«Vamos, abre la puerta Lerman.» Escribió Michael.Aunque constantemente hablo con ellos, su inesperada visita realmente me tomó por sorpresa, dudé unos segundos en aceptar, estaba tratando de encontrar información sobre aquel hombre rico con el que soñó Lucy hace algunos días.
—Distráete. — Escuché. Giré y vi aquellos ojos verdes que me miraban con ternura. —Habla con ellos, distráete. Me conoces hace quince días y te he convertido en un hombre solitario. — Dijo.
—No es eso, simplemente no he tenido muchas ganas de...
— A veces es imposible no escucharte por el celular, y sé que has rechazado algunos compromisos. — Se acercó a mí y llevó su mano a mi pómulo. — Son tus amigos, está bien que te des un respiro, hazlo por favor. — Suplicó.
Ignoré la sensación que me provocó ese movimiento y tomé el celular.«Voy.» Respondí.
Algunas personas estaban extrañados de que hayan pasado dos sábados y no he sido anfitrión de otra incontrolable fiesta en mi casa, pero los más extrañados definitivamente eran Nate, Michael y mi familia.
No he vuelto a hablar con mi padre desde aquel incidente, y a pesar de habernos encontrado esporádicamente con la mirada en el cumpleaños de Tayna, ni él ni yo, hemos dado el brazo a torcer, mientras que mi madre me ha llamado diariamente para saber cómo estoy y aunque no me lo diga sé que le destroza el corazón cada que Marcos y yo tenemos este tipo de disputas.
Lucy me dejó muy claro que se quedaría en la biblioteca, y yo salí para recibir a mis dos viejos amigos.—Caray, estos días has estado muy ausente. — Comentó Nate.
—Llevo dos semanas aquí y solo te he visto dos veces. — Replicó Michael, lanzó sus llaves a la mesa del jardín e inmediatamente se sentó.
—He estado de viaje.
—Te fuiste a Rivertterdam tan solo dos días. — Respondió Nate, se acercó al bar de la piscina y tomó una botella.
—Exacto ¿Cómo justificas los días restantes? — Preguntó Michael. — Por cierto. ¿Por qué viajaste de repente a Rivetterdam?
—Negocios. — Respondí.
—¿En tus días libres? —Cuestionó Michael, sabía que no estaba convencido con mi respuesta.
—¿Qué te ha pasado Naim? Tayna me dijo que ni siquiera dejas que Alicia venga.
—¡Espera! ¿Estás escondiendo a alguna mujer? — Preguntó Michael con una sonrisa divertida.
—Me dijo qué has querido estar completamente solo, y estoy empezando a creer que es por esa razón. — Nate puso hielo en su vaso y seguido a eso tomó un trago.
—¿Por qué ocultaría a una mujer? Mi vida siempre ha sido pública, y estoy acostumbrado a eso.
—Exactamente por eso, quizás inconscientemente estás cansado que sea así.
—O como dice Yana, es alguien de bajo recursos y te da vergüenza salir con ella. — Dijo Michael con una sonrisa de burla en su rostro. —Yana realmente es una mujer muy intensa pero su idea no es tan descabellada, eres demasiado orgulloso para aceptarlo, pero en el fondo si puede ser una acción que se ajusta a tus actitudes.
—No lo sé, no creo eso. — Dijo Nate. Su mirada era de confusión.
—¡No soy tan clasista!
—Claro que si lo eres. ¿Recuerdas a Fred? ¿De la secundaria? —Preguntó Michael divertido. — Lerman, lo arrojaste al río mientras estaba dormido. ¡Con sleeping bag y todo!
—Fue una venganza...
—¡No fue una venganza! Solo asistió a la excursión cuando tú le ordenaste que no asista, dijiste que ya es suficiente que los becados asistan a la secundaria, que ahora también tendrías que aguantarlo en las excursiones. — Comentó, y sentí una punzada de vergüenza. Todo lo que dijo era cierto y estaba realmente avergonzado por ello.
—Me sentí mal por él, pero luego me enteré que su novia lo denunció por haberla maltratado y dejé de hacerlo, al final de todo Naím le dio su merecido... — Dijo Nate, con el vaso ya vacío.
—No es por ninguna mujer, o bueno no de la manera en cómo se imaginan. No es ninguna aventura, solo he necesitado un tiempo, ya saben un tiempo para pensar las cosas...
—Quiero interrumpir y desviar el tema, porque necesito decirles algo. Sé que ha sido mi idea de reunirnos de manera tan informal e improvisada, pero es porque tengo una noticia. —Michael se levantó de su silla, y luego de eso un silencio inundó el ambiente. .
—¿Vas a tener un hijo? — Preguntó Nate, y nuevamente se sirvió más whisky en su vaso.
—¿Qué? ¡No!
—Habla Michael. — Comenté.
—No sé si lo sepan, pero recibiré una vez más el premio blanco. — Dijo. — Así que luego de tanto tiempo realizando este tipo de gestiones he decidido crear una Organización Benéfica.
—Vaya, eso es grandioso. ¡Felicidades hermano!
—Que gran noticia Michael, te felicito. — Comenté. En realidad, me alegraba cada logro de Nate o de Michael.
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Somos más de lo que el amor podría ser...
RomanceNaím Lerman un empresario arrogante y descarriado que con apenas veintiocho años tenía su vida asegurada, luego de tanto tiempo viviendo en un profundo rechazo de sí mismo y resistiéndose a sentirse completamente feliz, la terrible noche que vivió...