Capítulo 43

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43. Una versión pobre de Troy y Gabriela; y una pregunta que puede cambiar todo


¡Último día de clases! Tanto para mí como para Jonathan ¡Seriamos libres!... por ahora.

En esta ocasión como no tendríamos baile de graduación, la directora dijo que los que querían venir más 'formal' que lo hicieran porque nos harían una pequeña sorpresa.

Ni corta ni perezosa Agustina, la siempre glamurosa de este grupo llegó con un vestido de invierno muy elegante de color plomo con mangas largas, pantys negras transparentes y tacones del mismo color. Sus cabellos pelirrojos los traía atados a una cola alta luciendo sus aretes largos y con maquillaje suave.

Ella fue quien nos convenció para que no viniéramos como cualquier cosa.

Jordán estaba con pantalones marrones, zapatos de vestir del mismo color, un abrigo largo plomo con una camisa celeste desabotonada en la parte de arriba. Su cabello al natural. Con esa vestimenta causaba que sus ojos verdes y pecas se destacarán más. Su arete era parte de sus accesorios.

Derek estaba con pantalones jeans, zapatillas celestes con rayas blancas, camisa ploma y una chaqueta azul marino. Su cabello un poco desordenado, llevaba un reloj en su muñeca.

Los tres se venían muy guapos.

Y yo, bueno traía puesta una falda ajustada de color rosa pálido alta, pantys gruesas negras, ballerinas del mismo color, aunque Agus trato de convencerme de usar tacones ¡Pero en esas cosas iba a besar el piso! Así que no. Un suéter algo grueso por el frío de color blanco, este iba por debajo de la falda. Estaba con el collar que me había regalado mi hermano hace mucho. Y mi cabello con un peinado de tomate, algunos mechones por los costados salían. Había sido muy difícil hacer este peinado con el cabello corto, con un maquillaje suave también y los infaltables lentes. Me sentía bonita sinceramente.

No hubo clases, cada sección se organizó para hacer algo para compartir, así que nos dedicamos a comer de las distintas cosas que habíamos traído. Había muchas cosas ricas. También nos dedicamos a reír hablando de cualquier tontería. Lástima que Derek no estaba con nosotros, su sección se había organizado para comer pizza.

Durante la hora hubo un chico muy sospecho a mi parecer que trajo una gaseosa, está la dejo muy sutilmente en la mesa con una sonrisa maliciosa en su rostro. Nunca lo perdí de vista y fue cuando otro chico abrió esa botella que todo el líquido explotó en su ropa y cara. Rayos. Todos rieron, incluso aquel chico que se había ensuciado se lo tomó con humor, era amigo del otro chico me di cuenta después. Cuando este se lo confesó, el chico que se había ensuciado le lanzo el resto del refresco que quedaba en la botella. Todos empezaron a correr para no ensuciarse y nosotros también escapando del lugar, no sin antes llevar municiones.

—Si algo le pasaba a mi vestido yo me moría —dramatizo la pelirroja.

Caminamos por última vez por este pasillo. Miraba los casilleros pasando mi mano por ellos ¡Joder si estaba triste!... A pesar de todo, si iba a extrañar este lugar.

—Un poco de agua y ya está —se encogió de hombros Jordán llevando un bocadillo a la boca.

—Este vestido no es cualquier cosa Pecas —abrió sus ojos obvia—, debes llevarlo a la tintorería.

—Un poco de agua y ya está —repitió.

Ella bufó comiendo y yo reí.

Llegamos al aula de nuestro amigo. Había música y gente bailando muy felices. Cuando él nos vio salió a recibirnos con una sonrisa y sus brazos extendidos dándonos un abrazo.

Estrella de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora