no se te rompa algún diente de tanto apretar Weasley - Dijo Sam mientras se levantaba y salía de la habitación dejando a los tres chicos solos.

Lee y Fred rieron y miraron la cara que se le quedó a George.

- No se rían capullos. Deberían haber visto la mirada que me a lanzado cuando la e querido abrazar.

- Tranquilo amigo, que lo hemos visto - Dijo Lee.

- Y te mereces eso, y mucho más - Finalizó Fred.

- Lo sé, pero no me voy a dar por vencido.

Los dos chicos lo miraron confundidos.

- Voy a recuperarla.