¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasar esto cuando Momonga recién comenzaba a entender los placeres de su cuerpo? Si aquella mujer le hubiese besado cuando aún era 100% un no-muerto, pudo ignorarlo o sacar ventaja de ello, pero ahora... lo único que quería era ir y destazarla viva, no sin antes revelarle que su amado Momon era un no-muerto y su enemigo.
Pero eso sería piadoso... el sufrimiento que debe enfrentar por haber lastimado a Entoma debe ser superior a todo eso. Solo morir, solo sufrir por un desamor no es suficiente. Ya sabía cómo hacerlo, Momonga tenía claro cómo debía ejecutar su venganza, pero con las emociones carcomiéndole el alma, con este odio gritándole que no esperara, encontraba difícil que pudiera soportarlo. Necesitaba algo para calmarse, algo que le hiciera alejarse de esos pensamientos y recobrar la calma.
"¡¿Por qué mis emociones son tan difíciles de apagar?!" se preguntaba. Aun cuando volvía a su forma de no-muerto estas emociones seguían vivas y les tomaba un tiempo apagarse. Era igual a los primeros días en el nuevo mundo. Cada vez que se transformaba su resistencia a sus propias emociones se reiniciaba y le costaba cada vez mas calmarse, y las emociones salían con mas fuerza.
Aquella mujer le robo un beso. Momonga nunca pensó que ese acto pudiera enfurecerle de tal manera, y encima, lo hizo frente a una de sus amadas hijas. Tomo algo que Albedo deseaba y las sirvientas mas cercanas a él habían experimentado en carne propia ¿Pero ella que derecho tenia a hacer eso? Obtuvo un placer físico y emocional a costa de un hombre que la quería muerta y eso lo que realmente Momonga no podía soportar.
Necesitaba calmarse y alejar su mente de todo ese odio, pero no sabia como hacerlo. Al principio pensó en visitar a Yuri, pero si regresaba a su forma humana en este momento, era seguro que terminaría yendo al pabellón dorado y asesinaría a esa mujer en el acto.
No... Momonga no necesitaba la excitación en estos momentos sino algo mas estimulante y sorpresivo, algo que le hiciera olvidarse de todo, incluso de su nombre ¿Pero qué? ¿Qué cosa podría provocar en él esa emoción?
-Buenas tardes, Momonga-sama-
-¡HM! ¡HM!-
Al entrar a su habitación Momonga encontró lo que buscaba.
Yuri se encontraba de pie junto a la cama con sus ropas habituales. El traje de sirvienta, los lentes perfectamente colocados. No había un solo cabello fuera de lugar.
Pero ella no era la única en la habitación. Sobre la cama de Momonga se encontraba una mujer pelirroja, despojada de toda vestimenta, amordazada y contenida por bandas de cuero que se aferraban a su piel morena.
-¡Yuri! Que... ¡¿Qué es esto?! ¡¿Es esa Regina?!-
Por primera vez desde que llegaron al nuevo mundo Momonga vio a Regina, no desnuda, sino sin su gorro. El no-muerto postro sus ojos sobre las suaves orejas que se levantaron por la sorpresa de ver a su señor, y casi al instante, con la poca movilidad que le conferían las bandas de cuero, Regina escondió la cabeza bajo las almohadas de la cama.
Momonga recordaba hacer leído algo sobre eso, una parte de las especificaciones de LupusRegina indicaban que ella encontraba vergonzoso que alguien viera sus orejas, incluso más a que alguien la viese desnuda, y eso quedo comprobado cuando Lupus, con tal de esconder su cabeza, termino en una posición en la que termino mostrando a su señor su trasero en todo su esplendor. Un aspecto gap moe puesto ahí por su creador.
-Esta niña...- Yuri se vio inconforme por como actuó su pequeña hermana. Le dio una fuerte nalgada destinada a lastimarla, la tomo por las bandas de cuero que la ataban e hizo que levantara su cabeza para que su señor pudiera verla.
-¿Qué haces? Yuri ¿Por qué...?-
-Me temo, Momonga-sama que tenemos un enorme problema entre manos-
¿Esto era por Regina rechazando a Momonga?
-Si es por lo que paso con Regina no necesitas castigarla de esta manera, de hecho no estoy molesto por eso-
Mientras Momonga hablaba sus ojos no podían evitar centrarse en Regina, que desesperadamente intentaba ocultar las orejas mientras las lágrimas salían de sus ojos.
"¡Eso es demasiado extremo!"
-Así que, Yuri, te ordeno que la sueltes ahora mismo-
Yuri alfa obedeció la orden de su señor, libero a Regina de su agarre y dejo que esta volviera a esconder la cabeza.
-Momonga-sama, antes de que me ordene también desatarla necesito que sepa algo- se podía ver
la vergüenza en el rostro de Yuri. -Ha ocurrido un grave problema en el desarrollo de
LupuesRegina, y lamentablemente, solo puedo recurrir a Momonga-sama para corregirla-
-¡HM! ¡HM!- la amordazada sirvienta parecía querer decir algo para defenderse, pero sus palabras solo pudieron ser escuchadas con gemidos desesperados.
Pero esto le causo curiosidad al overlord.
-¿Problemas? ¿Paso algo malo con Regina?-
Momonga estaba preocupado de que la sirvienta hubiese hecho algo inadecuado, y temía que este comportamiento hubiese sido resultado de lo que Momonga le hizo en su oficina...
-Esta mañana descubrí a LupusRegina espiar a Enri y Nfirea mientras tenían sexo-
-¡¿Qué?!-
-¡HMM!-
-Peor aún, se estaba masturbando mientras lo hacía-
Momonga fue golpeado por la culpa. La joven e inocente sirvienta que tuvo miedo de hacer el amor con su amo había sido pervertida por este, causando que su fijación por la sexualidad se torciera y la convirtió en una mirona...
¿Cómo pudo haberse equivocado tanto en la educación de una de las niñas a su cargo? ¿Cómo demonios es que se habia atrevido a mancillarla? Ahora aquí estaban las consecuencias, la habia convertido en una pervertida... o al menos eso era lo que Momonga creía.
-Yo... yo...- Momonga se sostuvo la cabeza como si le doliera. -Es mi culpa, por lo que le hice en la sala del trono ¿Así es como ella enfrento la situación?-
Yuri miro sorprendia a su señor. Ya tenia conocimiento de lo que paso entre su señor y Regina en la oficina del primero, pero también comprendía que una cosa no tenia que ver con la otra.
-Espere, Momonga-sama, me temo que ha habido una confusión. Regina no comenzó a hacer esto hace meses-
-¿Qué?-
-Si, desde que Enri y Nfirea se casaron, Regina los ha espiado desde su noche de bodas, así que usted no tiene la culpa de nada. No tiene nada que ver con lo que paso en su oficina-
-Entonces... ¿Ella lo estuvo haciendo por su cuenta?-
-Si...- lamento Yuri.
En pocas palabras, Momonga no causo la perversión de la sirvienta, ella ya lo era, y aparentemente, desde hacia ya bastante tiempo.

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Overlord: Lujuria
FantasyLa historia de Ainz conquistando a todas las chicas de su mundo. Actualizaciones cada viernes.