Orión estaba molesto y dolido.
Artemisa había elegido a su hermano por segunda vez sobre él. Entendía que fueran hermanos y aunque en esa vida no recordaban ambos seguían juntos, a diferencia del pasado en el cual Apolo se había visto obligado a mentir a su hermana para que lo asesinará, y Orión solo lo sabía porque vio llegar a la chica a su lado justo antes de fallecer.
Lo que ocurrió después de eso como muchos dicen era historia. No le importaba saber si en sí Artemisa lo había hecho subir a las estrellas o si se había disculpado con él en el lecho de su muerte, eso no le servía de nada; pero si le servía la segunda oportunidad que tenían en esta vida y que la chica había echado por la borda.
Estúpido, imbécil, idiota de Apolo pensó el pelinegro pateando un bote de basura junto a él.
El hermano de Artemisa no lo conocía personalmente, no en ese pueblo, y no antes del encuentro que habían tenido hace unas horas, por lo que no entendía el afán de mantener a su hermana lejos de él.
Ok. Estaba trabajando como un doble agente al ser amigo de Artemisa y estar bajo el mando de su jefa, la mujer que lo llevo a ese pueblo, pero nunca había dañado a su amiga a pesar de haber tenido muchas oportunidades y nadie sabía de eso.
Su sentimiento inicial de venganza le había hecho aceptar la oportunidad que su jefa le había otorgado para cobrar venganza; sin embargo, con el tiempo su convicción de hacerlo disminuyo mientras Artemisa se abría él como en antaño.
Hasta hoy se recordó con furia.
Los pensamientos negativos estaban rondándolo nuevamente. La pelinegra le había demostrado que no era importante para ella después de todo al no luchar con su hermano por ellos, por su amistad, porque era lo única que la chica le había y él había aceptado.
¡Incluso eso!
Aún en esa vida se había enamorado de la cazadora y no estaba siendo correspondido, pero lo entendía. Después de todo la chica era una diosa totalmente virgen y que se había negado rotundamente a estar con un hombre ¡Él había entendido! Para al final ser despreciado.
La rabia lo estaba consumiendo y la iba a desfogar con los culpables que la habían provocado; Apolo y Hermes. El primero por todo lo que estaba sintiendo a causa de haber obligado, chantajeado, manipulado a su hermana a hacer y al segundo por haberse atrevido a robarle su arco cuando Artemisa lo había inmovilizado para quitarle su arma.
Van a pagar caro que este sintiendo esto pensó el chico con furia vigilando el instituto donde estudiaban los olímpicos.
Pobres idiotas no saben a lo que se enfrentan se dijo de manera burlona mientras daba una calada a su cigarrillo.
Había dejado hace tiempo ese mal habito por Artemisa, pero con ella escogiendo un camino sin él era obvio donde los dejaba parados y Orión estaba dispuesto a cumplir con su papel para hacerles daño.
***
Orión vio cuando Hermes y Apolo salieron del instituto ignorando a Artemisa como si fuera una plaga.
¿Y aun así la chica los elegía? Era un misterio para el pelinegro por lo que cuando vio a la chica sufrir por la manera en la que lo trataba su hermano se detuvo de seguirla, iba a ser consecuente con lo que se había dicho y no le rogaría otra vez por una oportunidad. Tuvieron la suya y ya se había terminado esa mañana.
Siguió a los chicos hasta una parte alejada del pueblo que fue donde se detuvieron.
—Sal —ordenó Apolo sin mirar en su dirección y Orión complació al chico mostrándose.
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Artemisa [Olímpicos mortales #2]
Fantasy"¿Qué pasaría si los dioses griegos se convirtieran en simples mortales?" El despertar ha comenzado y el peligro esta latente en cada uno de ellos. Enemigos en la oscuridad que quieren regresar y cobrar venganza. ¿Podrán sobrevivir y completar su...