Capítulo 17

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Blog personal.

@FreeFeeling01.

Hola seguidores, aquí FreeFeeling01.

Reportándome luego de algunas semanas ausente.

Cabe recalcar que, aunque aparentemente estaba ausente, no he dejado de leer sus comentarios en mi último post, que por cierto para mi buena sorpresa, han sido muchos.

He llorado, he reído, y he reflexionado cada una de las historias y experiencias que me han contado. Pero más que todo, aquellos comentarios de aliento han sido la razón por la que he reunido fuerzas para no hundirme en la soledad que a veces resulta muy agobiante.

Los de sentimientos libres hemos crecido, y aunque seguimos siendo pocos, me emociona saber que se han unido nuevos seguidores, y puedo aportar un pequeño grano de arena para que logremos abrir los ojos y ver lo bonita que es la vida.
Aquí entre todos nos apoyamos.

Mis padres fallecieron hace casi cuatro meses, y aunque mi tristeza sigue latente, estoy en aquella fase en donde intento aceptar su inesperada partida.

Sé que no soy ni la primera ni la última persona en perder a un ser querido, sé que la vida nos golpea a todos en algún momento y de diferentes maneras, así que por esa razón he decido compartir mi experiencia acerca de cómo he podido sobrellevarlo.

1.- Mantente ocupado/a.
Mantenerse ocupada es una buena opción para dejar tus problemas a un lado. Esto no garantizará que no sentirás pena o tristeza, pero al menos te mantendrá alejada de tus pensamientos por un momento.
Ya sea en tu Universidad, en el trabajo, o simplemente empezando una actividad que te agrade, y esto te lleva a la segunda opción...

2.- Plantéate una meta y cúmplela.
Si una mente ocupada es buena opción para poder distraerte, imagínate el beneficio que tendrás si te planteas una meta.
Algo que quizás no has hecho antes, cómo empezar una rutina de ejercicios, mantenerte saludable, ser un mejor estudiante o empleado, empezar a leer con más frecuencia, ahorrar dinero, aprender otro idioma, o simplemente enfocarte en ser una mejor persona de ahora en adelante.

3.- Llora si te sientes triste.
Habrán días en que a pesar que estés haciendo todo lo posible para distraerte o lograr algunos de los objetivos que te has propuesto, te sentirás triste, pero tranquilo/a; es parte del proceso.
El dolor es inevitable.
Así que lo que te recomiendo es que te desahogues, llora.
No te resistas, no te presiones a fingir todo el tiempo una sonrisa, eso hará que en algún momento determinado no puedas soportar, y termines explotando, hiriéndote aún más y con la posibilidad de que hieras a los que están a tu alrededor.

4.- Acepta la situación y se agradecido/a.
No puedo negar que hace unos meses estaba resentida con la vida, con el destino, incluso con el mismo Dios, no entendía «Por qué.» y antes de dormir no podía evitar reprocharle cada vez aquello.
Y luego de unas semanas, entendí que todo este tiempo siempre he reprochado «¿Por qué mis padres murieron?» en lugar de percatarme que yo aun sigo aquí, que yo aún tengo la oportunidad de seguir viviendo...
Acepté que la vida es impredecible, que morir es parte de la naturaleza, y que ninguna persona se libra de sentir la pérdida de un ser querido. Todos sentiremos aquel dolor en algún momento.
Entendí que la vida continua, y que en lugar de enfrascarnos en una burbuja llena de cosas que nos hieren, tenemos que también rescatar y agradecer lo positivo.

5.- Tómate tu tiempo.
Te recuerdo una vez más que habrá momentos en que sientas que nada estará a tu favor, y sentirás que estás estancado.
Esto no es una carrera.
No vayas a paso de tortuga, pero tampoco a paso de liebre. Ve a tu ritmo, con pasos cortos pero firmes, no te compares con nadie más, lo importante es que camines siempre hacia adelante.
Vive tu duelo, pero no dejes que el duelo viva de ti.

6.- Exprésate y rodéate de gente buena.
Si te sientes triste, o si sientes que necesitas desahogarte, habla con alguien.
Habla con tu amigo, tu jefe o tu psicólogo.
Nunca sabrás si encontraras a una persona que esté viviendo o sintiendo lo mismo que tú.
Si bien es cierto, aunque la soledad te ayuda a reflexionar, muchas veces la misma te ayuda inconscientemente a tener sentimientos masoquistas.

7.- No te sientas culpable, la empatía propia es la más importante.
No he llegado a esto, no lo he vivido pero necesitaba decirlo, porque realmente es algo que con tan solo pensarlo me causa un poco de nostalgia y confusión, pero así mismo llegué a la conclusión de que el bienestar propio no es sinónimo de olvido.
El dolor se calmará, y llegará un momento en donde tu vida empezará a normalizarse.
Ya no llorarás todas las noches, ya no sentirás un nudo en el pecho cuando escuches su nombre, o cuando llegue esa fecha en donde su corazón dejó de latir ya no sentirás que el peso del mundo está en tus hombros.
Empezarás a salir, a distraerte quizás un poco más, sonreirás con más frecuencia y su recuerdo ya no llenará tus ojos de lágrimas.
No te sientas culpable por volver a ser feliz, no sientas recelo, ni te dejes llevar por la idea de que el dolor será lo único que hará que lo recuerdes.
No te sientas atado al sufrimiento, ni te pierdas en la idea de que sentirte miserable es la única forma de demostrarles lo mucho que los amaste.

Si ya viviste tu dolor, ahora vive tu felicidad.

Somos  más de lo que el amor podría ser...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora