Momonga se sentó al borde de la cama de Yuri, y ahí, abrió su túnica para mostrarle a la frustrada sirvienta su pene.
El señor de la tumba no supo quien era esa mujer que se tiro a la alfombra y encaro a su miembro. Se parecía a Yuri Alpha, pero no habia manera de que esa pervertida fuera ella aquella severa y responsable hermana mayor.
Esa mujer... sus gafas estaban empañadas, de su boca abierta se escurría la saliva, y como si estuviera fuera una potente droga, atrapaba el aroma que despedía el pene de su señor, sin llegar a tocar, y temblando cada vez que lo hacía.
-Muéstrame-
Ordeno Momonga, y Yuri, por un momento se mostro confundida, no entendió lo que esas palabras significaban, ni lo que su amo quería transmitirle con ellas. Pero... si lo tenía permitido, si la orden no era clara ¿Por qué no tomarla de la manera que ella deseaba? ¿Por qué no tomarlo como un "Muéstrame porque eres mejor"?
Como una bestia hambrienta, Yuri no se contuvo, metió el pene de su señor en su boca, primero con calma, saboreo cada centímetro que entraba en su boca e invadía su garganta. Momonga miro curioso como su pene se perdía dentro de la boca de dullahan, y por un momento se preocupó de que la punto de su pene golpeara con el metal que protegía el cuello cercenado, pero eso no paso, aun cuando Yuri tomo todo su miembro hasta la base.
Yuri se retiro con calma, saco el pene de su amo de su boca, y una vez fuera le dio un largo visitado. Todo eso había entrado en su garganta y ella misma se había sorprendido. No fue doloroso, no fue desagradable, y ... quería más. No era suficiente, necesitaba mas de eso, necesitaba la semilla de su amo, necesitaba saborearla, necesitaba cada cosa que Cixuous hubiera hecho y cada cosa que no.
-Yo soy mejor...- dijo Yuri antes de desmontar su cabeza del cuello.
La mujer tomo su cabeza como si fuera un objeto, algo que solo ella podía hacer, y entonces, con ambas manos, empujo el pene de su maestro dentro su boca, hasta la garganta. Devoraba hasta la base y regresaba, subía y bajaba.
Se sentía increíble, maravilloso. Que Yuri usara su cabeza como un simple objeto, que su cuerpo usaba para darle placer, le daba un aura de inmoralidad al momento, que solo acrecentaba su deseo.
Cuando Yuri sintió que el miembro de su señor se ensanchaba, empujo su cabeza lo mas que pudo y dejo que el semen de Momonga inundara su garganta. Fue ahí cuando Momonga lo vio, un bulto en la garganta Yuri.
Su cabeza estaba separada del cuerpo, pero por algún motivo ella aun podía comer, hablar y respirar. Había una conexión entre ambas partes se paradas, así que el bulto que Momonga veía no era otra cosa mas que su propio pene, y lo comprobó cuando Yuri comenzó a sacar su cabeza, cuando hizo eso, el bulto en la garganta del cuello comenzó a desaparecer.
Momonga, curioso por ello, sin pensarlo, empujo la cabeza de Yuri de nuevo hasta la base de su pene, y con la otra, tomo el cuerpo de Yuri y comenzó a estrujarle el cuello.
Podía sentirlo, si presionaba la garganta del cuerpo podía sentir la sensación en su pene. Era por ello que su miembro no chocaba contra nada, había alguna clase de magia espacial que conectaba la cabeza y el cuello, haciendo posible esto.
Pero Momonga dejo que su curiosidad nata lo llevara demasiado lejos, y pronto vio las manos de Yuri caer y a su cuerpo perder fuerza. Estaba ahogando a la sirvienta.
Momonga tomo del cabello la cabeza de Yuri y le retiro su pene, tomo el cuerpo sin fuerza y lo puso sobre la cama.
-¡¿Estas bien?!-
Momonga puso la cabeza de la sirvienta a la altura de sus ojos. Yuri estaba sangrando, y su mirada estaba perdida.
-¡¿Yuri?!-
-Paraíso...- se escuchó como un susurro. -Estoy en el paraíso...-
Momonga volteo a ver al cuerpo, se estaba agitando de la misma manera que Cixous lo hacía tras un orgasmo. Y cuando pudo darse cuenta de ello, se percato de que la sangre de Yuri salía de su nariz.
-Yuri, perdóname por favor...-
-Momonga-sama... me estaba ahogando, me estaba ahorcando jeje... no estoy en contra de eso si quiere hacerlo, pero si se siente mal por haberlo hecho... ¿Podría darme una recompensa?-
-¿Recompensa?-
-Mi garganta se siente extraña... y este sabor... lo podría disfrutar toda la vida, pero... mi cuerpo aún puede Momonga-sama-
El señor de la tumba sintió las manos de Yuri tocándole los hombros, después sintió sus enormes pechos presionando contra su espalda, y las manos acariciándole el cuerpo. Cuando Momonga volteo para ver el cuerpo de la sirvienta, este ya estaba sin ropa, y escurría de la entrepierna.
-Quiero ver... quiero ver como me quita la virginidad... ¡Ainz-sama!-
Momonga no se espero que la fantasía completa de Yuri incluyera tal escenario. Parecía ser, que su naturaleza, le había hecho desarrollar una extraña afición.
Ya parecía raro, que cuando Momonga entro a la sala su cabeza estuviera en una posición donde podía ver al cuerpo masturbándose. Recordó que a esta clase de personas se les llama voyeristas...
Momonga entrego la cabeza al cuerpo de Yuri, el cual se recostó sobre la pequeña cama, la cual, por supuesto, era mas intima que la que el overlord tenia en su habitación. Yuri abrió las piernas y las levanto. Era impresionante su flexibilidad, era increíble como sin ayuda de sus manos, sus se ponían casi a la altura de su cabeza. E igual de increíble era su cuerpo. Tan suave y delicado como el de otras mujeres, pero a diferencia de muchas, su estómago, en su estomago se marcaban abdominales de manera tímida. No era de extrañar debido a sus estadísticas de fuerza, pero esto creo un fuerte contraste entre Cixous y ella que Momonga noto de inmediato, y por las cuales, se sintió mas libre para ser rudo con ella...
Yuri puso su cabeza sobre su pelvis, muy cerca a su vagina y concentro sus ojos en el miembro de su maestro. Era extraño, Momonga se sintió incomodo al principio, no solo porque su compañera en esencia no tenia nada del cuello hacia arriba, sino además porque se sentía observado. Era Yuri quien le veía, pero la sensación era nueva. Momonga froto su pene contra la estrecha y húmeda vagina de Yuri. Los ojos de la sirvienta contemplaban cada movimiento, seguían cada pequeño paso de la preparación para lo que tanto había estado ansiado.
Poco a poco los ojos observándole dejaron de incomodar a Momonga, y sin quererlo, adquirido un extraño gusto por las preferencias de la sirvienta.

ESTÁS LEYENDO
Overlord: Lujuria
FantasyLa historia de Ainz conquistando a todas las chicas de su mundo. Actualizaciones cada viernes.