—No sé qué tipo de problema hay entre ustedes pero se acaba aquí. —habló Chan entre medio de los dos, los tres sentados en la acera de la casa de Jisung.
—¿Para esto me trajiste? —se quejó la castaña— Yo no tengo ningún problema con nadie.
—Lo mismo digo. —secundó Han.
—No, tú eres el problema, señorito. —amonestó el mayor y Jisung chasqueó la lengua, poniendo los ojos en blanco.
—No es cierto.
—¿Por qué actúas así? Está bien si no querías que te hablara para que tu cita no malentendiera, pero al menos me lo hubieras dicho antes. —añadió ella.
—Eso no tiene nada que ver.
—¿Y entonces?
—No me hables.
—Han... —Chan quiso reprenderlo pero la chica lo interrumpió.
—Chan, no importa, déjalo así. ¿Puedo irme a casa, por favor?
El mayor notó la tristeza en el rostro de la castaña y asintió, poniéndose de pie.
—Claro, vámonos ya. —miró por última a Jisung y negó con decepción. Chan tampoco sabía la razón de la actitud de Jisung y cuando intentó ayudarles a hacer las pases este sólo se comportó indiferente.
Al regresar a casa fue directo a su cuarto; su día no podía ir peor, no sólo porque literalmente fue a perder el tiempo a casa de Jisung y también perdió la oportunidad de llamar a Felix, pues ahora ya no podían hablar porque el australiano estaba ocupado.
Cada vez se veía menos con los chicos y eso afectaba mucho su estado de ánimo, ahora pasaba la mayoría de sus tardes sentada en la cama, abrazada a sus piernas y sólo cuando podía pasaba tiempo con su mamá pero no era muy seguido ya que esta regresaba algo tarde del trabajo. Tenía la opción de salir y despejar su mente pero las ganas de hacerlo eran cero porque no era de su agrado andar sola.
—Bueno, es mi culpa por acostumbrarme tanto a ellos. —musitó y escondió su rostro en el hueco de sus piernas.
Extrañaba mucho a Felix, jamás se podría comparar el verlo a través de una pantalla a tenerlo junto a ella, jamás.
Optó por darse un baño y colocarse un conjunto cómodo para luego ir a la cocina por algo de comer. Todo lo que hacía era deprimente, ¿cómo pasó de ver a los chicos y comer con ellos casi todos los días a ahora estar haciéndolo completamente sola? Bueno, los tiempos cambian al igual que las personas y ahora todos tenían responsabilidades.
La pantalla de su celular se encendió indicando que recibió un mensaje y lo tomó al instante:
«Felix:
Perdón por no llamarte hoy es que no tuve tiempo :(
Que tengas buenas noches, bonita;)<3»Y ver su mensaje sólo le hizo extrañarlo más.
Le respondió diciéndole que no había problema y le deseó buenas noches. Se quedó un rato mirando la televisión y luego fue a meterse a la cama; no era tan tarde pero ya no sabía qué hacer y ya estando acostada el cansancio le ganó de a poco.
Al día siguiente no pasó mucho, nada interesante en realidad, su día transcurrió cómo de costumbre con la pequeña diferencia de que al momento de regresar a casa Jisung se encontraba frente a esta. No le importó y pasó por su lado ignorando por completo su presencia.
—Ya sé que estás muy enojada y por eso he venido para que me des una oportunidad de hablar. —dijo antes que ella cruzara la puerta.
—¿Debería? —entonó sarcástica— Sólo es cuando tú quieres ¿no?
—Ayer no lo hice porque Chan estaba ahí, pero escúchame esta vez, por favor.
Era la primera vez que veía a Jisung tan dócil y por muy enojada y dolida que estuviera, también quería escucharlo y saber la razón de tanto misterio.
—Bien, te escucho. —descolgó su bolsa de su hombro y la dejó sobre la acera para luego tomar asiento y Jisung se situó a su lado.
—Lo siento —suspiró, con la mirada puesta en sus manos—. Perdón por portarme cómo un idiota, perdón por tratarte mal ese día y perdón por ignorarte todo este tiempo; me dejé controlar por mis emociones y no salió bien. No estás en la obligación de aceptar mis disculpas, pero igual quería decírtelo de todas formas.
—¿Pero por qué lo hiciste? ¿Hice algo que te molestó? No lo entiendo.
—Cuando digo que me dejé llevar por mis emociones, me refiero a que me molestó mucho el hecho de que le dieras otra oportunidad a Felix después de tanto. Eres muy importante para mí y ver lo que Felix hizo y que aún así siguieras con él me enfureció.
—Porqué tú mismo lo dijiste, él no es malo, así que intenté ver la situación de una forma positiva.
—Ya sé, pero me dijiste que te rendías y aún así vas y corres a los brazos de ese idiota que tanto te ha hecho sufrir.
—Sabes lo mucho que él he siempre me ha gustado y no sería fácil dejarlo así por así.
—Mhm, pero aún así pensé que te darías tu lugar.
—¿Y eso qué Han? —se colocó de pie frente a él— Todo eso me lo hizo a mí, yo soy la afectada. Claro que me dolió pero él también me ha demostrado que le importo, ¿entonces por qué te afecta tanto?
—Porque me gustas. —soltó, poniéndose de pie y quedando cara a cara con ella. Sí, confesarse era su plan ese día porque ya no podía con sus sentimientos y eso fue algo que la castaña jamás esperó.
El silencio imperó entre ambos y ella lo miró por unos cortos segundos hasta que su mirada cayó al suelo a la vez que dejaba salir un cansado suspiro y, tan estresada se sintió que las lágrimas comenzaron a fluir sin aviso. Por supuesto que ya lo sabía, pero que él se lo confesara cambiaba la historia y sólo complicaba más las cosas.
—Han, dime que es una broma.
—No lo es.
Jisung se mantenía inmóvil e inexpresivo no porque no sabía que hacer, simplemente no quería accionar y empeorar las cosas, de por sí el silencio era abundante y la atmósfera ya se había tornado incómoda.
—¿Pero por qué? —sorbió por la nariz y él atrevió a sostenerla por el mentón y elevó su rostro.
—¿Por qué lloras? —rió con una pizca de burla y ternura.
—¿Por qué? ¡Te gusto, Han! Y tú mereces fijarte en alguien que no vive enfocado en un amor que jamás fue posible, que nunca ocurrió pero que aún así no puede dejar ir. ¡No puedo corresponderte! ¿Entiendes a lo que me... —Jisung irrumpió en su sermón.
—Sí me gustas pero ¿quién dijo que quiero estar contigo, tonta? —la tomó por las mejillas y le dedicó una cálida sonrisa.
—Pero...
—Sé que amas a Felix y sé que no puedes olvidarlo y sí, me has gustado desde hace tiempo, pero prefiero quedarme a tu lado cómo tu mejor amigo. ¿Quién crees que es tu alma gemela? —entonó altivo y ella rió bajo.
Lo amaba, pero de una forma muy diferente a Felix, y se podría decir que hasta más bonita, pero tratar de forzar sus sentimientos por él y pretender que le gustaba sólo sería peor, así que ni en sueños intentaría tener algo más allá que una amistad con él.
—Hannie... —se fundió en un efusivo abrazo y luego se alejaron para sonreírse mutuamente.
Y justo cuando creyó que ya nada más podía pasar, sus miradas se conectaron y fue cómo si sus cuerpos cobraron voluntad propia, sintiéndose incapaces de ponerle un alto a la situación cuando la distancia entre sus rostros comenzó a disminuir.
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Memories ; Lee Felix
Fanfiction"Después de ese accidente todo cambió: Olvidaste quien eras. Olvidaste como estabas ahí Y sobre todo te olvidaste de mí. Pero descuida, yo guardo nuestros recuerdos y los compartiré contigo." ↱100% Mía. ↱Prohibida su copia o adaptación. ↱Hetero (hi...