Epílogo

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Epílogo


Marzo, 2021

Las estaciones de trenes transportan aproximadamente 2. 2.948.876 de personas todos los días que van a diferentes destinos.

Dentro de sus vagones caben alrededor de 350 personas sentadas mientras duermen. 1,180 paradas bostezando, hablando por teléfono y otros escuchando música. Eso sería lo normal, sin embargo, cuando va repleto uno se pierde entre la multitud.

En sus estaciones hay otras personas esperando para tomar el siguiente tren y otras caminando en diferentes direcciones, incluso corriendo porque van atrasados. No soy matemático así que no pregunten cuantos hay porque no lo sabré.

En conclusión: hay mucha gente.

Sí, hay mucha gente y yo entre toda esa gente, me encontré con él.

Fue un lunes donde todo comenzó. Un sencillo lunes en donde tenía sueño, como siempre. A las siete y media de la mañana iba a ocurrir nuestro primer encuentro.

Donde aquel encuentro iba a causar un impacto en nuestras vidas.

Donde iban a cambiar muchas cosas para bien y tal vez para mal.

Fue donde por primera vez sus ojos azules se estrellaron por mis ojos marrones.

Donde por primera vez o, mejor dicho, después de muchos años nos encontramos.

Donde él me encontró y donde yo lo vi 'por primera vez' sin saber que ya lo había conocido de hace mucho.

Sin saber que un sueño mío sería una pista para recordarlo y aunque, nunca pude concretar los recuerdos de aquella niñez junto a él, no importo para saber que era la persona que tanto había esperado.

Esperado su regreso.

Nunca piensas que cuando te tropiezas con alguien, esa persona se convertirá en parte de tu vida, en parte de tus amigos o en algo más. Lo más común que pasaría es que no las volvieras a ver más en tu vida.

Pero, él fue una excepción, una hermosa excepción. Un alma más que chocó con la mía en una simple estación de tren.

Pasamos por muchas cosas. Momentos tristes, momentos felices, problemas, hubo personas que nos dañaron y otros factores que nos quisieron separar una vez más.

Demasiado drama como una novela cliché de las que lees y te dejan sin estabilidad emocional. Me ha pasado, así que te comprendo.

Pero, este drama tuvo un final cliché, un final feliz.

No sé si fuimos el claro ejemplo que, aunque pasemos por distintas adversidades con aquella persona, a pesar de todo eso volvamos a ella porque esa persona es para ti y tú para ella.

Pero, me gustaría pensar que sí, que si lo fuimos, que si fuimos ese ejemplo. Que por más que nuestros caminos se separaron por siete años nos volvimos a juntar. Tal vez es mucho, tal vez es poco, no sé. Lo único que sí sé es que el destino no quiso que continuáramos con la ausencia del otro y de eso estoy muy agradecida.

Él había sido mi príncipe azul, quien siempre me cuidó y quien siempre me buscó porque se sintió muy tonto de haberme dejado ir por un susto.

No lo culpaba por eso, nunca lo haría, apenas era un niño que se asustó y ya, pero aquel niño creció y entendió que lo que había hecho tal vez no había sido la mejor solución.

Había sido su amor platónico desde los diez añitos. Su persona se había fijado en mi desde que tenía ocho.

Tal vez fue mi amor platónico también, porque según mi sueño lo había encontrado hermosamente lindo.

Estrella de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora