40.

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Entre más días pasaban menos oportunidades de verse entre ellos se daban, Seungmin y Jeongin ingresaron a la universidad mientras que el resto se mantenía ocupados trabajando, incluyéndola a ella. No había visto a Jisung desde aquel día y honestamente lo extrañaba mucho, el único que se mantenía en contacto con ella constantemente era Felix; le dejaba mensajes todas las mañanas, le llamaba cada que podía y siempre le recordaba lo mucho que la quería y extrañaba.

—¿Cómo están los chicos? —preguntó Felix desde el otro lado de la pantalla.

—Hace mucho que no sé de ellos, pasan bastante ocupados. Minho me llamó hace días y supongo que les está yendo muy bien.

—¿Y qué hay de Jisung? —pausó unos segundos, estando inseguro de preguntar— ¿No te ha dicho nada?

—¿Algo cómo qué? —sonrió frunciendo el ceño, pero sabía a qué se refería— ¿Tiene algo que decirme?

—Oh no, sólo pregunto porque no estuvo ese día en el aeropuerto. He tratado de comunicarme con él pero no contesta.

—Mhm, yo tampoco he sabido mucho de él desde ese día, supongo que se está enfocando en su trabajo.

—Será... Luces exhausta, bonita. 

—¿Eso crees? Tal vez sea el trabajo. —rió, estirando su cuerpo para relajar sus músculos. No sólo era el trabajo, sino también el hecho de que sentía que Jisung la evitaba intencionalmente.

—Bueno, por favor no te descuides. —el australiano recargó su cabeza en el dorso de su mano sin quitarle la mirada.

—¿Qué pasa? —ella ladeó la cabeza en confusión y miró a sus espaldas creyendo que tal vez había alguien más.

—No es nada, es sólo que te ves muy linda.

—Felix, me repites lo mismo casi todos los días. —rió cubriendo su boca. Era increíble cómo aún le provocaba fuertes sonrojos.

—¿Y no te gusta?

—Pues sí... —admitó en voz baja.

—Sólo me aseguro de que no me olvides y te enamores de alguien más.

—¡Yo soy la que debería hacer eso! Quién sabe cuántas chicas en la universidad andan detrás de ti.

—Ninguna... Ninguna que me parezca tan linda cómo tú.

Oh Dios, si su madre o cualquiera de los chicos llegara a escucharlos, se la pasarían haciéndole burlas hasta el punto de avergonzarla.

Estuvo alrededor de cuarenta minutos con él en la videollamada hasta que la mamá de la chica les interrumpió para pedirle un favor, razón por la que se tuvieron que despedir no sin antes decirse lo mucho que se amaban. Minutos más tarde, cuando consiguió lo que su mamá le pidió, entró a la tienda de discos para añadir más a su pequeña colección y se llevó una enorme sorpresa al encontrar a Jisung allí, y por supuesto que no dudó en acercársele.

—¡Han Jisung! —lo tomó por los hombros desde la espalda y ladeó su cabeza, mirándolo con una sonrisa— Por fin te veo.

Pero no recibió la misma actitud ni energía por parte de él.

—Hey... —la miró con el semblante neutro y apartándose.

—¿Dónde has estado? Te he extrañado mucho.

—Estoy ocupado.

—¿Te has reunido con los chicos?

—No.

Sus ánimos se fueron al suelo al percatarse de su comportamiento.

—Mhm, bueno. Cuídate Hannie, nos vemos. —agitó su mano algo incómoda y salió del local. No tenía ni idea porque Han actuaba así pero ahora sus dudas estaban aclaradas y él en definitiva la estaba evitando a propósito.

Memories ; Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora