Almas que Queman [En proceso]

Capítulo 7

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"La muerte es como el viento,
cuando menos lo esperas te azota"
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Mónica termina de subir la cremallera de mi vestido mientras yo continuo maquillándome. Estamos preparándonos para el 22 aniversario de la Élite. Según dijeron no se necesitan parejas, por lo tanto iremos todos juntos como siempre.

– ¿Me pasas esos pendientes? – le pregunto a Nicol señalando la cajita que está encima de la mesita junto a mi cama.
– Aquí tienes – me los alcanza.
– Gracias – sonrío.
– No me entra este vestido – se queja Luciana por décima vez.

Mónica suspira.

– Venga, yo te ayudo.
– ¿Chicas estáis listas? Vamos a morir aquí esperando – grita Aaron desde el otro lado de la puerta.
– Ya bajamos – respondo.

Terminamos de arreglarnos. Yo llevo puesto un vestido azul ajustado en la cintura y con corte de princesa en la parte de abajo.

Mónica viste uno negro con un encaje en la parte de los senos.

Nicol una falda rosa con un cinturón negro en medio y una blusa a juego.

Por último Luciana viste uno verde fosforescente pegado a todo el cuerpo, lo que en cambio de con tacones al igual que nosotras trae unos tenis blancos altos.

– ¿Listas? – pregunto con una sonrisa en el rostro.
– Siempre.

Bajamos las escaleras tipo las películas de Netflix donde los chicos esperan abajo a sus novias, y todo pasa en cámara lenta, una a una bajamos despacio y las mandíbulas de los chicos cayeron al suelo.

– Hermosas – susurra Lucas boquiabierto.
– Sin duda somos los hombres más afortunados del mundo – dice Aaron sonriente.
– Más perfectas no pueden ser – Jhonny esboza una amplia sonrisa.

Aaron se rasca la nuca y acto seguido todos se ponen de pie.

– ¿Listas para dar el mejor viaje de su vida con estos guapos caballeros.
– Siempre ¿cierto chicas? – sonrío tomando la mano de Aaron.
– Por supuesto – susurra Mónica.

Tomamos a nuestros caballeros de la mano y salimos a donde se encuentra el auto.

Llegamos en menos de media hora al instituto. Está todo lleno de chicos con sus padres, autos por toda la calle, en fin.

– ¿Tus padres están ahí Mon?
– No lo sé, pero si lo están prefiero no saberlo. No estoy para peleas estúpidas.
– Yo que tú los enfrentaría – me encojo de hombros.
– ¿Enfrentarlos como tú haces con tu padre? No creo que tenga esa fuerza amiga.
– Como digas.

Sergio abre la puerta del auto y comenzamos a salir como estrellas de Hollywood.

Fotógrafos y periodistas nos siguen como psicópatas, cosa por la que odio tanto estos tipos de eventos.

– En vez del aniversario del instituto parece más bien un encuentro entre Karol G, Ozuna, Raw Alejandro y Lunay – comento observando todo el lugar.
– Y que lo digas, somos como estrellas de Hollywood – dice Mónica dando una vuelta.
– Mis sexys estrellas – susurra Aaron en mi oído.

Muerdo mi labio inferior y sonrío. Continuamos caminando hasta que nos adentramos en el instituto. El enfoque de las luces de colores de la entrada me deja prácticamente ciega.

– Verónica Lynch.

«Oh no, zorras a la vista»

– Valeria.