-Si lo deseas, puedo irme y olvidar esto- Dijo Momonga tras encontrarse con el miedo en los ojos de la sirvienta, junto a su vergüenza.
Yuri estaba segura de su respuesta, pero no sabia si debía darla con su blusa abierta. Pero intentando probar su suerte, hizo como si no se hubiese dado cuenta de ese detalle. Se puso de pie y se inclinó ante su amo.
-Espero que el equipo que le di a Cixous le haya sido de ayuda- dijo Yuri. Y con esas palabras, rechazo el ofrecimiento de perdón y olvido que se ofreció.
-Lo fue, gracias por eso- Respondió Momonga con su mente confusa y sin poder dejar de preguntarse porque Yuri mantenía su blusa abierta y ese enorme par de pechos al descubierto.
-Me alegra saberlo- Yuri sonrió a su amo mientras tragaba saliva. Podía sentir la mirada de su señor en su pecho, y estaba ansiosa de que ese hecho abriera el paso a la pregunta que ansiaba. Pero una que no esperaba apareció sobre la mesa.
-¿Cixous te dijo lo que paso o lo descubriste por ti misma?-
-Ella vino a decírmelo, Ainz-sama. Cuando creyó que no era suficiente para satisfacerlo vino a mi por ayuda, y dado que soy la jefa de personal, debido a las nuevas obligaciones de Sebas-sama, era la única persona a la que podía acudir, y a la única que podía contarle sin ser considera indiscreta o traidora-
El código de la sirvienta vino a la mente de Momonga. Recordó haber visto un apartado parecido ¿Pero que tan meticuloso era Whitebrim como para poner esos subtemas en la configuración de todo el personal de Nazarick?
-Entiendo, peor no tenias porque darle el equipo que te dijo Yamaiko. Entiendo lo especial que esos anillos son para ti-
"Y para Yamaiko" se dijo internamente Momonga. La apariencia de Yuri era una cosa, pero su personalidad, ese aire hermana confiable que le rodeaba era consecuencia de la admiración que la propia profesora sentía por su hermana. Todo en Yuri era especial para ella, incluido el costoso equipo que le dejo.
-Si han servido para su beneficio, este equipo ha cumplido su propósito, y no siento mas que placer por ello-
¿Y que tipo de placer era ese? ¿El que uno siente al sentir el trabajo hecho? ¿O alguno fetichista que había llevado a Yuri al acto que había visto antes? La respuesta era todas las anterior y ninguna.
-Cuanto termine con Cixous, le ordene que me dijera quien le dio esos anillos-
Momonga camino por la habitación de la sirvienta intentado calmar sus ansias, y ese gesto fue tomado por la criada como el que realizaba un detective antes de revelar la verdad oculta en un gran misterio.
-Y lo hizo, y entonces yo le pedí que limpiara los anillos apropiadamente, pero...-
Un sudor frio recorrió la mejilla de la sirvienta, que, aunque mantenía su hermosa sonrisa, esta se veía como una más nerviosa que sincera.
-Pandora's actor un día me dijo que las sirvientas olían mi ropa en secreto. No las reprendí a ellas entonces, y no lo hare contigo ahora, así que dime ¿Por qué no querías que los limpiara Cixous? ¿Por qué lo especiales que son para ti o...?-
-El aroma de Ainz-sama... por el aroma de Ainz-sama... yo lo quería... sentir en mi...-
Como Momonga imaginaba, eral cual, con las demás sirvientas, y no le resultaba extraño que fuera de esta manera, y la verdad... estaba feliz por esto.
Porque a diferencia de Cixous, Momonga podía pedir estar a solas con Yuri cuando quisiera y sin que resultara extraño, por que a diferencia de Regina, ella no solo estaba dispuesta, sino que, además, por la forma en la que se tocaba, lo deseaba. Y lo mas importante, ella no tenia un superior directo mas que el propio ser supremo frente a ella.
Este secreto ya se había expandido demasiado, así que para mantenerlo aun en este pequeño circulo Momonga debía mantener feliz a la persona que asegurar el silencio a las otras dos...
Esa era la lógica que Momonga uso para convencerse a si mismo de que hacia lo correcto, pero vaya mierda era esa, pues la verdad fuera dicha, Momonga ya había probado el fruto prohibido y se dejo tentar fácilmente por él.
Después de ser amado por Cixous, después de ser rechazado por Regina, la combinación de placer y frustración lo habían llevado a este momento, con una mujer cercana a la edad que Momonga tenia en su mundo. Están aquí, con una mujer que voluntariamente le mostraba el pecho, y presto sus invaluables reliquias tan solo para poder sentir los rastros de aroma de su cuerpo.
Estaba aquí frente a alguien que le prometía poder lidiar con su lujuria cuando quisiera, sin sentimientos de preocupación o culpa.
Una densa neblina, roja y negra cubrió al señor de la tumba. El hueso gano carne y la carne piel. Vistiendo esa túnica negra, que dejaba al descubierto buena parte de su cuerpo.
-Te has esforzado mucho, y que hayas entregado algo tan valioso solo para complacerme es prueba de que mereces un premio-
La serena mirada de Yuri desapareció. Sus ojos se perdieron en el cuerpo de su señor.
-El aroma que quería sentir, puedes hacerlo de manera directa-
No pasaron ni siquiera dos segundos entre las palabras de su amo y la sirvienta despojándose de todo metal de su ropa para lanzarse al cuerpo de su señor.
Momonga creyó que, al igual que Cixous, Yuri iría por un enfoque más directo, pero encontró que entre las virtudes de Yuri estaba la paciencia. La sirvienta puso su nariz cerca al abdomen de Momonga, la paso aun mas de su pelvis y después subió por su pecho.
¿Debió ser más directo?
-Ainz-sama...-
Al menos ella parecía disfrutarlo, y en medio de su confusión Momonga vio algo que no creyó posible en alguien como Yuri. Estaba riendo de una manera lasciva, no era esa sonrisa tierna que la sirvienta había mostrado al ser tomada, sino la de una mujer frustrada, que no podía contener sus ansias una vez se ponía frente a ella lo que deseaba
¿Y si lo estaba? Yuri tenia a su cargo mas responsabilidades que cualquier otro npc, exceptuando a los jefes de piso, y a diferencia de muchos otros, ella estaba viva al 100% aun cuando su por su raza y características era considerada un no-muerto.
La cabeza... al recordar lo que Yuri era, al darse cuenta de lo diferente que era de las otras dos sirvienta, Momonga vio con otros ojos ese movimiento de Yuri, cuando saco su cabeza de debajo del escritorio.
-Yuri ¿Qué estabas haciendo cuando llegue?- le pregunto a esa mujer que inspiraba con cada vez mas fuerza para tomar el aroma de su señor.

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Overlord: Lujuria
FantasiaLa historia de Ainz conquistando a todas las chicas de su mundo. Actualizaciones cada viernes.